En los pasados años, distintos sectores de la sociedad puertorriqueña han abogado por el fortalecimiento de estrategias dirigidas a integrar la perspectiva de género como instrumento liberador ante diferentes formas de violencia y exclusión. El mensaje ha llegado y son cada vez más personas a nivel de comunidades, la academia e instituciones que apuestan al desarrollo de proyectos, campañas y política pública en materia de equidad de género y respeto a la diversidad. Sin embargo, esa nueva concientización ha sido recibida con resistencia por quienes se aferran a ideologías que continúan “naturalizando” y justificando la violencia de género, la homofobia y otras formas de exclusión social. A nivel de espacios deportivos en Puerto Rico, muchas personas desafortunadamente continúan utilizando estos eventos como plataforma para manifestar sus ideologías de odio a través de epítetos sexistas, homofóbicos y racistas.
El pasado mes de julio, un nutrido grupo de seguidores de los Vaqueros de Bayamón y los Piratas de Quebradillas gritaban a coro “llegó la Barbie”, cada vez que entraba al tabloncillo e iba al tiro libre, el base de los Cariduros de Fajardo y exjugador de la Selección Nacional de Puerto Rico, Carlos Arroyo. El lenguaje “macharrán” con visos de misoginia y homofobia fue denunciado por un puñado de personas. En mi caso personal, escribí una columna en el periódico digital Diálogo UPRsolicitándole acción a la administración del Baloncesto Superior Nacional (BSN) para que tomara acción con los casos de lenguaje de odio en las canchas, tal y como hacen otros circuitos deportivos profesionales a nivel internacional. Mi escrito recibió una respuesta del presidente del BSN, Fernando Quiñones, quien expresó que la liga sí tiene un compromiso con combatir estas formas de violencia en sus eventos e instalaciones. Aunque en su columna no abordó el tema de la perspectiva de género y la necesidad de continuar educando al público y administradores deportivos con estas miradas inclusivas, su respuesta fue un gesto importante que demostró su interés de abordar estos problemas por el bien del deporte y la sociedad puertorriqueña.
Recientemente, Quiñones reiteró su interés en fortalecer las campañas educativas dirigidas a combatir estas manifestaciones violentas. En un comunicado oficial del BSN, su presidente expresó que la liga y la Asociación de Jugadores trabajarán “en iniciativas destinadas a educar sobre la tolerancia y el respeto en el marco de competencias deportivas, a los fines de erradicar conductas que ya no tienen cabida en el deporte ni en nuestra sociedad”. Esta declaración del BSN surgió como respuesta a una columna escrita por el periodista Chu García, quien utilizó el espacio del diario El Nuevo Día para emplear lenguaje de burla al describir el físico del jugador Peter John Ramos. Esta lamentable actitud de burla y acoso que aún permea entre algunos periodistas deportivos, está siendo cada vez más cuestionada y combatida por diversos sectores que abogan por una cultura de paz e inclusión en el deporte puertorriqueño. Afortunadamente, el BSN y la Asociación de Jugadores están cada vez más conscientes de la necesidad de fortalecer las campañas de educación en aras de defender la dignidad de sus atletas.
No obstante, hay un gran reto que hará difícil la implementación de cualquier proyecto dirigido a combatir la violencia y lenguaje de odio en las canchas. De la misma manera que las políticas en favor de la perspectiva de género han sido recibidas con resistencia y violencia por parte de grupos religiosos fundamentalistas y otros sectores conservadores, las iniciativas que aspiran a luchar en contra de la homofobia, el racismo y el sexismo en los eventos deportivos han sido igualmente rechazadas por fanáticos que comentan en las redes sociales cibernéticas. Estos seguidores se aferran a su derecho a la libertad de expresión y hacen referencia a la tradición del BSN de siempre tener episodios en los cuales fanáticos hacen cánticos de burla hacia el jugador del equipo contrario. Incluso, a mí me acusaron de “changuito” por denunciar el coro de “el Barbie” hacia Carlos Arroyo. Para estas personas, somos “changos” quienes nos ofendemos con el machismo, la homofobia, el racismo y otras formas de violencia y exclusión. Estas actitudes de resistencia al cambio representan un problema de país que no se resolverá fácilmente, aún con las campañas educativas que pueda iniciar el BSN. Sin embargo, no por esto debemos quedarnos de brazos cruzados, especialmente cuando la visibilidad que el tema de perspectiva de género ha obtenido en años recientes ha propiciado valiosas iniciativas y cambios de actitud en personas que en el pasado minimizaban las implicaciones del problema de la violencia de género.
Exhorto al BSN a continuar con sus esfuerzos dirigidos a educar sobre el respeto e inclusión en el deporte. No será tarea fácil lidiar con tantos fanáticos que creen que comprar una taquilla les otorga el derecho a expresarse con lenguaje de odio dentro de una instalación deportiva. Hay personas que desde la academia hemos expresado nuestra disposición a colaborar en estos proyectos con el BSN. A continuación expongo algunas sugerencias para los directivos de ligas y federaciones en Puerto Rico que deseen desarrollar proyectos educativos que integren la perspectiva de género.
- Organizar talleres sobre equidad y perspectiva de género para su personal, incluyendo dirigentes de equipos, árbitros, jugadores y administradores de ligas.
- Hacer campañas educativas sobre el respeto hacia los/as atletas y la necesidad de fomentar una cultura de paz en las canchas y estadios. Esta campaña incluirá pautas televisivas y cibernéticas, así como anuncios radiales y en periódicos.
- Solicitarle a los equipos que promuevan estas campañas entre los jóvenes que conforman los equipos de categorías infantiles y juveniles en su municipio de participación.
- Coordinar con la academia acuerdos de colaboración sobre el tema de perspectiva de género y cómo podrán fortalecerse las campañas de educación popular. El pasado 17 de enero de 2018, la Universidad de Puerto Rico en Humacao llevó a cabo el “Primer Simposio: Deporte, Espacio y Sociedad” y anunció la disponibilidad de miembros de su facultad para ofrecer talleres sobre perspectiva de género y deportes.
- Utilizar los intermedios de partidos y otros momentos cuando no haya acción de un partido para dirigirse al público y destacar la importancia de la campaña que realiza la liga o equipo.
* Artículo firmado por el periodista Rafael R. Díaz Torres en 80 grados. Compartido bajo Licencia Creative Commons.