
Les recomiendo esta provocadora y lúcida entrevista de hace tres años a Eduardo Galeano. Sus consideraciones sobre el liderazgo, el eurocentrismo, la hipocresía europea para con Latinoamérica… son especialmente oportunas tras el reciente fallecimiento de Hugo Chávez. Lo ayudan a uno a recentrar las cosas, a ganar perspectiva. El siguiente fragmento me llamó especialmente la atención:
«Está ocurriendo algo muy lindo, que es una suerte de exorcismo colectivo de los viejos demonios. Y de algunos nuevos también. Uno de los que dejó la herencia colonial fue la cultura de la impotencia, que te mete la idea en la cabeza de que «no se puede». Y eso vale para los países pobres y para los ricos. Porque Venezuela es un país objetivamente rico, tiene petróleo, pero tiene metido adentro ese concepto de la impotencia contra el que ahora se intenta luchar. Es difícil, porque la cultura del petróleo te entrena para comprar y no para crear».
«Te entrenan con la idea de que no hay que tomarse el trabajo de crear las cosas si se las puede consumir comprando. Es la cultura de consumo, no de creación. Nace de la cultura de la impotencia, que es la peor de las herencias coloniales. Te enseña a no pensar con tu cabeza, a no sentir con tu propio corazón, y a no moverte con tus propias piernas. Te entrena para andar en silla de ruedas, para repetir ideas ajenas y para experimentar emociones que no son las tuyas».
Herencia colonial, convencimiento de la propia incapacidad, desconocimiento de África y su influencia en lo propio, vivir como nuestras experiencias ajenas… ¿Galeano habla de Latinoamérica o de Canarias?