Los empresarios turísticos están perseguidos. Son unos incomprendidos que crean empleo, riqueza, bienes y buenos sueldos, que están sometidos al juicio continuo de políticos, instituciones, medios y trabajadores. Se queja de la situación Jorge Marichal, presidente de Ashotel (patronal hotelera en la provincia occidental), en una entrevista post Fitur que concede en El Día.
Hay que partir de la base que todo lo bueno que ha pasado en Canarias en las últimas décadas viene del turismo, o sea, gracias a ellos: «unas islas en las que, hace 30 años, mi abuela cogía tomates en el Sur y hemos hecho esto… Nuestros niños están al mismo nivel que casi cualquiera de Europa. Y esto, ¿de dónde viene?, ¿de la agricultura o el turismo?». Claro que sí, el desarrollo es cosa del turismo y no de la agricultura, menos de los ecologistas que siempre impiden el desarrollo, pero como no se solucione lo del alquiler vacacional, «levanto hoteles donde quiera», amenaza Marichal.
Si somos líderes en turismo, explotemos el turismo. «El modelo es el que es y no se cambia de un día para otro. Además, ¿por qué cambiarlo? Lo que debemos hacer es seguir siendo líderes en nuestro sistema productivo, adecuar los procesos formativos de nuestra gente y que puedan aportar más valor y lograr mayores nóminas», señala. Y eso lo hacemos con empleados que traemos de fuera, los de «aquí no estamos cualificados, por ejemplo, en idiomas, lo que debería ser como comer». Ya lo decía el amigo Kiessling, él sí que sabe.
Crean empleo sin parar y pese a ello «con cualquier cosa eres un golfo o un diablo». «De 2013 a 2017, hay 25.000 personas más trabajando en Canarias solo en hostelería». «Está claro que solos no podemos acabar con el paro, y ya quisiéramos, pero no somos sospechosos de no contratar», indica. 25% de empleo más, nada menos. «Si vas a las cifras, el negocio no ha subido un 25% y el empleo, sí. Por eso decimos que contrataremos la gente que necesitamos para dar un servicio adecuado al precio. Si hiciéramos algo distinto, iríamos contra nuestra competitividad, no solo empresarial, sino de las Islas», cuenta. Si el beneficio no sube un 25%, contratar un 25% es una dádiva generosa. Esto es así. Aunque los beneficios den para crear el 85% de empleo, por poner una cifra, aunque antes el empleo estuviera bajo mínimos, por ejemplo, esto ha de ser 1-1, si no, no somos competitivos…
Los empresarios pagan buenos sueldos en el sector turístico. «El convenio colectivo no solo se cumple, sino que más del 80% de las empresas pagan por encima. La gente está bien retribuida, nunca he escuchado problemas y, para serte honesto, ni siquiera con lo de las camareras de piso, tan en boga», destaca. Recuerda que «si aquí una camarera de piso cobra 1.400 euros, en Turquía, 200 dólares». ¿Encima se quejan? Menos mal que no proponen pagar 200 euros al mes, que es lo que tocaría para hacer competitivo nuestro destino turístico. Y sobre todo, problemas de salarios en el sector, nada de nada. Con todo esto, como dice Marichal, «el que se deja explotar es porque quiere».
Lo de la tasa turística ni hablar, es un suicidio. «Porque una tasa se cobra por un servicio y cómo le vamos a explicar a un señor de Centroeuropa, que nos hace un favor viniendo», opina Marichal. Ese señor que nos hace un favor, no puede ni quiere pagar ni un euro más. Al contrario, para los empresarios «80 millones (lo que gasta el Gobierno de Canarias en el sector turístico) son una cutrez para los 2.100 millones que se deja cada año en impuestos el sector». ¡Los empresarios ya generan mucho dinero! ¡Ya está bien!
Pobre turista, que nos hace un favor viniendo, y pobre empresario perseguido: «en el Parlamento o Gobierno, ¿por qué no hablan de la interinidad de los maestros; de los que trabajan con contratos parciales en el SCS más de 10 años; de las pagas extra que quitaron, de los sueldos que no suben, de las plazas que no crean para que haya trabajo fijo? Y dicen que los hoteleros somos malos, que no contratamos, que no damos estabilidad cuando, en realidad, más del 70% son contratos fijos. Somos un ejemplo; somos tan buenos, que todo el mundo nos tiene ganas y, por eso, tenemos que defendernos cada día». Los empresarios perseguidos, son tan buenos, como dice Jorge Marichal, que todo el mundo les tiene ganas. ¡Con el favor que nos hacen! ¡Basta ya de acosar a los empresarios turísticos!
P.S.: la ironía la pongo yo. Las declaraciones, Jorge Marichal, en la entrevista concedida a El Día. Los argumentos él los adelanta, yo también los tomo del argumentario del tertuliano y empresario medio que copa nuestros medios de comunicación. Sirva este texto como homenaje a su ingente labor y a su independencia. Con mi sarcasmo no quiero banalizar la delicada situación social, laboral y salarial de buena parte de los empleados turísticos. Ahora sin sorna, que este texto les sirva de inspiración y que se den cuenta, si no lo han hecho ya, de cómo piensan los que manejan el zurrón del gofio, su zurrón del gofio.