En Canarias esto no se cumple desde hace años, la gran dificultad de la agricultura canaria es la comercialización. Ahora para vender en estas islas, que juntas no llegan a 8.000 km2, tenemos que vendérselo a los grandes distribuidores, grandes superficies o multinacionales que están entre nosotros desde los años 90 del siglo pasado. Estos grandes operadores; que los golfos que nos gobiernan dejaron entrar y ayudaron a crear, para según ellos fomentar el empleo y abaratar la cesta de la compra “iban a ser los protectores del pueblo canario”. Consiguieron todo lo contrario: hoy hay más desempleo, la cesta de la compra es más cara y nos vacían los bolsillos todos los días pues se llevan casi todo el dinero que hacen fuera de aquí, cosa que no ocurría antes de que llegaran, pues en Canarias existían miles y miles de pequeños y medianos comercios, destruidos con la llegada de estos gigantes, comerciantes que sí volvían a invertir aquí la ganancia pues vivían y eran parte de la sociedad de las islas.
Volvamos al principio. Para vender a más o menos 1,5 millones de canarios; 1,5 millones de residentes no canarios y una población turista flotante de alrededor de un millón de personas al mes, que se mueven en 7.541 km2 (533 habitantes/km2). los sinvergüenzas que nos gobiernan desde hace una generación trajeron las grandes superficies y multinacionales. Pero mucho cuidado; los agricultores no podíamos ir uno a uno, como si fuéramos una romería a venderles ¡no señor! Teníamos que unirnos para crear un solo operador que era más “manejable”. Y vinieron las OPFH (Organización de Productores de Frutas y Hortalizas).
Los buenos europeos (españoles incluidos) dentro de su tradición “protectora” de siglos, con los pueblos del mundo, nos impusieron este asociacionismo con las mismas normas y condiciones que para el continente europeo (España incluida). En Europa los productores están a miles de kilómetros de los consumidores y las OPFH tienen su función. En Canarias estamos juntos productores y consumidores; el punto más lejano dentro del archipiélago es de 400 km y dentro de cada isla no llega a 100 km, pero para nuestros excelsos gobernantes ¡eso no importaba! Sucediendo lo que tenía que suceder y que algunas personas denunciaron en ese momento: la creación de las OPFH era la muerte anunciada de la agricultura de subsistencia que los canarios construimos en los últimos 500 años después de la conquista colonial; siglos de tristes recuerdos económicos.
Una cláusula de sus normas dice: «si la OPFH no tiene suficiente producción para atender a sus clientes pueden comprar a otros» (en Canarias eso significa importación). El 40% de lo que venden se importa. Sentencia de muerte firmada dentro del mismo paquete que venía para ayudarnos.
Lo más sangrante de todo esto, es que ahora usted puede encontrar en cualquier gran superficie, hipermercado o multinacional, productos agrícolas servidas por OPFH canarias, que si se fija bien en la etiqueta (siempre chiquitita) son de Inglaterra, España, Francia, Chipre, Israel, etc. Eso lo legal que las OPFH importan para cumplir con sus clientes multinacionales, porque lo ilegal con el que hacen fraude les ponen una etiqueta de aquí y los venden como canarios, justificándolos en plantaciones propias y cobrando con probabilidad hasta el Poseican por este engaño, para completar la jugada.
Cuando este fraude sucede, sólo los grandes agricultores (empresarios agrícolas, que tiene 40, 50, 100, 200 o más trabajadores) sobreviven. Lo tienen todo, acceso preferente a las subvenciones, información privilegiada, formación por sí mismo de OPFH, muchas toneladas de producción, ayudas de la administración, etc., mientras los pequeños agricultores, la agricultura familiar se arruina y desaparece poco a poco. Acuérdense, vivimos en un sistema capitalista.
Hoy las grandes superficies y multinacionales acaparan más del 80% del mercado canario, a estos capitalistas les da igual vender productos canarios que de fuera, su objetivo es ganar dinero y el crecimiento de la empresa para ganar más (perdón me equivoqué, quería decir «para generar más empleo”).
A estos grandes operadores, sólo llegan los grandes empresarios agrícolas por lo que dijimos antes y porque utilizan sus mismos métodos (sistema capitalista): contratan gente de aquí por 1000 € mes y 8 horas diarias, obligándolos después a hacer de 10 a 12 horas con sábados y domingos incluidos “si la empresa lo necesita”. Por lo que al final trabajan dos meses en uno y el sueldo de 1000 € se convierte en uno de 500 €, que no llega ni al sueldo base de un mes normal con 8 horas diarias. La gente de aquí, si no tiene una necesidad extrema, renuncia. ¡No importa! el sistema capitalista mundial tiene desde que triunfó e impuso su modelo económico y social, una bolsa de trabajadores inmigrantes (la ONU la cifraba no hace mucho en unos 500 millones de personas, sin contar los que huyen de las guerras, persecuciones o hambrunas provocadas por el propio sistema capitalista), que utilizan como válvula de escape traspasándolos de un país a otro, según donde quieran tener o generar más ganancias; “desarrollo” se llama eso, en comandita con los poderes políticos y económicos locales. Estos trabajadores son por lo general más obedientes que los autóctonos, ¡no protestan! El inmigrante económico no es un luchador contra el sistema capitalista, pero tampoco podemos echarle la culpa, viene en su mayoría de países saqueados por el propio sistema y lo hacen llamados por el valor del cambio monetario con su país: el sueldo que ganan aquí puede ser desde el doble hasta 50 veces mayor que el de su país de origen. Ejemplo: los canarios emigrábamos en las décadas de los 40, 50, 60 y 70 del siglo pasado a Venezuela; porque 1 bolivar valía 20/25 pesetas. Ahora cuarenta años más tarde, se dio la vuelta; 1 € vale entre 10 y 700 bolívares (según quien lo diga) y los venezolanos actualmente vienen para Canarias. ¿Cuánto tiempo tardaremos los canarios en regresar a Venezuela siguiendo este método? ¿Entienden ustedes ahora el intríngulis de este trasvase poblacional del sistema capitalista?
