Mi querida mentora dijo una vez que «Morirse es un asunto cotidiano».2 Ciertamente lo es en un contexto colonial donde la guerra y la muerte han sido naturalizadas. Pero más allá de morirse, también se podría decir que matarse, en la colonia, es un asunto cotidiano. Según un reportaje publicado por El Vocero el 16 de febrero de 2019, «Un total de 37 suicidios se ha reportado en lo que va de año, lo que marca un aumento de 16 cuando se compara con 2018 para la misma fecha.»3 Al momento de la publicación de ese reportaje, significó casi un suicidio por día. Según las estadísticas del Departamento de Salud, entre los años 2000 a 2017 se reportaron un total de 5,458 suicidios en Puerto Rico, para un promedio anual de 303 suicidios.4 Nuevamente, casi un suicidio diario. Entre los años 2016 y 2017, la Línea Primera Ayuda Sicosocial (PAS) del Programa Integrado de Intervención en Crisis de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) atendió un total de 47,882 personas con ideación suicida.5 En los medios de comunicación se tiende a plantear que las condiciones de salud mental, principalmente la depresión y la ansiedad, son las raíces de pensamientos o tendencias suicidas. Como mínimo, el asunto de la salud mental es lo más que se resalta. Un reportaje publicado por Diálogo UPR el 1 de marzo de 2019 plantea que «Un 90% de las personas que cometen suicidio tienen alguna condición de salud mental. Entre ellas la de mayor incidencia es la depresión.»6 Me parece que estudiar el suicidio como un fenómeno individual o como un asunto meramente de salud mental del sujeto sin tomar en consideración los factores político-sociales de su entorno es una injusticia ya que dichos factores figuran como las verdaderas raíces del comportamiento o tendencias suicidas. Enfocarse en la salud mental del individuo, del sujeto singular, como causa principal del suicidio puede ofuscar raíces o lógicas operantes más nefastas y por lo tanto impiden diálogos reales para atender el asunto.
El sicólogo Darien Thira planteó que los suicidios que se reportaron en las comunidades indígenas de la provincia de Saskatchewan en Canadá en el 2016 fueron productos de la colonización.7 Thira ha planteado que el suicidio es una respuesta natural, aunque terrible, a la colonización y que no es una enfermedad sino una respuesta a un dolor inmenso.8 La colonialidad del ser –concepto que se refiere a la «experiencia vivida de la colonización y su impacto en el lenguaje»9– cuando se manifiesta y se sedimenta en la ontología del sujeto colonizado, produce la pregunta «‘¿por qué continuar?’ (why go on?) […] pregunta que ilumina la condición de los condenados de la tierra.»10 En una colonia donde es cada vez más incierto si llegará el mañana, me parece entonces que el suicidio es una reacción lógica. Vivir en un espacio donde la muerte y la guerra han sido naturalizadas, donde los residentes son concebidos como sujetos que no son, donde el espacio mismo es concebido como un no-lugar11, donde cada día hay menos oportunidades de trabajar, de estudiar, y de vivir dignamente, hace que el suicidio ofrezca una opción aceptable para escapar la condena en la tierra. En el contexto colonial, cuando se sedimenta la colonialidad del ser, se distorsiona el ser-en-el-futuro del sujeto colonial, haciendo que el suicidio sea una manera de apaciguar el sufrimiento de la vida misma. Heidegger planteó que el significado principal de la existencialidad es el futuro.12 Si no se puede concebir un futuro, el sufrimiento del presente se vuelve intolerable y sin sentido.
