Con ponentes de la talla de José Ángel de León, José Antonio Ramos Arteaga y Jacqueline Cruz, la segunda fecha del curso «Canarias y la mirada decolonial» constó de una mesa redonda sobre literatura canaria moderada por José Miguel Martín, Presidente de la Fundación Canaria Tamaimos. El acto, en cambio, lo abrió Míchel Jorge Millares, Director de la Universidad de Verano de Maspalomas, que agradeció la colaboración y el empeño de la Fundación Tamaimos para cristalizar este curso.
Ya entrados en materia, José Ángel de León ofreció una charla introductoria que comenzó con una llamada a la teorización del estudio colonial de las Islas Canarias, lo que Walter Mignolo llamó «la herida o la diferencia colonial». Destacó que «la cultura logocéntrica se acerca a ideología» en su estudio en Canarias, donde por ejemplo aparece la ideología del esclavo contra el amo sin haber vivido un proceso de descolonización del territorio. Para De León en las teorías decoloniales «tiene que aparecer el espíritu emancipador».
A continuación citó dos ejemplos de elementos de este tipo en la literatura canaria separadas por un siglo. En 1977 Domingo Pérez Minik se queja del seguidismo de la poesía en Canarias y en el siglo XIX Francisco María Pinto incluye en una de sus obras la historia de un militar español que viene a Canarias y califica a los habitantes de las islas como gente sin alma. Apostilló también que es pura fantasía de la burguesía canaria creerse dentro de una modernidad global y capitalista.
José Antonio Ramos Arteaga, de la Universidad de La Laguna, centró su intervención en la Literatura Canaria de Primera Modernidad, centrándose en Cairasco de Figueroa y Antonio de Viana. Antes quiso homenajear al antropólogo Fernando Estévez, tristemente desaparecido estos días. Desde Tamaimos.com también lamentamos su pérdida. El ponente dejó claro desde el principio que partía de una existencia de lo colonial en Canarias que nos afecta de manera colectiva e individual.
Con gran dinamismo y vehemencia, Ramos Arteaga obtuvo la atención de los alumnos desde el minuto 1, en el que ya quiso dejar claro que el nacionalismo institucional tenía su razón de ser en evitar mayores discusiones sobre Canarias que las que ellos quieren. Lo ejemplificó en el homenaje que el Gobierno de Canarias realizó en 2007 a Cairasco de Figueroa y Antonio de Viana, que a su juicio dieron una imagen demasiado bucólica de los dos autores. En su opinión no son más que ejemplos de criollos letrados, lo que él llama «agencia criolla». «El Doramas de Cairasco y el Bencomo de Viana no son resaltados, en todo caso ridiculizados», señaló. En el caso de Cairasco, según el Doctor de Filología Hispánica, quería defender sus negocios azucareros.
Ramos Arteaga comparó a la burguesía del XVII y XVIII con la actual, que genera debates falsos para distorsionar y difuminar. Habló de la Comedia del Recibimiento al Obispo Vera (la que se conoce popularmente es la del Obispo Rueda). Cuenta el Profesor de la ULL que él la consiguió en tres días, mientras las instituciones no se habían preocupado en conseguirla, una vez pasada la efeméride de su homenaje en 2007.
Jacqueline Cruz dató la época de las vanguardias, materia de su clase, entre 1927-1936, cuyo centro es Tenerife. Allí comienza una vanguardia, en un lugar como Canarias que es periferia, pero a la vez estos territorios son propicios para el comienzo de vanguardias artísticas. Nace de ella un nuevo regionalismo en contraposición del regionalismo mitificado de la época anterior. Se basa en el universalismo al que se llega desde lo particular, en un lugar privilegiado entre tres continentes.
Sobre identidad buscada por los vanguardistas indica que en la tradición literaria anterior no se encuentra. Establece un paralelismo con la literatura de mujeres, en la que cada nueva época tiene que empezar a construir de nuevo sus referencias. La geografía es un elemento configurador de la psicología canaria en esta época («La Rosa de los Vientos», «Lancelot 28º-7º» de Agustín Espinosa). Pedro García Cabrera destaca la realidad isla. Este interés geográfico, en palabras de la investigadora, supone un recurso para reapropiarse de la tierra usurpada.
Ya en el coloquio, José Antonio Ramos Arteaga definió el uso de la figura de Doramas por parte de Cairasco como «propagandístico». Surgió una pregunta sobre el encaje colonial exacto y diferenciador hoy día en Canarias, en relación, según la cuestión, con Extremadura. Ramos Arteaga aseguró que «la cultura capitalista ya nos tiene definidos como un espacio colonial. No hay más que ver que aquí vienen a rodar películas y usan Canarias para plasmar Puerto Rico, Marruecos o Filipinas. Hollywood ya nos ha definido como territorio decolonial». Para terminar, una nueva cita del Doctor en Filología Hispánica por la ULL: «el personero hacía una papel parecido al que hace hoy en día Coalición Canaria en Madrid». Hoy cierra el curso con la participación de Álvaro Santana Acuña y de Samuel Pulido.