
Mestizo y orgulloso. Raíz de cumbre, de barrio y cercano a la costa. Hijo de aparceros y empaquetadoras y nieto de campesino. Pude estudiar. He conocido otras culturas, personas de otros sitios, aprendí mucho de ellas. He viajado, conocí otros espacios, grandes monumentos, bosques de infarto, compartí con personas en grandes ciudades y playas de otros mares. Soy cosmopolita, universal, ciudadano del mundo. Y reitero, mestizo. El único ascendiente claramente no oriundo que conozco era negro. Con orgullo.
Canarias es un mar de culturas de ida y vuelta. África, América y Europa están en nuestra piel y en nuestra historia. Raíz africana, amazigh. Conquista europea y emigración a América y, más recientemente, a Europa, ya con otras condiciones. Pueblo tolerante. A un chino de La Isleta lo pueden llamar Yeray y hablar más canario que alguien de Arafo o Alajeró. Un hindú de Puerto Rico parecerá de Agaete o La Aldea por su tez morena y su forma de hablar. Orgullo de pueblo tolerante. El rechazo reciente es un imput que llega por influencia e intoxicación, como hemos explicado aquí ampliamente.
Sí, vale, somos mestizas. Con mucha honra. Si preguntas en la calle a diez personas sobre la identidad canaria, tres te mirarán extrañadas, tres hablarán de gofio, mojo y baile, uno te dirá que eso no existe, posiblemente de Algeciras hacia arriba, y tres te empezarán a hablar de mestizaje. Sí, señoras y señores, mestizas y con orgullo, tienen mucha razón. Genoveses, flamencos, andaluces, vascos, portugueses, normandos, bereberes, subsaharianos, venezolanos, saharauis, cubanos o uruguayos tienen presencia en nuestra sangre, más los aportes posteriores.
Ahora bien, ¿es Canarias más mestiza que otros pueblos? ¿En otros lugares lo primero que citan cuando hablan de identidad nacional es su mestizaje? Por ejemplo, por la Península Ibérica estuvieron los árabes ocho siglos. Visigodos, suevos, portugueses, celtas, tartesos, fenicios, romanos, griegos… España es mestiza. En Francia durante décadas se han instalado norteafricanos y subsaharianos, principalmente procedentes de ex colonias. Francia es mestiza.
En Estados Unidos se han unido un crisol de orígenes. Ingleses, irlandeses, indios, más tarde latinos, europeos varios, hindús, orientales… Estados Unidos claramente es mestizo. Lo mismo podríamos decir de Canadá, Australia, Sudáfrica… Y, en definitiva, de casi todo el mundo. ¿Cuándo Estados Unidos, Francia, España o Canadá definen su identidad se denominan como «pueblo mestizo» en primer lugar? La identidad nacional incluye ya ese mestizaje, en algunos lugares más que en otros, pero lo incluye. Pero no es lo primero que se cita. «Canarias es un encuentro de continentes», «somos un pueblo mestizo», «somos atlánticos», ¿quién no ha escuchado estas expresiones?
Todo esto tiene un aroma a falta de autoestima, a la indefinición del hombre canario que diría Manuel Padorno: «ha terminado el tiempo de la indefinición del hombre canario. De este hombre del Sur de Europa, del Norte de África, del Este de América: el hombre de la comarca canaria: el hombre de la Región canaria», preconizaba en su discurso de los Premios Canarias en 1990. O, como diría Rizard Kapuscinski en Ébano, «yo distingo dos tipos de civilizaciones a lo largo de la historia. Las civilizaciones de desarrollo y las de supervivencia». En esa clasificación del periodista polaco, que recorrió buena parte del mundo postcolonial, Canarias sería una cultura de supervivencia. Tiene tradiciones, costumbres, artesanía y no historia, literatura, arte, siguiendo esta clasificación que recuerda al retrato de Los nadies de Eduardo Galeano.
Fíjense que son los países coloniales o postcoloniales los que se nos vienen a la mente cuando pensamos en mestizaje. Esto sobrerrepresenta las influencias y apaga las culturas de desarrollo y evolución propia. En Sicilia se come un cuscús con influencia norteafricana, pero nadie niega que es italiano. En las calles de Miami se pueden conseguir unos nachos con queso que nadie duda que sean americanos. Aunque no es imperativo ponerle apellido y origen a todo, para nosotros todo es de fuera, sin adaptación por nuestra parte. Pasa con la música, con la alimentación, con la literatura y casi con todo. Nos falta pensar la identidad desde nuestra influencia y construcciones propias. ¿Qué es exactamente canario? Soy mestizo, canario y con identidad. No soy ni mi ADN ni mi DNI. Pero tengo cultura, historia y evolución propia. Me niego a mirar mi cultura desde la mirada ajena.