La persona que se suicida lo hace porque entiende que la vida puede ser de otra manera y ve en el suicidio una vía atractiva a la liberación. Puede también que, por otro lado, piense que la vida no puede ser de otra manera y por lo tanto no puede imaginarse otra vida como proyecto; es decir, no se puede proyectar en un futuro donde no sea víctima de la colonialidad, un futuro donde pueda manifestar su ser plenamente. Dicho de otra manera, el suicidio, en el sentido estrecho13, se puede dar de tres formas: a) el sujeto que lucha por la vida de su comunidad sabiendo que le costará la vida, b) el sujeto que se priva la vida porque entiende que la vida puede ser de otra manera y busca salir de la opresión (los indígenas y africanos esclavizados que se suicidaban, por ejemplo). Es decir, el sujeto no se encuentra bajo el yugo de la colonialidad del ser pero reconoce los límites materiales de su contexto socio-político y el suicidio se manifiesta como cimarronaje, c) el sujeto que no logra proyectarse en el futuro, donde se manifiesta el «¿por qué seguir?» característico de la colonialidad del ser. Se aprecia que el suicidio no es un asunto simplemente de salud mental sino que también es un asunto de la colonialidad que constituye y es constituido por la euro-modernidad, y la manera en que la colonialidad distorsiona la proyección del sujeto colonizado al futuro. De igual modo, el extractivismo ontológico es una cuarta manifestación del suicidio a medida en que la racionalidad organizadora de la euro-modernidad conduce al sujeto imperial al suicidio: «si destruyes el cosmos y la ecología del planeta, te destruyes a ti mismo».14
En el último capítulo de su texto The Man-Not. Race, Class, Genre, and the Dilemmas of Black Manhood (2017), el filósofo afro Tommy J. Curry reflexiona en torno al suicidio de manera muy relacionada a los conceptos del pensamiento decolonial. Curry comenta la manera en que el trabajo de Émile Durkheim (1858-1917) y su texto Suicide: A Study in Sociology (1827) influyó el pensamiento del revolucionario Huey P. Newton (1942-1989), quien publicó el texto Revolutionary Suicide en el 1972. Según Curry, Durkheim entendió que las personas se suicidan porque han perdido la base de su sociabilidad (sociality) o que han sido privadas de los recursos necesarios para satisfacer sus ideales del ser y sus necesidades psicológicas.15 Curry entonces trae el texto de Herbert Hendin, Black Suicide (1969), quien planteó que el suicidio entre sujetos negros en los Estados Unidos era un producto psicológico del racismo.16 El infierno que constituye la experiencia del sujeto negro en la euro-modernidad –podríamos expandir la tesis de Hendin para incluir todo sujeto colonizado/racializado– y su vulnerabilidad a la muerte y la violencia limita la orientación hacia el futuro de dichos sujetos. Los sujetos negros que Hendin entrevistó –nos dice Curry– expresaron que «no tenían futuro».17 El infierno que constituye la experiencia del sujeto colonizado/racializado en la euro-modernidad resulta más agonizante que la muerte misma. Se manifiesta el ¿por qué seguir?
De forma similar, y como ha demostrado el récord histórico, para el sujeto colonizado el suicidio se vuelve una forma de cimarronaje. El sujeto colonizado puede resistir la sedimentación de la colonialidad del ser pero debido a los límites materiales de su experiencia particular, no puede hacerle frente directa al amo o esclavista ni tampoco puede escaparse de la plantación convirtiéndose así en cimarrón (en el sentido estrecho). Por ejemplo, fue tan frecuente el suicidio entre los esclavizados de ascendencia africana que en 1840 en Cuba se abrió una investigación al respecto archivada en el Archivo Nacional de Cuba con el título Causas que influyen en el frecuente suicidio de nuestros esclavos y medidas que deben adoptarse para evitarlos.18 El suicidio entonces se vuelve un recurso para la liberación y para evitar la deshumanización producida por la colonialidad. En su texto clásico The Souls of Black Folk (1903), Du Bois celebra la muerte prematura de su primer hijo. La muerte prematura para el sujeto colonizado/racializado se convierte en una posibilidad para escapar las entrañas de la euro-modernidad y el dolor y sufrimiento que consiste vivir en ella. «Mi alma me susurra –dice Du Bois, hablando sobre la muerte de su hijo– “no muerto, no muerto, pero fugado; no esclavo, sino libre”».19
Todo esto Curry lo elabora para contrarrestarlo a la postura de Newton sobre el suicidio. Para Curry, en la raíz de la conceptualización de Newton del sujeto negro se encuentra el mandato escatológico que es mejor oponerse a las fuerzas que llevan al sujeto negro al suicidio que aguantarlas pasivamente.20 Es una paradoja inescapable. Mantenerse en una posición estática es esperar a que la muerte le llegue a uno prematuramente pero intentar oponerse a la civilización euro-moderna que condena al sujeto colonizado a una muerte prematura es, precisamente, asegurar una muerte prematura. El actuar contra un mundo que condena la vida de sujetos colonizados/racializados es aceptar la muerte prematura como una consecuencia. A caso una muerte más justa.21
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Referencias
1 Jorge Luis Borges. “El suicida”. La rosa profunda. 1975. Reproducido en https://www.poeticous.com/borges/el-suicida?locale=es
2 Anayra Santory Jorge. Nada es igual. Bocetos del país que nos acontece. (Cabo Rojo: Editora Educación Emergente, 2018), 74.
