
El escenario es cuanto menos simbólico, Telde, donde se graba la mayor parte de La Cueva de las mujeres. La primera idea era grabar la entrevista en el Parque de San Gregorio, pero una cortacésped inoportuna lo impide. Nos vamos al Parque Urbano de San Juan. Primero el sol se cuela en cámara, luego nos visita otra cortacésped y finalmente los trabajos en el Cementerio, enfrente de donde nos encontramos, imposibilita que el sonido sea 100% limpio. Antes nos habíamos quedado sin opciones a cubierto por distintas circunstancias. La entrevista parece maldita, como maldecida por magia negra, esa que no hacían las brujas canarias, pero finalmente la realizamos.
Es la tercera vez que entrevisto a Armando Ravelo. El cineasta teldense está en una fase de mayor madurez creativa que en 2012 y 2014, las anteriores entrevistas, una madurez que él mismo percibe de sí. El Proyecto Bentejuí ya cuenta con tres cortometrajes, un largometraje (La Tribu de las 7 islas) y una obra de teatro (Ancestro). Ravelo reconoce que empieza a ser feliz en el camino de contar la ficción histórica en Canarias, con mensajes cada vez más profundos y sin las batallas estériles del pasado. La decepción quedó atrás, ahora camina con el mismo espíritu crítico pero sin esas peleas que le desgastaron.
El Parque Urbano de San Juan está cerca de San Francisco, barrio del casco de Telde donde se rodó buena parte del cortometraje La Cueva de las mujeres. San Francisco todavía remite a la memoria de las brujas en cuevas y bailaderos, paseen un día por la noche y piensen en ello. El silencio sepulcral de ese San Francisco contrasta con el ruidoso y movido parque urbano en esa mañana. Pero mientras hablamos se cuela el misterio de las santiguadoras, los rezados y las tradiciones ancestrales. De esas mujeres que protagonizan historias que sirven de inspiración al director y que, a su juicio, conforman una especie de «matriarcado soterrado». «Creo que La Cueva de las mujeres refleja un estilo mío propio, anteriormente me fijaba en cineastas que me gustaban, pero ahora creo como sé crear», señala. También reconoce que no se esperaba el éxito de su nuevo cortometraje, que ha llenado la mayoría de las salas en las que se ha proyectado y ha tenido muy buenas críticas.
El jueves 14 de febrero podremos disfrutarla nuevamente en el Museo Elder de Las Palmas de Gran Canaria. El pase es a beneficio de la Fundación Canaria Tamaimos, patrocinador de la obra y a quien Armando Ravelo está muy agradecido. Por el momento, como adelanto, pueden conocer más de la creación del Proyecto Bentejuí gracias a esta entrevista. Un vídeo que no hubiera sido posible sin la colaboración desinteresada de Pedro Pérez y Paula Rincón, que lo filmaron y lo editaron con mimo.