Pocos saben lo que es pero todos hablan de ella. No sabemos si es color verde o azul, si es un cuaderno, un blog o una agenda al uso. ¿Quién la porta? Ni siquiera sabemos si está en algún lugar, si existe físicamente o es solo un concepto. ¿Será material o inmaterial? Quizá tampoco es un concepto y solo es un anhelo. Igual es un paño de lágrimas, un lugar donde acudir cuando no hay argumentos políticos. ¿En el universo, en la estratosfera? ¿A lo mejor es un cometa? Es posible que sea un cliché, una frase hecha. Pero por encima de todo, ¿qué es? Lo nombran políticos de derecha y de izquierda, partidos canarios y estatales, en marcos de todo tipo. Ellos parecen tenerlo claro. También los medios que titulan cada dos por tres; «Fulanito de tal la exige», «Menganita de cual la incluye en las conversaciones». Son como las líneas rojas, pero autóctona, de aquí, de Canarias. Se ha convertido en un reclamo, pero señoras y señores que se llenan la boca con ella, ¿qué es?
Ha vuelto a acudir a ella quien más la usa, aunque no consta que hayan sido los creadores: Coalición Canaria. La ha incluido en un acuerdo con los que, otrora para ellos, eran los maltratadores de Canarias, el Partido Popular. Leyendo el acuerdo me pregunto y me respondo que es un ente paranormal que se cita a lo largo y ancho de todo el texto pero no se explica de manera clara. Comienzan pidiendo la garantía del mantenimiento de los servicios públicos, con especial atención a Educación y Empleo, la Sanidad para otro día, que sigan esperando. Es paranormal porque se lo piden a los gestadores, por obra y gracia de la mayoría absoluta, de la Ley LOMCE y la Reforma Laboral. Las intenciones que ven en CC y que provocan la risa hasta en periodistas de Madrid.
Imaginen pedir a James Monroe la supresión de la Doctrina Monroe, aquella de «América para los americanos», a Franco la derogación de la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 o a Joseph McCarthy la eliminación de la «caza de brujas». Con Coalición Canaria todo es posible, podrían haberse convertido en héroes históricos, pero el destino los colocó en el tiempo histórico que los colocó. En nombre del ente, en busca de palabras grandilocuentes que maquillen su relación de intereses, los coalicioneros acuden a lo paranormal. En frente, el Partido Popular que incumple programas electorales y acuerdos de todo tipo, el partido que ve la corrupción pasar y no cumple ni una sola de las responsabilidades políticas al respecto. Cuando un partido naranja le pide compromisos en ese sentido, en vez de asumirlo, los convence para hacerlos entrar por el aro. Pero los naranjas ya estaban convencidos. Como Coalición Canaria, por cierto.
Continúa. Reconocimiento de la ultraperiferia. Debe ser el único caso en la historia que un territorio quiere que se le denomine como muy lejano. ¿Con respecto a qué? Lo de siempre, el manido REF, bla bla bla. ¿Es este uno de los rasgos principales de la criatura? Si existe físicamente debe estar grabado en grandes caracteres en la portada. La deficitaria financiación autonómica la dejamos en media estatal, por favor, piden Oramas y los suyos. Recuerden cuando hablaba de «La metamorfosis», Canarias es la comunidad que más aporta al Estado en materia turística, uno de los pilares principales, si no el principal, de la economía española. Este debe ser uno de los rasgos de la criatura: «prohibido molestar a Madrid. Peticiones humildes».
Ahora Arzalluz se reiría a carcajadas: matenimiento de los convenios. Otra medida estrella del ente, las carreteras, algunas necesarias aunque destructivas con el medio ambiente, otras accesorias, pero da igual, más carreteras por favor. Sobre sistema aeroportuario: «La incorporación efectiva de Canarias en la toma de decisiones en materia de inversión aeroportuaria; así como en las decisiones de gestión de los aeropuertos canarios, como un sistema aeroportuario diferenciado dentro de la red de AENA». Otra de las características: «no asumimos responsabilidades de gestión, eso es una locura. Estar cerca del negocio es suficiente». En el apartado de la internacionalización de la economía canaria se encuentra otro punto interesante: «fiscalidad laxa o nula, paraíso fiscal. Ese es el negocio de los amigos, ¡respétalo!».
Un atributo más: «duro con las subvenciones, no se puede escapar ni una. Si nos subvencionan, nosotros no tenemos que hacer nada». Bonificaciones y subvenciones varias se solicitan en el documento. Una llama especialmente la atención: «Canarias ha sido una Comunidad Autónoma que ha cumplido estrictamente con la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaría desde su entrada en vigor. Por tanto, si por alguna razón la Comisión Europea suspendieran los programas europeos en ningún caso afectaría a los programas operativos específicos destinados a Canarias». El negocio del subvencionismo es otro de los aspectos importantes de la criatura mil veces nombrada, pocas o ninguna vez definida claramente. Termina defendiendo los Cabildos Insulares ante el acoso naranja de diputaciones y administraciones que ellos consideran inútiles. Durmiendo con otro enemigo en la misma cama.
El acuerdo del Partido Popular con Coalición Canaria es como una boda ya concertada. Los novios lo habían ensayado, lo habían preparado, pero ni siquiera hizo falta petición. Sabían que el cura (o el concejal, pero ellos son más de curas) iba a preguntarle: «Coalición Canaria, ¿quieres recibir al Popular Popular como partido del gobierno, y prometes serle fiel en las reformas y en las medidas de ajuste, en la pobreza y en el maltrato a Canarias, en el acoso a los Servicios Públicos, y así, amarlo y respetarlo durante cuatro años?». «Sí, por supuesto, sí quiero, pero antes tengo que explicarle que tiene que aceptar la AGENDA CANARIA». «¿Qué es eso?».
Diculpen, con la venia yo respondo. Es ingenua, se cree que los verdugos se pueden convertir en aliados. Quiere que Canarias sea considerada muy lejana, y por eso es necesario que cuente con un Régimen Económico y Fiscal y fiscalidad laxa en todos los sentidos, quasi paraíso fiscal. Peticiones humildes, no molestar mucho en Madrid. No asumir responsabilidades de gestión propia, estar cerca del negocio es suficiente. Mientras tanto, fuerte e inflexible con las subvenciones y las carreteras, ese es el negocio de los amigos. Eso es la AGENDA CANARIA, al menos para Coalición Canaria. «Sí, quiero», contesta el Partido Popular. «Rajoy se compromete con Canarias», titula cierta prensa. La alianza está servida.