Hoy toca una de esas entradas transoceánicas, que se escriben en los aeropuertos, las catedrales de esta posmodernidad maltrecha. Antier noche tuve la oportunidad de conversar con un viejo y entrañable amigo a cuenta del imprescindible Ensayos sobre la cultura canaria, de Ángel Sánchez. Se extrañaba mi amigo de que un libro tan fundamental, lleno de fundamentos, no se reeditara para dar a conocer a las gentes que en su día no pudieron disfrutar de los brillantes análisis del pensador isleño. A mí no me extraña demasiado, la verdad. Existe un correlato de la batalla del pensamiento políticamente correcto contra el nacionalismo emancipador en el terreno de los debates culturales y éste es el asimilacionalismo, una suerte de pensamiento heterocentrado empeñado en eliminar cualquier traza de elemento propio, particular en el devenir histórico y cultural de una comunidad humana como la que constituimos los canarios. En la política nos toca ser comunidad autónoma, en cuanto a la cultura españoles y punto, socialmente nada diferencia a este archipiélago africano europeizado y tan profundamente americano de la España mesetaria, por lo visto. Estos debates no son sino perfiles de un mismo objeto, que nos muestra su cara política, cultural o social,… como una roca volcánica cuando la alzamos ante la vista. Girándola, pareciera rocas distintas y, sin embargo, es siempre la misma. Tanta neblina no puede cegar lo evidente.