Publicado el 24 de marzo de 2016
Otra vez tenemos que hablar de récord turístico durante esta Semana Santa. Algunos medios indican que la ocupación en Canarias está cercana al 100% de ocupación, en cualquier caso por encima del 94%. Hablamos de un aumento de un 5% con respecto a años anteriores y de un 9% en relación al año pasado. El presidente de la FEHT, Fernando Fraile, considera que “los datos de este año son mejores que los de 2015, que ya fueron buenos”, por lo que lo reconocen hasta los que llevan varios ejercicios afirmando que los ingresos siguen sin ser suficientes. Y eso que el turismo en Canarias se mantenía mientras pasaba lo más virulento de la crisis económica. Nos hemos acostumbrado a tener récord sobre récord, en un espiral sumatoria que sin embargo, como hemos dicho desde Tamaimos muchas veces, no logra tirar del empleo.
En Canarias no solo triunfa el turismo habitual, el de sol y playa. El turismo de cruceros, por ejemplo, generó 2.500 millones de euros en 2015. Solo en Santa Cruz de Tenerife se esperan en estos días unos 13.000 cruceristas. Sin embargo, el que viene en cruceros es un visitante itinerante y generalmente poco rentable. En algunos lugares el número masivo de cruceristas está haciendo auténticos estragos, como por ejemplo en Venecia. Existen otros turismos más sostenibles y más personalizados, como el turismo rural. En esta Semana Santa Canarias tiene en torno a un 80% de ocupación de media, por encima de la media estatal y situada en el octavo lugar del Estado en cuanto a ocupación de recintos rurales. La Palma tiene una ocupación de en torno a un 80%, Fuerteventura supera el 80%, Gran Canaria, al igual que La Gomera, ronda el 90% y El Hierro está al completo de su capacidad. En el caso específico de Gran Canaria, hablamos del doble de capacidad que el año pasado, además de un casi pleno durante todo el invierno.
Todo ello se ha conseguido casi sin apoyo y promoción institucional, como denuncia Carlos Fernández, Presidente de la Asociación de Turismo Rural Isla Bonita de La Palma. Este lunes 21 de marzo valoraron estas cifras los representantes de las asociaciones de turismo rural de todas las islas, salvo el de Lanzarote. Fue en «Buenos Días Canarias» de Canarias Radio La Autonómica. José Santana Pérez, Presidente de Fuerteventura Rural, recordó que esto no es más que un espejismo, ya que el balance anual no supera el 40 o 45% anual. Según el representante majorero, muchos visitantes llegan a complejos rurales porque no hay camas en el sector hotelero y extrahotelero, por lo que son visitantes prestados. Santana pide subir los precios, más que hacer camas y camas turísticas: “más que hacer más camas, lo que hay que hacer es subir los precios. Lo que no puede ser es que a nosotros para ir a Londres nos cueste solo el viaje 300 o 400 euros y aquí con 500 o 600 euros puedan venir con todo incluido. Hay que poner sobre la mesa estos datos y pensar si hay que hacer más camas o no hay que hacer más camas”. Una aseveración que choca con la querencia de algunos empresarios turísticos, que están presionando para seguir construyendo. Santana Pérez recuerda que bajaron la media del precio de los establecimientos de 60 a 50 euros por la crisis y que todavía no lo han subido.
De otra forma lo ve Miguel Ángel Morales, Presidente de la Asociación Herreña de Turismo Rural, que se queja de los pocos complejos hoteleros que hay en El Hierro. Sobre el repunte de este año, asegura que hay una afluencia de turismo europeo que no se veía hace años. Casi todos asocian el repunte de este año y los récords de los anteriores con la situación política generada en el Magreb y Oriente Próximo. José Santana Pérez advierte que “cuando se arreglen los conflictos en esos países no sé cómo lo vamos a pasar”. Juan Antonio López de Vergara, Presidente de la Asociación Turismo Rural de Tenerife, relaciona los buenos datos de este año con la situación en el Magreb. Verónica Alemán, Gerente de Gran Canaria Natural, señala que la mayoría de las reservas son realizadas desde origen y hace mucho tiempo, pese a lo que reconoce que “la situación externa está beneficiando estas cifras”. El mismo Fernando Fraile deduce de muchas reservas que se trata de turistas que iban al Magreb y a otros destinos con problemas de seguridad, y que finalmente eligieron Canarias. Una situación de inestabilidad de destinos internacionales que está aupando las cifras de visitantes de los últimos cinco años, pero que en algún momento se acabará. La sensación es que no hay plan B cuando llegue ese momento.
Una de las alternativas para mantener los ingresos turísticos la apuntaba José Santana Pérez: subir los precios. Un tema tabú para los hoteleros, que creen que la competitividad es lo barato y no la calidad de los servicios. Otra cuestión prohibida y rechazada es la tasa turística, cuyos ingresos podrían sufragar los servicios. Por otro lado está el tema de la especialización y la diferenciación turística. Juan Antonio López de Vergara indica que “si no diferencias la oferta no sabrás si estás en Canarias, en Rusia o en Japón”. El representante palmero Carlos Fernández solicita que la oferta de turismo rural sea parte de una experiencia turística diferenciada con elementos culturales, etnográficos y gastronómicos propios. Según su experiencia, considera que el turista empieza a valorar el proceso de especialización de las escapadas rurales en Canarias.
Entre los numerosos visitantes de estos días en Canarias, se encuentran dos primeros ministros: David Cameron, que estará en Lanzarote y Angela Merkel, que acude a La Gomera. No deja de ser un poco llamativo que los máximos mandatarios de Gran Bretaña y Alemania se vayan de vacaciones a Canarias mientras Europa acaba de sufrir un atentado en pleno corazón del continente y la situación de los refugiados se recrudece, sin solución aparente más allá de expulsarlos. En parte, no dejan de ser cómplices, en algunos casos partícipes, de la situación de inestabilidad política de países del Magreb y Oriente Próximo, lo cual está derivando turistas a Canarias. Desde nuestro tejado, tenemos que intentar que el turista se lleve una experiencia integral, inolvidable, y que el visitante elija Canarias en competencia con otros destinos en paz. Tenemos tiempo, pero dormirnos en los laureles puede provocar que estas buenas cifras no sean más que la elección de un destino en segunda instancia.