Publicado originalmente el 28 de julio de 2009
En un artículo publicado el pasado día 19 en El Día firmado por Miguel Zerolo, se puede leer: “¿Qué clase de pueblo es el que vive permanentemente en el discurso de la limosna, de la subvención y la súplica? Lo que debemos afrontar en Canarias es una renovación que nos devuelva nuestro orgullo y nuestra identidad; aprender a vivir del fruto de nuestro trabajo y nuestras aptitudes.”
Y yo me pregunto, al hilo de la reflexión de Zerolo: ¿Y qué clase de élite política es la que vive permanentemente en el discurso de la limosna, de la subvención y la súplica?
Y sigo llegando a las mismas conclusiones a las que llegúe en 2004: estos señores nos convierten en los mendigos más elegantes de Europa.