
Dice El País que el aeropuerto de Barajas ha perdido en dos años un 20% de pasajeros y que eso es malísimo para la economía de Madrid. También dice que ahora el alumno aventajado es Barcelona-El Prat, que sube como la espuma y acaba de superar, coyunturalmente, a Barajas en número de pasajeros. Muchos en Cataluña lo ponen como ejemplo de buena gestión y competitividad catalana, frente a rémora y decadencia española.
Y, sin embargo, si miramos más allá de los pasajeros y la tan española rivalidad entre Barcelona y Madrid, veremos que ambos aeropuertos en realidad tienen más en común de lo que a algunos les gustaría. Por ejemplo, los dos inauguraron terminales millonarias hace relativamente poco, y los dos son terriblemente deficitarios.
Barajas abrió la impresionante T4 en 2006, con una inversión de más de 6000 millones de euros. Barcelona-El Prat estrenó su flamante T1 en 2009, gracias al Plan Barcelona, con un coste total de más de 3.200 millones de euros, a lo que habrá que sumar el monto de su nueva terminal satélite. Ambas infraestructuras se financiaron con fondos públicos de AENA, dependiente todavía del Ministerio de Fomento, y son el origen de la inmensa deuda (algo más de 13.000 millones de euros) que arrastra ahora el operador aeroportuario. Con semejantes inversiones multimillonarias, cabría esperar que Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat mejoraran ampliamente su rendimiento, pero no. Ninguno de los dos consigue ser rentable y siguen acumulando pérdidas (en 2012 Barajas 95 millones, El Prat 22 millones) por la tremenda deuda que arrastran.
Claro que en eso no desentonan en el panorama aeroportuario español, otro ejemplo de competitividad y buena gestión: de los más de cuarenta aeropuertos del estado, sólo diez son rentables. Pues bien, de esos diez aeropuertos rentables, es decir los únicos que aportan fondos a AENA, nada menos que cuatro son canarios. Recordemos aquí que AENA se financia exclusivamente con sus ingresos aeronáuticos y comerciales, o sea, con tasas aeroportuarias. Esas tasas se mantienen altas en el Archipiélago porque hay que compensar el déficit de todo el sistema español, pero ahora se van a rebajar en Barajas para ver si así allá recuperan volumen de pasajeros.
Resumiendo: los canarios tenemos 4 de los 10 aeropuertos rentables (de un total de más de 40), y estamos manteniendo AENA a flote, junto a los baleares, mayormente. Las inversiones multimillonarias se las llevan otros, que aún así son incapaces de generar rentabilidad. Los canarios tenemos que pagar vuelos más caros porque las tasas se mantienen altas para pagar la deuda de AENA, esa deuda generada por la T4 madrileña y la T1 catalana, además de 30 y pico aeropuertos deficitarios. Pero a los madrileños sí les van a rebajar ahora las tasas, para que los vuelos les salgan más baratos y así ver si recuperan volumen de pasajeros. Se ve que no les bastó con 6000 millones de inversión. Súmenle a todo la reducción de vuelos en Canarias y tendrán como resultado que somos los paganini de toda esta fiesta de despilfarro y derroche, española igual que catalana. Y además ponemos la cama.
Y digo yo, ¿no quedábamos en que a los canarios nos tienen que mantener? ¿No quedábamos en que Canarias vive de las subvenciones porque solos nos morimos de hambre? ¿No quedábamos en que no generamos riqueza? ¡Pero si resulta que somos nosotros los mantenedores! Ahora entiendo que el gobierno de España no quiera ni oír hablar de cogestión de los aeropuertos canarios. ¿Para qué, para perder su fuente de ingresos? “La gestión en red aeroportuaria a nivel estatal es la más adecuada para los aeropuertos españoles[…]», dice el gobierno español. Y dice bien, son los aeropuertos españoles los beneficiados porque se financian con la riqueza que producen los aeropuertos canarios. ¿Cuántos millones de euros generados en Canarias se van a pagar la deuda de aeropuertos españoles deficitarios, de los que luego presumen madrileños y catalanes por igual? La cantidad está todavía por calcular. El término que lo define ya lo conocemos: expolio colonial.