
EDITORIAL
Desde que las intenciones de realizar prospecciones en aguas canarias por parte de Repsol y el Ministerio de Industria, tanto monta, monta tanto, resultaran definitivas, el camino recorrido por la sociedad canaria ha sido largo. Tras los iniciales titubeos y estudiadas ambigüedades de muchos dirigentes políticos, la creciente oposición social que este atentado contra el medioambiente y la soberanía de las islas generaba, obligó a que éstos tuvieran que posicionarse más allá de cualquier tipo de duda. Los sectores internos de Coalición Canaria que estarían encantados de participar en el negocio petrolero, hoy callan sabedores del tremendo coste que podría tener un viraje de posición. Así las cosas, el Partido Popular de Canarias está totalmente arrinconado y con las peores expectativas electorales desde hace mucho tiempo, gracias a la soberbia de un José Manuel Soria que nunca ha sabido hacer política en otra clave que no sea la personal. Todo esto es ya una victoria de nuestro pueblo.
En ese largo camino al que nos referíamos al comienzo de este editorial, ha habido diferentes hitos que han ido jalonando esta marcha masiva, histórica, en que se ha convertido la lucha contra las prospecciones petrolíferas. Las manifestaciones que siguieron al visto bueno del entonces Ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, a los planes de Repsol, forman ya por derecho propio parte del legado colectivo de este pueblo. En aquel entonces, el pueblo canario salió en masa a la calle, dolido porque ni siquiera hubieran respetado su 30 de mayo, pero firme y resuelto a enfrentar aquel atropello. Semanas después, intentaba José Manuel Soria convertir el pregón de las Fiestas de Telde en un acto de desagravio a su persona, mas nuevamente encontraría el rechazo del pueblo y hasta de la Iglesia. A partir de ahí, la batalla en la calle, puestos de trabajo, centros de enseñanza, fiestas populares, playas, redes sociales, eventos deportivos,… no ha cesado por todo el país. Más allá de edades, simpatías políticas, procedencia, clase social,… el NO a las prospecciones es inmenso. Sin embargo, aún queda camino por recorrer.
Mañana, sábado 18 de octubre, los canarios estamos convocados nuevamente a marchar en defensa de nuestra tierra y en contra de las prospecciones petrolíferas. No sólo en las ocho islas del país sino en innumerables lugares del exterior (Caracas, Bruselas, Nueva York, Madrid, París, San Sebastián, Okinawa, Málaga, Montevideo, Barcelona, San Diego, Buenos Aires,…) saldremos los canarios y otras gentes solidarias a manifestarnos contra quienes creen que pueden ningunearnos y poner en marcha su contaminante industria en nuestras aguas. No pueden poner en riesgo el bienestar y la calidad de vida de tanta gente y pensar que lograrán salir impunes de tal atropello. Nuevamente, nos tendrán enfrente. La respuesta de nuestra sociedad debe estar a la altura de la afrenta y ser un ejemplo multitudinario y pacífico del rechazo que los planes de Repsol y José Manuel Soria al frente del Ministerio de Industria, su repulsivo colonialismo, encuentran en nuestro pueblo.
Mañana, 18-O, tocará salir a la calle y el próximo 23-N, si el Tribunal Constitucional no se alinea nuevamente con el Partido Popular, tocará votar. Tanto en una fecha como en la otra, en la marcha como en la urna, Tamaimos será parte de ese grito unánime de un pueblo que ya no acepta que otros decidan lo que en este Archipiélago debe ser. ¡Aquí vivimos, aquí decidimos! ¡No a las prospecciones!