Ésa era la máxima, como bien sabrán, del despotismo ilustrado, que parece conocer nuevas glorias en el municipio de Las Palmas. ¿Cómo explicar si no que, aprovechando ese enorme monumento a la improvisación que fue el Plan ZP, se haya construido un local social polivalente te lo juro por mi madre donde no haya hueco para los vecinos? Justo eso, por extraño que parezca, es lo que denuncian los miembros de la Asociación de Vecinos Pamochamoso de Arenales. El nuevo centro, de tres plantas y una decena de salones, no incluye ninguna instalación para que los vecinos puedan reunirse. Más allá de la vertiente humorística del asunto, que puede tenerla, es a mi juicio esta noticia indicadora del desnorte del Ayuntamiento de Las Palmas, siempre más preocupado por el efectismo que por la efectividad, por el boato que por el desarrollo, por ridículas gestiones para que venga Bob Dylan a promocionar la capitalidad cultural antes que por que los vecinos de mi barrio tengan un sitio donde reunirse.