El Renacimiento arribó como una época de esplendor tras la supuesta oscuridad medieval. Atrás quedaban la religión como centro de todas las actividades humanas, la vida rural y la servidumbre, para abrirse una nueva era con el renacimiento de las ciudades desde el siglo XIII, el hombre como centro del universo, la vuelta a la cultura clásica, el absolutismo, el auge del comercio, el nacimiento del protestantismo o el “descubrimiento” de nuevos mundos. La Edad Media nos evoca la imagen de un monje sometido a rigurosas normas de fe en un monasterio nevado, quizá por culpa de Umberto Ecco y su genial obra “El nombre de la rosa”, que supo contar como nadie las intrigas cristianas y las luchas de poder de la época.
Con el nuevo tiempo llegan las grandes expediciones, la apertura al mundo, los grandes imperios europeos donde no se pone el sol. Claro, los períodos temporales se marcan siempre desde la visión eurocéntrica. Para los pueblos conquistados, los años del Medievo europeo fueron de tranquilidad, mientras que en el Renacimiento llegaron los conquistadores, a Canarias a principios del siglo XV, a América en 1492 y ahí empezaron las guerras, los genocidios, la aculturación. La oscuridad, para los pueblos americano y canario, llegó con el invasor y fue en el llamado Renacimiento europeo. Y llegaron en barco…
Un nuevo barco se espera que arribe en próximos días. Es el Rowan Renaissance, barco de la compañía Rowan y que está alquilado por Repsol previo pago de la módica cantidad de medio millón de euros al día. El barco con el Renacimiento en el apellido, que estuvo al borde del desastre en Namibia y que viene de explorar los hidrocarburos en Angola. Asistido por cuatro embarcaciones, está encargado de realizar las prospecciones en el punto denominado como “sandía”. En caso de que este barco dinámico no sea capaz de realizar los trabajos, se usarán las plataformas habituales. El Reinaissance tiene previsto perforar a 5.000 metros de profundidad, a 50 kilómetros de la costa de Lanzarote y Fuerteventura, la inversión de Repsol en la perforación “sandía” será de 200 millones de euros, 170 millones menos de lo que se ahorrará con la rebaja fiscal que le proporciona el Gobierno y los trabajos durarán dos meses. La llegada del barco de la Renaissance se estima para entre el 15 y el 20 de noviembre.
Y vaya si es un renacimiento. En los años 60 apareció un nuevo monocultivo, el turismo. Con la nueva forma de vida, las poblaciones rurales emigraron a las zonas turísticas, mientras los antiguos aparceros del tomate se enrolaban en el sector de la construcción o los servicios, porque era lo que daba de comer. Este hecho, más allá del desarraigo de dejar poblaciones rurales por barrios de extrarradio sin zonas verdes, propició la destrucción de buena parte del territorio. Desde la Conquista no hemos hecho sino asistir a los cambios de modelo económico y a la destrucción de nuestro entorno. Con el inicio de las prospecciones debemos plantearnos que una era dejará paso a otra. Por mucho que nos diga la surfista americana del anuncio sobre California, aunque Repsol y el Gobierno sumen esfuerzos para convencernos de que todo seguirá igual, el riesgo existe y la misma lógica nos dice que mantener 13 millones de turistas como llegarán este año, no va a ser fácil, más que nada porque son los mismos turoperadores los que han mostrado su preocupación. Además debemos añadir lo cuantioso de ese cambio. Pepe Quintana en Sietesitios expone que las ganancias brutas procedente de las prospecciones serían 180 millones de euros para Canarias, mientras que se dejarían de percibir más de 5.000 millones de euros, que serían las ganancias aproximadas para Repsol. Teniendo en cuenta que la Sanidad y la Educación, competencias autonómicas, suman en los presupuestos de 2015 unos 4.000 millones de euros, queda claro que 180 millones es una limosna. Si hablamos de puestos de trabajo, solo basta remitirnos a los datos de empleados de la misma compañía. Pero es que además si las prospecciones empiezan en breve, ¿cómo es posible que la lista del paro no se haya disminuido todavía? En definitiva, las ganancias solo las verá la compañía privada.
Este es el Renacimiento en Canarias, la Renaissance que nos promete Repsol. El economista Antonio González Vieitez llamó al presidente de Repsol, Antonio Brufau, “el nuevo Adelantado”. Al igual que los adelantados de la europea época renacentista, las huestes de Brufau llegarán en un barco. En la zona se encontrarán con el Artic Sunrise, el barco de Greenpeace no sabemos si avalado por su socio Enrique Hernández Bento, militancia del Subsecretario de Industria que contamos hace un tiempo en Tamaimos. La sociedad civil ha salido a la calle en manifestaciones históricas, la consulta popular ha sido prohibida y el pueblo canario no se ha expresado en las urnas. La disposición de la mayoría de instituciones canarias y buena parte de la población ha sido desoída y el barco se acerca. Mañana está previsto el recibimiento al Rowan Renaissance en la Avenidad Marítima de Santa Cruz de Tenerife y en la Plaza Belén María de Las Palmas de Gran Canaria a las seis de la tarde.