Por las condiciones antes descritas, la agricultura familiar se va relegando a vender en lo poco que le queda en los mercados centrales, mercados del agricultor, gasolineras, de bar en bar, de frutería en frutería y a orillas de las carreteras, pero todo esto no llega ni al 20% del mercado.
Todas esas circunstancias y algunas más están destruyendo en los últimos 25 años no sólo la agricultura familiar y de subsistencia, sino también una cultura y el sistema de autoconsumo basado en las tierras de medianías de nuestras islas, cosa que no fue capaz de destruir ni siquiera la Guerra de España de 1936, ni la dictadura fascista nacionalista española que siguió en la metrópoli durante 40 años, que Canarias también sufrió por imperativo colonial.
El futuro
Pasa por el desarrollo de una política agraria que se identifique con la realidad de las islas, de cada una de ellas. En este momento eso es imposible. Compramos el 90% de lo que consumimos de esta cantidad, el 80% lo compramos en España, que es el país que cuida nuestras fronteras, puertos y aeropuertos, así se explica cómo en los últimos 20 años entraron en Canarias más de 100 plagas nuevas, también esto explica como convirtiéndonos en su mercado cautivo, España nos vende sus excedentes, como los de sus productos lácteos que tiene en la cornisa cantábrica provocando no sólo la desaparición de la poca ganadería que teníamos en Canarias, sino dejándonos un problema sanitario de primer orden. No obstante somos los más gordos del mundo, en diabetes estamos llegando al primer puesto, al igual que en los problemas del corazón.
¿Y la política oficial del gobierno “autónomo” de Canarias? La política oficial está centrada en declararnos a nosotros mismos ultraperiféricos, para justificar las subvenciones europeas que la mayor parte sabemos a qué manos van a parar.
¿Ultraperiféricos?
Esto de ser ultraperiféricos en un planeta redondo es el colmo de la bobería, aunque eso puede ser un mérito porque hay bobos solemnes convertidos en excelentes lobistas y mediadores internacionales, como el caso Zapatero. Es tan fuerte la luz intelectual que desprende, que hasta Pablo Iglesias (líder de “Podemos España”) deslumbrado por este foco humano de conocimiento confundió unas Elecciones Generales con dar bendiciones urbi et orbe, sin haber sido elegido todavía Papa. Sólo al final se dio cuenta que era un funeral político. ¡Increíble pero cierto!
Pero el gobierno “autónomo” canario poco más puede hacer, sólo obedecer órdenes de Madrid y decir que están llorando “pidiendo limosna” para disimular que no defienden los intereses generales de Canarias, ya que sólo defienden los intereses caciquiles de este capitalismo colonial (importadores, grandes plataneros, constructores, empresarios turísticos…).
Un ejemplo es el caso del atún. El atún pasa por nuestras aguas, pero para pescarlo hay que pedir permiso a Bruselas y Madrid. Como ficticiamente somos europeos, entramos en el reparto que hace el ICCAT (siglas en inglés de La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico) para Europa. A Europa le dan unas 17.000 tn de atún. Europa le da a España unas 3.500 tn. Madrid como buena madrastra, reparte primero entre los suyos 3.360 tn y le deja las migajas a Canarias sólo 140 tn y la poca flota pesquera que nos queda tarda tan sólo unas horas en pescarla, máximo un día. ¿Qué locura es esta?
Pues ahora la lucha del gobierno “autónomo” de Canarias es llegar a 500 tn en 2017, ¡fuertes rebenques! En lugar de defender nuestra realidad física, somos un archipiélago que está en el África noroccidental, a 90 km de la costa (el archipiélago africano más cercano al continente) y a miles de kilómetros de Europa, por lo tanto no deberíamos entrar en el reparto europeo.
Canarias tiene que estar en el ICCAT para reclamar nuestra cuota, que debe ser la que podamos pescar con artes tradicionales y sostenibles, bajo el control científico canario y del ICCAT. Al que no le guste este planteamiento que se mande a mudar.
Integración con el mundo
Como decíamos, cualquier política futura pasa por tener un gobierno canario auténtico. Que controle todas las importaciones (las fronteras), que tenga derecho a negociar internacionalmente cualquier acuerdo, que pueda establecer su zona económica exclusiva propia, desarrollar una política agraria que parta de nuestra realidad general como archipiélago, de cada isla en particular y que englobe todo; agua, tierra, semillas, razas autóctonas, pastos, fertilizantes, caladeros tradicionales, comercialización, investigación etc. También la recuperación del mercado inglés, que fue durante cientos de años nuestro mercado tradicional.
Pero sobre todas las cosas, mirar de frente hacia nuestro continente: África. Demostrarles que Canarias puede ser un faro de conocimiento y tecnología, no para robarles, sino para hacer juntos el camino que debemos recorrer si queremos conseguir la soberanía política y la soberanía económica. Que abra una nueva era de igualdad, libertad, fraternidad y solidaridad entre todos los pueblos que habitamos en él.
P.S. Reflexión que hace un amigo: «que el país al que pertenecemos, España, tenga los dos partidos más corruptos de Europa Occidental (PP-PSOE con pruebas en la mano) y que estos ocupen más de 220 escaños en un parlamento de 350, es para echarse a temblar y a correr, cuanto antes mejor, y pararnos a pensar donde vivimos».
Autinimara – Creando Canarias