Miren la infografía que Tamaimos publicaba en el año 2012 (abra en pestaña nueva y amplíe para mejor visionado). Se compara a Canarias con Islandia, Nueva Zelanda, Singapur, Irlanda y Hawaii, en materia de habitantes, turistas y compañías aéreas. Hay un país que no tiene compañías aéreas internacionales y solo dos regionales. Además la competencia no es tal, la dimensión de una y otra compañía, y la presencia de la grande en la pequeña, no permite colocarlas en pie de igualdad. No obstante, es fácil asociar el término monopolio a la situación del transporte aéreo de ese lugar, en prensa, en declaraciones de representantes políticos y en el imaginario social de la opinión pública, se acuña con relativa facilidad. Eso ocurría en noviembre de 2012, pero a junio de 2017 la situación es similar, salvo por una cosa: una compañía internacional se va a ocupar también de los vuelos locales a partir de octubre. Esta empresa no es del país, a pesar de que es el territorio que más turistas por habitante recibe de todos los comparados. Pero no puede ser Canarias, esas cosas no pasan aquí, aquí los nuestros verían el evidente negocio.
La compañía internacional fuereña aprovecha una subvención del 75% a los billetes de los pasajeros. No es la primera vez que una exención fiscal de este tipo sirve para enriquecer a los que vienen a ese país. Sumamos a ello que la empresa tiene una sentencia en firme por el fraude en el descuento de residentes, que le obliga a pagar 30 millones de euros. Algunas voces del sector consideran «oportunista» que ahora se ocupen de este servicio, justamente la misma empresa que, esta persona dixit, casi acaba con el descuento. La multan por abusar de una subvención, por falsear datos para obtener más beneficios y hace otro servicio para aprovecharse cuando aumenta el privilegio. Los poderes políticos lo acogen con alegría. Pero eso no puede ser en Canarias, en las islas no se permitiría.
Aparte del monopolio que esa empresa rompe, se ha colado en los medios de comunicación, de forma nada inocente, para anunciar la creación de puestos de trabajo. 400 empleos por el inicio de vuelos caseros y atent@s, la friolera de 15 «maleteros» (denominación vulgar de agente de rampa o agente de handling, pero que aparece escrita tal cual en prensa). ¿En qué condiciones? Sabemos que la parcialidad y la temporalidad es marca de la casa. Si hablamos de una de las bases más importantes, los últimos empleados que se convirtieron a fijos datan del año 2007. En esos diez años el grupo ha crecido y ahora mismo cuenta con el 80% del volumen de trabajo en la base. ¿Quién ataja esa carga si no aumenta el personal fijo? Según datos de los sindicatos, hasta ahora unos 300 eventuales en temporada alta y 150 en temporada baja, sin jornada fijada, con una gran inestabilidad salarial… Y siempre sobra personal fijo, pese a las jubilaciones, a las bajas forzadas… Con estos datos, me queda claro que esto no puede ser en Canarias, ¿cómo podrían tolerarse estas cosas?
A estas cuestiones añadamos una más, una idea que presento al principio: ninguna compañía aérea internacional del lugar, con el mayor número de turistas por habitante de los países comparados. A las regionales se suma una que no es del territorio, que es una de esas tantas empresas «muy bien implantadas», «con un gran compromiso con el país», pero que desde que flojean las subvenciones, los privilegios fiscales o la alfombra roja de los poderes políticos, toman rumbo a otro sitio. Sin embargo en ese país abrazan a esas empresas fervorosamente. Los políticos le ponen en bandeja de plata la subvención, aplauden la decisión en declaraciones públicas, sin cuestionarse que el negocio asociado al turismo vuelve a volar. Pase y haga negocio en ese país. Si es de fuera lo tiene muy fácil. Le dan todas las ayudas, todas las subvenciones, todas las palmaditas. El sector empresarial nacional está muy cómodo en sus ámbitos, con sus ayuditas, sin querer meterse en ningún jaleo fuera de su comodidad. Encima ni siquiera a usted se le pide que sea justo con las condiciones y los salarios, hace mucho que esa batalla ha sido abandonada por sus habitantes, que no preocupa a sus representantes. Definitivamente, ese territorio no puede ser Canarias, aquí la gente es más seria y encima somos súper ultra mega híper europeos, más que los irlandeses…