Priorizar la producción belga nos beneficia a todos. En Bélgica es habitual encontrarse con este tipo de mensajes cuando uno va a hacer la compra. Se prestigia la producción nacional, se promueve el consumo de productos locales. Lo normal es atraer clientes con el sello de «producto del país» (Product van bij ons), generalmente preferidos por el consumidor. Es una práctica extendida por toda Europa.
Lo que no es normal es lo de Canarias. Que lo prestigioso, lo promovido, lo subvencionado sea el producto importado, y no la producción propia. Eso no pasa en ningún país europeo, esos con los que nos comparamos pero a los que en casi nada nos parecemos. Sí pasa en los países en desarrollo, cuyos mercados se ven inundados de productos importados mientras la producción local languidece.
En Canarias estamos a merced de los intereses de importadores y grandes cadenas de distribución foráneas, igual que en muchos países de los llamados «pobres». Pero nosotros no, nosotros somos europeos.