Tal vez ésta no sea sino otra de las múltiples expresiones canarias que han desaparecido, pasto de la última chafalmejada televisiva o del “pseudoneutrismo” imperante. Para los que no tuvieron la suerte de conocerla, o no la recuerden, los canarios decíamos –y algunos todavía decimos- que alguien hizo algo “a la muda”, cuando lo hizo tratando por todos los medios de que nadie se enterase. Se me antoja que es muy paradójica la coincidencia con el topónimo La Muda, en la isla de Fuerteventura, donde los militares andan con ganas de instalar un par de radares de los suyos. Estas ganas les vienen de hace tiempo y son casi tan viejas como las muestras de rechazo del pueblo majorero a todo lo que suponga militarizar su territorio. El que no conoció este rechazo –o no lo recuerde- que investigue la historia del Tercio Don Juan de Austria – o sea, la Legión- en la isla majorera. Su estancia, plagada de incidentes violentos, acosos, violaciones y hasta secuestros,… fue recompensada por el primer gobierno de las AIC con el Premio Canarias, lo cual ya da a entender el valor de un premio que se concedió a la Legión y se negó a José Antonio Ramos. El que ya quiera subir nota, que investigue la lucha de los vecinos de Pájara contra el campo de tiro en su municipio, que también viene de viejo, y es frecuentemente amenizada con vuelos rasantes en helicóptero encima del mismo casco del pueblo.
Pero volviendo a La Muda, les decía que se me antojaba paradójica la coincidencia entre la expresión canaria y el topónimo, máxime cuando en estos días la virreina, también conocida como Delegada del Gobierno, Carmen Hernández Bento, afirmaba categóricamente que el Ejército ya había buscado alternativas al emplazamiento de los dichosos radares y no las había encontrado. A Paulino le dijeron que buscarían con más ahínco, por lo que se ve, puesto que el hombre se lo creyó y va por ahí diciendo que los militares y sus quehaceres no son compatibles con el turismo de calidad. Debe ser que sí lo son con los cabreros, escolares, amas de casa, luchadores de lucha canaria, pensionistas, fabricantes de peces de colores, etc. Para mí, que quieren que les diga, los militares le dijeron una cosa a Paulino y otra a la Bento. Mientras tanto, a la muda, a la zorrúa, hacen todo lo posible por dejarnos sin otro paraje natural, con su protección legal y todo, bajo el pretexto de la “defensa de la seguridad nacional”, ese bálsamo de Fierabrás que todo lo cura.
P.S: Molesta especialmente toparse con ese tipo de individuo o individua, muy preocupado por la escalada militar en Beluchistán del Norte y que pasa ampliamente de la militarización de nuestro país.