
Publicado originalmente el 10 de marzo de 2014
Uno debe leer con cuidado o los medios de comunicación lo engañarán, llevándolo taimadamente a ese lugar al que los intereses económicos que los mantienen quieren precisamente llevarlo. Por estos días, los medios canarios han titulado de manera parecida la noticia de que las petroleras Cairn Energy y Genel Energy han confirmado lo que ya ESSO sabía desde 1968: “la presencia de petróleo en (estratos del) Jurásico Superior, como originalmente se había comprobado en el sondeo MO-2 de 1968, a unos dos kilómetros de ese mismo punto”. O sea, que, bien mirado, no hay noticia, como tampoco sería hoy noticia el asesinato de Martin Luther King o que los estudiantes parisinos -los de verdad, no los venezolanos- andan de revuelta, por citar sólo dos sucesos también acaecidos en 1968.
Pues bien, para esta primicia de “rabiosa actualidad” escogen en el Canarias 7 el siguiente titular: “Marruecos encuentra petróleo cerca de Fuerteventura”. ¡Qué gran ejercicio de rigor periodístico! No es una desconocida petrolera sino el archienemigo Marruecos quien “encuentra” petróleo y, además, ¡cerca de Fuerteventura!. Teniendo en cuenta que hay unas 90 millas de Fuerteventura a Cabo Juby, no se me ocurre ningún lugar que no pueda ser definido como “cerca de Fuerteventura” pero eso ahora da igual. Lo que interesa es resaltar que el moro se nos adelanta mientras nosotros estamos con chafalmejadas de respetar el medio ambiente o consultar a la sociedad democráticamente. En Marruecos no pierden el tiempo con referéndums y, claro, así les va: encuentran petróleo, sus niveles de desarrollo son espectaculares, como todos sabemos y su democracia, un ejemplo para los países del mundo. ¡Seamos como ellos!, acabará pensando el lector incauto que no pase del titular.¿Qué más dará que el hecho en sí fuera conocido desde 1968? No dejes que la verdad te arruine «una buena noticia».
Algo mejor es el titular de La Provincia, “Cairn y Genel confirman la existencia de petróleo entre Marruecos y Canarias”. Por supuesto, uno debe leer la noticia entera si no quiere quedarse en la superficialidad -nunca mejor dicho- de la creencia de que hay mucho petróleo bien cerquita de nuestras costas. Les reto a seguir el vínculo y averiguar la distancia entre el enclave de los pozos marroquíes y los que quiere explotar Repsol. No es fácil, les advierto. Dejémoslo en “cerca”, un término de una rigurosidad científica pasmosa que convenientemente evita el que se sepa que se habla de bolsas diferentes. En cualquier caso, se llevarán el premio de conocer las probabilidades de encontrar petróleo en los dos emplazamientos con que el Gobierno español pretende obsequiar a la multinacional: un 20 % y un 14 %, respectivamente. O lo que es lo mismo, hay un 80 % y un 86 % de que Repsol perfore y no encuentre nada. Ni petróleo ni gas. Ése es el fantástico negocio que iba a dar cincuenta y pico mil puestos de trabajo a los canarios y acabar con la dependencia energética de España. De la de Canarias nunca se habló. Y algo me dice que nunca vamos a leer un titular ni remotamente parecido, al menos en la prensa canaria.