
En estos días de petroperiodismo enfolinado y medios convertidos a la petrofilia, desde Tamaimos hemos querido ver qué cuenta la prensa extranjera de todo este zaperoco que nos tienen organizado gentilmente desde tan lejos. Nos hemos encontrado con algunos detalles jugosos:
Para empezar, varios medios, entre ellos el Washington Post y el austríaco Der Standard, vinculan directamente la necesidad española de reducir el déficit y de recuperar credibilidad antes los inversores internacionales con las prisas por aprobar las prospecciones petrolíferas en aguas canarias. O sea, que para sanear el presupuesto hay que buscar dinero debajo de las piedras si hace falta, o a 3000 metros de profundidad si se tercia. Lo mismo da que Canarias tenga uno de los menores niveles de endeudamiento del estado (Cataluña, por contra, está endrogada hasta el cuello, y casualmente La Caixa controla bastantes acciones de Repsol). Der Standard llega a subtitular que «La falta de dinero allana el camino a las prospecciones frente a Canarias«. El objetivo sería pues aprovechar el petróleo para ayudar a reflotar las cuentas españolas, tan alicaídas tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. El beneficio, para Canarias, dicen.
La radiotelevisión finlandesa Yle y el propio Der Standard publicaban el pasado día 16 otro dato interesante: las prospecciones no las realizaría Repsol, sino un consorcio en el que la española tiene el 50%. La otra mitad se la reparten la australiana Woodside Petroleum Ltd. (30%) y la alemana RWE AG, lo que invalida el argumento de la supuesta «españolidad» del proyecto, ya difícil de sostener en el caso de una multinacional, como es Repsol, que no sabe de nacionalidades. Ni de impuestos, por cierto, siendo como es una habitual de los paraísos fiscales. Para el anecdotario: la eléctrica RWE tiene en su cartera de asesores a Joschka Fischer, ex ministro de exteriores alemán… del partido verde.
Sigamos con la Bundesrepublik: la agencia Efe informó estos días de la carta que el gigante alemán de los turoperadores TUI remitió al Cabildo de Fuerteventura, alertando del peligro que conllevaría un vertido de petróleo para la marca Canarias, que quedaría irremisiblemente asociada al desastre para los turistas potenciales. Sin embargo, no conviene contar demasiado con la oposición de TUI a las prospecciones: según publica Der Spiegel, «en la central de TUI ven las cosas con más calma y no piensan que las extracciones fueran a espantar a los turistas». Será quizás porque no comenzarían hasta dentro de 10 años, lo que supone un buen colchón como para ir trasladando el negocio a otros destinos emergentes, y lo de Canarias fue bonito mientras duró. De todas formas, si se marchara TUI, nos quedaría RWE. Los intereses alemanes salen ganando igualmente.
El Süddeutsche Zeitung alude por su parte a la espinosa cuestión fronteriza con Marruecos, y aprovecha el tema para señalar que no es esa la única frontera poco definida en todo este asunto. Hay otro límite poco claro, el que separa política y empresa privada: el secretario de estado del ministerio de industria, Fernando Martí Scharfhausen, tuvo un cargo directivo en Repsol.
Y para terminar, una noticia que va a encantar a los forofos del modelo noruego, y que tiene como protagonista a un archipiélago que en ciertas cosas recuerda al canario. Según informa la cadena pública alemana ARD, los yacimientos petrolíferos noruegos están en pleno declive y acercándose a su extinción; así, la economía noruega dejará atrás su característica despreocupación, lo que impulsa a la petrolera estatal Statoil a buscar nuevos territorios que explotar. En su punto de mira tiene hace años a las Islas Lofoten, a pesar de que gozan de protección especial por su naturaleza (como Canarias) y por sus recursos pesqueros (como Canarias, más presencia de cetáceos), y cuya población está radicalmente en contra de las prospecciones (como en Canarias). La imagen del desastre del Golfo de México le ha parado los pies a Statoil, pero sólo de momento, como dicen residentes y ecologistas. Ante las supuestas riquezas que traería la extracción de petróleo, uno de los pescadores responde: los puestos de trabajo serían a corto plazo, hasta agotar el yacimiento. Los de la pesca, si se gestiona bien, son a largo plazo.
Parece que tampoco en Noruega es oro todo lo que reluce.
CODA: Prácticamente todas las noticias enlazadas destacan la fuerte reacción en Canarias contra las prospecciones e informan sobre la protesta del próximo día 24.
ESTE SÁBADO, TODOS A LA MANIFESTACIÓN. LOS CANARIOS NOS LO JUGAMOS TODO.