El verano es una época propicia para la pachanga. Dentro del elenco de canciones que cada año taladran nuestro cerebro, siempre hay una que se denomina «canción del verano». Una de esas canciones del verano, quizá una de las más conocidas de las últimas décadas es «La bomba» de King África, que arrasó allá por el verano del año 2000, cuando la secuencia numérica de los años cambiaba y debió ser que también los ritmos musicales. De ella se tuvo que acordar Fernando Fraile, presidente de la Federación de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas, cuando declaró que las cifras del turismo en julio estaban siendo buenas, pero que agosto «va a ser la bomba».
Y aquí se viene el empresario con este negocio que es una bomba. Para ganar esto es una bomba. Hablamos de un nuevo récord turístico en este 2016, con un crecimiento de un 17,9%, 682.224 turistas más que en 2015. La siguiente marca numérica se cifra en superar los 14 millones de visitantes. Hablamos de una buena racha que se prolonga desde 2011, año en que la Primavera Árabe cayó como un maná para el empresario turístico. La tarifa media diaria en hoteles fue en 2015 de 79,9 euros, un 4,5% más que el año pasado y más de un 7% por encima de la media estatal. Empero, según Canarias 7, de estos turistas que han venido desde 2008, 4 millones lo han hecho en modalidad de todo incluido. Un movimiento sensual de los hoteleros, sin duda, que cabrea al resto de servicios asociados.
Para crecer esto es una bomba. El Centro de Predicción Económica (Ceprede) prevé en un estudio un crecimiento del PIB canario de un 3,2%, 0,5% por encima de la media estatal. Para currar esto es una bomba. El turismo creó 50.000 puestos de trabajo en 2015. El problema reside en que estos trabajadores son los penúltimos peor pagados del Estado, solo por encima de Extremadura según datos del INE. A esto se une la temporalidad, tanto en contrato como en jornada laboral total. Hablamos de trabajadores de servicios aeroportuarios contratados por 2 horas semanales u otros empleados en distintos servicios que se emplean por días, enviados por una ETT. Un movimiento muy sexy.
Para limpiar esto es una bomba. Las Kellys de Lanzarote se presentaron el pasado mes de marzo solicitando el fin de la externalización laboral, la reducción de la edad de jubilación y la disminución de la carga de trabajo. Estos días siguen denunciando incumplimientos laborales a los que se habían comprometido los hoteles y el acoso a las trabajadoras que denunciaron la situación. Lo hacen desde Puerto del Carmen (foto principal del artículo) y ya se han extendido a Fuerteventura. Ellas son la viva imagen de la cara B del negocio turístico, el rostro de la doble explotada: trabajadoras de limpieza canarias en el paraíso turístico y mujeres.
Para comprar esto es una bomba. Los Centros Comerciales de Las Palmas de Gran Canaria empezaron hace meses a abrir los domingos. Aludían a lo de siempre: interés turístico. Los turistas vienen desde Frankfurt, Londres o Amsterdam a comprar lo que allí no hay, claro, y lo hacen un domingo. Con la excusa de «creación de puestos de trabajo» (segundo recurso más socorrido junto al interés turístico) finalmente se dispuso esta apertura dominical. ¿Qué pasó en la realidad? ¡Sorpresa! Los mismos trabajadores del resto de la semana, cubrían el puesto los domingos, en la mayoría de los casos sin contraprestación económica y en los afortunados casos que sí la recibían, con una cantidad que podríamos calificar de insultante. Algunos sindicatos recogen firmas contra esta apertura, mientras el alcalde progresista, Augusto Hidalgo, todavía no tiene una postura al respecto.
Para escapar esto es una bomba. El Informe sobre desigualdad, pobreza y cohesión social en Canarias realizado por el propio Gobierno canario, señala que la pobreza en las islas es un problema estructural y no derivado de la crisis. Indica que el desempleo tiene una fuerte influencia sobre la pobreza, pero es que además, en el paraíso turístico canario, existen personas que trabajan que no llegan a final de mes, o lo que es lo mismo, trabajadores pobres. Las empresas emplean pocos recursos humanos y encima cada vez el salario es más bajo, mientras la responsabilidad y la carga laboral aumenta. Por otro lado, también es alto el número de titulados superiores que desempeñan trabajos por debajo de su nivel, diez puntos porcentuales por encima del Estado. Nada de esto son especulaciones, está extraído del trabajo del comisionado que concluye: «en definitiva, se podría concluir que el crecimiento económico por sí solo no pondrá fin a la pobreza y la exclusión, debiendo abordarse el cambio en el modelo productivo y la distribución justa de las rentas del trabajo y de los esfuerzos fiscales”.
Tenía mucha razón Fernando Fraile, esto es una auténtica bomba. Suavecito para arriba, duro para abajo, para abajo, para abajo. La bomba de empresarios turísticos, hoteleros, turoperadores, líneas aéreas, empresas de handling, etc. también es un paraíso desigualdad. Quien sabe si también se acaba convirtiendo en una bomba de relojería y los que están en la base del negocio, por supuesto, esos sí canarios, comienzan a plantear el fin de este sistema macabro al grito de acaba, acaba, acaba, acaba, acábalo, acaba, acaba, acaba, acaba, acábalo, acaba, acaba, acaba, acaba, acábalo, acaba, acaba, acaba, acaba, acábalo.