Me apasionan las lenguas. Aprender nuevas lenguas y profundizar en las que ya conozco.
Por eso, desde que el pasado 6 de agosto, en un trayecto de la Naviera Armas entre Gran Canaria y Tenerife oí esa frase, mi vida cambió para siempre: había escuchado mi primera frase en lengua alienígena.
«Rogamos a los señores pasajeros con vehículo que ya pueden proceder al garaje»
Lo dicho: lengua alienígena.