Armando Ravelo: Nuestra primera aventura juntos fue en Ansite. ¿Qué recuerdas de esa época?
Navid Hejazi: Recuerdo que me comentaste que estabas realizando tu primer cortometraje y me hizo mucha ilusión que quisieras contar conmigo. También recuerdo que antes de comenzar a trabajar en Ansite hicimos La Reina de las Hadas. ¡Ese fue realmente nuestro primer trabajo juntos!
A.R.: Cierto, un cuentito que hicimos unos meses antes que Ansite.
A mí me parece que fue en otra vida, han pasado muchas cosas desde entonces. Ansite fue una experiencia bonita, pero también muy dura. Es una bonita historia. ¿Cómo la ves desde la distancia del tiempo? Me refiero al trabajo, al corto en sí.
N.H.: Bueno, por aquel entonces yo todavía estaba en Boston (actualmente reside en Los Angeles) y aunque ya había trabajado en algunos cortos ese era el mas importante que hice hasta la fecha. Y sí, parece que fue hace mucho tiempo. Ansite fue un poco la semilla de lo que hemos ido desarrollando estos años. Por ejemplo en cuanto a elementos étnicos en la música. Creo que hemos ido definitivamente perfeccionándolos y jugando con ellos. Además, creo que es algo que se ha tocado poco, la música tradicional canaria en el cine
En Ansite esos elementos eran mas sencillos. Poco a poco, tras Mah y La Cueva de las Mujeres especialmente, hemos tenido la oportunidad de meternos más de lleno en ellos
¿Qué piensas tú?
A.R.: En general no se ha hecho mucho cine de esta temática. A veces eso nos ha hecho ir a ciegas, jugar con la intuición, arriesgarnos. Hemos cometido errores, pero sí, creo que el balance es positivo y la línea es ascendente.
En Mah recuerdo que jugamos con elementos muy íntimos. Esa banda sonora creo que es muy buena. Conseguiste plasmar la fuerza y a la vez la sensibilidad de la protagonista. No era fácil…
N.H.: Recuerdo estar viendo Mah y pensar que no tenia ni idea de lo que iba a hacer, porque nunca había visto algo así antes. Pero ese es el camino, investigar, probar, hasta que das con la clave.
Creo que lo interesante es que en cada proyecto así hemos creado algo inesperado y a raiz de eso hemos ido desarrollándolo en los proyectos siguientes
A.R.: Mah descolocó a mucha gente. Recuerdo que cuando se proyectó, muchos se quedaron a cuadros. Algunos conmovidos, y otros, creo que los menos, se enfadaban. Querían ver otra historia de héroes épicos, sociedades perfectas y triunfales, y no una trama en una sociedad compleja y dura, como sin duda fue la canaria durante largas etapas.
N.H.: Creo que ese es el encanto de tus producciones, esa sorpresa. Traes algo novedoso al cine.
Recuerdo estar viendo Mah y pensar que no tenia ni idea de lo que iba a hacer
A.R.: Curiosamente, al poco de salir Mah, salieron a la luz investigaciones en las que se afirmaba el papel de la mujer en las reyertas violentas a través del estudio de los huesos, entre otros.
Derribando algunos mitos.
N.H.: Creo que estas abriendo el camino y eso tiene mucho valor
A.R.: Fue interesante esa época, no quería ser complaciente. Eso es algo que creo que es importante para un creador. Encontrar una mirada propia y no doblegarse a la voluntad de «lo que se espera de uno».
Tú eres madrileño, de padre iraní. ¿Cómo es para ti haber compuesto ya cuatro bandas sonoras en pelis donde el tema principal es la historia de Canarias? ¿Cuál es tu relación con las islas desde la lejanía?
N.H.: Nací en España y mi educación y cultura son españolas, aunque siempre se vieron enriquecidas por la cultura persa. Mi abuelo es de Ávila, una ciudad que siento muy de cerca en mi corazón. Crecí soñando maravillado con leyendas y aventuras, y creo que esa imaginación y fantasía es de carácter universal. Tuve la oportunidad de viajar a Tenerife y La Gomera cuando era adolescente y esa experiencia caló de fondo. Así que siempre he sentido una atracción muy grande por las historias que cuentas de tradición canaria. Para mí contar historias de este tipo con mi música es un sueño hecho realidad. Y también es cierto que desde que comencé a trabajar contigo siento mucho cariño por las Islas Canarias y su gente.
Pero más allá de eso, hay un carácter universal que está impreso en cada una de tus historias, y es el amor a la humanidad. Seas de donde seas, eso cualquier persona en este mundo puede entenderlo
A.R.: Eso es interesante. La gente que ha visto La Cueva de las mujeres destaca su música. Bueno, en realidad en todo lo que he hecho. Creo que hacemos un buen equipo. ¿Qué piensas?
N.H.: Yo también estoy muy impresionado con el resultado, con cada uno que ha puesto su granito de arena en esta producción. Personalmente me alegra que vayamos haciendo equipo y que en el siguiente proyecto volvamos a colaborar con ese mismo equipo, que siempre va añadiendo talento
Y tengo que decir que me impresiona el talento que hay en las islas, comenzando con las actrices y actores. Estarás de acuerdo conmigo en que todos mejoramos con cada proyecto.
Tengo que decir que me impresiona el talento que hay en las islas, comenzando con las actrices y actores
A.R.: ¡Lo que estoy deseando es hacer un largo en condiciones! Donde podamos desarrollar una historia, mimar a los personajes, donde el recorrido sea mayor. Estamos listos.
Lo que tengo claro desde ya es quien va a hacer la banda sonora…
N.H.: Estoy de acuerdo. Estamos listos y seguro que sería excelente. ¿Tienes pensado qué historia contar? ¡Espero que sea yo el encargado de la música!
