Somos muchos canarios y extranjeros los que cada año disfrutamos de una fiesta como la del Almendro en Flor en la bella localidad grancanaria de Tejeda en el corazón de la isla. Su plato fuerte, además de su reconocida repostería en base a la emblemática almendra, lo constituye la amplia presencia de nuestra cultura en los festejos: nuestra artesanía, gastronomía, deporte y géneros folclóricos. Reconforta que algunos municipios del país aún sean conscientes de que es nuestra identidad cultural los que les da valor y les hace originales en el mundo y ante un turismo cada vez más formado y sensibilizado con la riqueza patrimonial material e inmaterial.
Uno de los eventos que más me suelen interesar es el certamen de teatro costumbrista Francis Suárez Rodríguez que este año celebraba su quinta edición en el Centro Cultural Alfredo Kraus de la localidad. Afortunadamente, algunas obras de carácter costumbrista se atreven a sobrepasar el humor y a afrontar los aspectos no tan simpáticos de nuestra historia. En este caso, la obra ganadora abordó la dramática emigración isleña a Cuba desde la realidad humana de un pueblo que ha vivido una historia de miseria y emigración.
Pero estos justos elogios no pueden hacer sombra a lo difícilmente comprensible que nos vuelve a dejar un sabor agridulce de estos festejos. Hace ya tiempo Tamaimos se hizo eco de la ilegal supresión de la bandera autonómica del consistorio de Tejeda que, afortunadamente, fue resuelto ante la publicación. No obstante, es triste ver como se vuelve a las andadas y a repetir el mismo espectáculo en otros eventos institucionales como el certamen de teatro costumbrista en el Centro Cultural Alfredo Kraus. Entre las banderas institucionales vuelve a faltar la de la nacionalidad canaria ante el silencio y tolerancia general.
Mucho que reflexionar ante esta cuestión que, con total seguridad, se repite en otros municipios de Canarias. Mucho que reflexionar cuando la Delegación del Gobierno Español en la colonia no ha dudado en intervenir vía judicial contra las instituciones que han decidido homenajear a nuestra bandera canaria de las estrellas, esa que surgió de nuestro propio pueblo mucho antes de la autonómica en las que ni los amantes de la españolidad de las islas se identifican. Una bandera canaria estrellada que refleja nuestra identidad y que, por supuesto, sigue excluida de nuestras instituciones.
Nos preguntamos, ¿sería el mismo silencio sino algún consistorio del país se ‘olvidara’ de lucir la bandera española? Por cierto, bandera más iluminada y en posición preponderante en todo momento como se puede observar en las fotografías. ¿Guardará relación con una posible “fiebre españolista” derivada de la reciente elección de Tejeda como uno de los pueblos más bonitos “de España”? ¿Será por eso que ya Tejeda no es Canarias?