3 Fernando Pereira. “Aumenta el ritmo de suicidios en la Isla”. El Vocero. 16 de febrero de 2019. https://www.elvocero.com/ley-y-orden/aumenta-el-ritmo-de-suicidios-en-la-isla/article_8cb87d04-3195-11e9-9fb8-0f808c996635.html?utm_medium=social&utm_source=facebook&utm_campaign=user-share
4 Departamento de Salud, Gobierno de Puerto Rico. Estadísticas Preliminares de Casos de Suicidio Puerto Rico, FEBRERO 2018. https://www.salud.gov.pr/Estadisticas-Registros-y-Publicaciones/Estadisticas%20Suicidio/Febrero%202018.pdf
5 Ibid.
6 Solaritza Rivera, Cristopher Rodríguez y Leyshla Ruiz. “De la depresión y la ansiedad a algo más”. Diálogo UPR. 1 de marzo de 2019. https://dialogoupr.com/de-la-depresion-y-la-ansiedad-a-algo-mas/
7 Jennifer Quesnel y Trevor Botherol. “Psychologist says northern Sask. suicides a result of colonization, not mental illness”. CBC News. 5 de diciembre de 2016. https://www.cbc.ca/news/canada/saskatoon/northern-sask-suicide-gathering-1.3881652
8 Ibid.
9 Nelson Maldonado-Torres. “Sobre la colonialidad del ser: contribuciones al desarrollo de un concepto”. En El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Santiago Castro-Gómez y Ramón Grosfoguel, ed., 127-167. Bogotá: Siglo del Hombre Editores / IESCO-UC / Pontificia Universidad Javeriana, 2007, 130.
10 Ibid., 150.
11 Etienne Helmer. “Aquí y ahí. Filosofar con los lugares”. Ponencia magistral presentada en la Celebración 4to Día Mundial de la Filosofía, 6 y 7 de diciembre de 2018, San Juan.
12 Martin Heidegger. Being and Time. Traducido del alemán por John Macquarrie & Edward Robinson. (Oxford: Blackwell Publishers Ltd, 2001) (Orig. pub. 1927), 376.
13 Ciertamente que usar «máscaras blancas» cuando uno es de piel negra, por ejemplo, constituye una especie de suicidio en el que se busca aniquilar, a través del blanqueamiento, todo rastro de la negritud. En esta reflexión no me refiero al suicidio en este sentido amplio sino a su sentido estrecho.
14 Ramón Grosfoguel. “Del extractivismo económico al extractivismo epistémico y ontológico”. En Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, Vol. 1 No. 4. (2016), 33-45. https://dx.doi.org/10.15304/ricd.1.4.3295, 42.
15 “Individuals commit suicide because they have lost the foundation of their sociality; they are deprived of the means to achieve their ideals of self and psychic necessities.” Tommy J. Curry. The Man-Not. Race, Class, Genre, and the Dilemmas of Black Manhood. (Philadelphia: Temple University Press, 2017), 179.
16 Ibid., 180.
17 “The Black males Hendin interviewed expressed the belief that they had ‘no future’.” Ibid.
18 Germán Carrera Damas. “Huida y enfrentamiento”. En África en América Latina. Manuel Moreno Fraginals, ed., 34-52. (México: Siglo XXI Editores México, 2006), 46.
19 “All that day and all that night there sat an awful gladness in my heart, —nay, blame me not if I see the world thus darkly through the Veil, —and my soul whispers ever to me saying, ‘not dead, not dead, but escaped; not bond, but free.’”. W.E.B. Du Bois. The Souls of Black Folk. (New York: Restless Books, 2017), 189.
20 “At the heart of Newton’s conceptualization of Black maleness is an eschatological mandate holding that ‘it is better to oppose the forces that drive me to self-murder than endure them.’” Curry, 187.
21 “To not act against, to remain passive and non-actional, encourages death, just as acting, resisting, moving toward revolution implies ‘repression, counter-terrorism…prison, and funerals’. To act against the world that condemns the life of Blacks is to accept death as a consequence — a more just death.” Ibid.
* El autor es Pedro Lebrón Ortiz, que posee un bachillerato en Ingeniería Mecánica de la Universidad Politécnica de Puerto Rico y una Maestría en Filosofía de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Trabaja como ingeniero en una empresa aerospacial y hace filosofía en su tiempo libre, y mientras trabaja también. Enseña cursos de diseño, tecnología aerospacial, y filosofía en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Aguadilla con el Departamento de Tecnología y Ciencias Aplicadas y el Departamento de Humanidades. Publicado originalmente en 80 grados y compartido bajo Licencia Creative Commons.