A.R.: Por supuesto. Bueno, de hecho leíste el guion, el de Canaria, la isla de los valientes. Nunca te he visto trabajar con otro director…
N.H.: Sí, he leído el guión varias veces y que sepas que ya tengo el motor puesto en marcha deseando arrancar.
Ya tengo el motor puesto en marcha deseando arrancar (con la música del posible largometraje Canaria, la isla de los valientes)
A.R.: Ojalá sea pronto...
N.H.: Hace algunos años trabaje con un director que, literalmente, estaba sentado detras mío mientras yo trabajaba delante del ordenador diciéndome «esa nota me gusta», «esa no, cámbiala», «toda esa escena ya no necesita música»…y después resulta que sí que necesitaba música. Cambiando de opinión a cada rato. Así que no te preocupes que hay de todo. Ahora en serio, trabajar contigo es fácil en el sentido en que confías mucho en mi criterio, y a la vez es un reto porque se trata de crear algo original casi de la nada.
A.R.: Sí, la gracia es que te arriesgas y no tienes miedo a aceptar mis retos. Mis indicaciones suelen ser mínimas y más orientadas al tono emocional de una escena. Porque yo te admiro como músico. Creo que ese punto es importante, no es que no tenga a otro músico, es que yo quiero a éste.
N.H.: En La Cueva de las Mujeres recuerda que ha habido alguna escena en la que mi criterio no es que fuera erróneo, pero no era lo que querías para contar en tu historia. Y cuando hemos dado con la clave es cuando hemos, casi sin quererlo, abierto un camino para contar tus historias de una manera acertada.
Es a lo que me refería de crear algo y desarrollarlo en el siguiente proyecto. En cada producción en la que hemos trabajado siempre ha habido un par de ingredientes novedosos en la música.
Pero realmente me considero muy afortunado de que me tengas tanto aprecio y te guste la música que creo. No es nada fácil que se de algo así. Y la admiración es mutua…
A.R.: Has participado en películas de buen presupuesto, estuviste preseleccionado a los Óscar este año, y has llegado a trabajar dentro del estudio de Hans Zimmer. ¿Dónde entran en todo ese mundo nuestras humildes producciones para ti?
N.H.: Esto para mí es colaborar con un artista y no con un producto. En Hollywood la energía y dinámica creativas son imparables y hay mucha exigencia. También es todo muy sistemático porque esta muy supeditado a grandes cantidades de dinero y riesgos. Toda esta exigencia me hace fuerte en esta profesión y cuando me presentas un proyecto nuevo para mí es como un respiro, no porque sea mas sencillo, en absoluto, si no porque me concede un tiempo en el que puedes parar y pensar, y dedicarte a crear algo auténtico que muchas veces aquí no tienes oportunidad de hacer, sobre todo según se aleja del cine independiente y se aproxima más a una producción de estudio.
Cuando me presentas un proyecto nuevo para mí es como un respiro, no porque sea mas sencillo, en absoluto, si no porque me concede un tiempo en el que puedes parar y pensar, y dedicarte a crear algo auténtico que muchas veces aquí (en Hollywood) no tienes oportunidad de hacer
A.R.: Al final creo que estamos avanzando en un estilo, como creando un mundo propio. Pequeño y humilde, no somos Warner Brothers, pero tampoco queremos serlo. Estamos poniendo alma, la nuestra, a parte de la historia de estas islas frente a la costa africana.
Es un reto, en parte una responsabilidad, pero es apasionante por lo que tiene de novedoso, de riesgo.
N.H.: Estoy de acuerdo. Quizá en el supuesto que Warner Brothers un día quisiera subvencionar una de tus producciones, estarías atado a muchas condiciones que te impedirían contar la historia de la manera en que la visionas
A.R.: El mundo del cine es complejo, desde luego. Mi opinión personal es que la imagen de éxito está tergiversada. Para mí el éxito es poder contar las historias que quieres contar. Y es verdad que en esa maquinaria es más que difícil. Ahora tenemos limitación de presupuesto, ojalá pronto podamos hacer cine con lo mínimo. Creo que nunca se ha dado el caso. Para poder ir más allá, el presupuesto es importante.
N.H.: Desde luego. Si no, no hay película. Yo también espero que confíen más en nosotros y podamos crear el próximo largometraje con los recursos necesarios
A.R.: De todo lo que hemos hecho, ¿cuál es tu trabajo preferido?
N.H.: Es difícil de decir, porque todos han sido diferentes y únicos. Quizá cosas de Ansite, cosas de Mah, de La Cueva de las mujeres… Aunque es cierto que La Tribu de las 7 islas para mí fue muy especial porque el género de aventuras épicas y fantasía es mi favorito. Realmente trabajar en esa película fue casi como vivir una aventura para mí.
No te voy a preguntar cual es tu trabajo favorito porque como director seguro que te es imposible de elegir. Sería como preguntarle a alguien cuál es su hijo favorito.
A.R.: Bueno, soy muy crítico con lo que hago. Todos tienen cosas malas y creo que cosas buenas. Sí es verdad que creo que cada vez damos un pasito, como decíamos antes. Ansite tiene una esencia que me encanta, pero le veo fallos de esos que duelen. Mah tiene alma, y es reivindicativa, le tengo mucho cariño. Y La Cueva de las Mujeres posee elementos complejos que siempre quise trabajar. Creo que ha sido un reto que hemos cumplido.
¡Por muchos trabajos más juntos, amigo!
N.H.: Ver fallos es normal. Pero se corrigen en el siguiente trabajo. A mí me pasa lo mismo. Para eso esta el tiempo, para aprender.
¡Por muchos trabajos mas!