
Batata News. Se llama Juan García y tiene 48 años. Este domingo fue a la playa con su familia y llevó seis sombrillas, ocho tumbonas, tres neveras grandes, tres colchonetas hinchables, cuatro sillas, cinco flotadores y, además, la cartera, el móvil…
Llegaron a las 9:30 a una playa desierta que se fue llenando. Cuando terminó de montarlo e hincharlo todo ya la playa estaba llena. Era más tarde de las 11:30. Los chiquillos y las chiquillas se lo pasaron en grande y estuvieron hasta las 20:30.
Cuando miró la hora se dio cuenta: «¡mañana trabajo temprano!». Empezó a recoger pero era imposible. Se le iba a ir unas tres horas en recoger, más una hora en coche hasta casa… No lo dudó y decidió pedir el lunes de mudanza.
«Al final, ¿para qué sirve la mudanza? Pues básicamente para trasladarse de una casa a otra. Yo cambié ese día mi casa por la playa, el día de mudanza está más que justificado», argumenta. La opción la están valorando en torno a mil domingueros para próximas semanas.