Muchas poblaciones del mundo, alrededor de ochenta según investigaciones recientes, han desarrollado una forma silbada de su lengua para comunicarse cuando están alejados unos de otros. Esas culturas han sabido convertir las modulaciones del silbo en fonemas inteligibles, y con ellos palabras, para emitir y recibir mensajes a larga distancia, resultando muy útiles en entornos que propician el aislamiento (montañas o vegetación con alta densidad). Durante las actividades tradicionales de subsistencia (pastoreo, caza, agricultura de monte) silbar es uno de los múltiples modos de expresión, sin duda, el que permite la comunicación a mayor distancia, al tratarse del sonido más intenso que los seres humanos podemos realizar utilizando únicamente nuestro cuerpo.
Canarias es uno de esos lugares que tuvo y tiene el privilegio de conservar el uso de esta particular técnica de comunicación a distancia. Sus primeros pobladores, bereberes procedentes del noroeste de África, fueron los que, seguramente, trajeron a las islas el lenguaje silbado (existe constancia histórica y actual de su uso en zonas de Marruecos). Está documentado que esa población indígena de las islas practicaba el lenguaje silbado, y no es de extrañar que la población canaria resultante del mestizaje que provocó la conquista y colonización siguiera usándolo porque seguía siendo igualmente útil. La lengua que se sustituyó al silbar ya no fue aquella o aquellas de origen bereber, sino una de origen románico: el español.
El silbo de las Islas Canarias, como otros silbos articulados, es un lenguaje sustitutivo del hablado, en este caso, del español hablado en cada isla, del que posee su estructura básica y sus particularidades. Tiene un sistema fonológico propio, independiente del que está sustituyendo. En realidad, técnicamente no puede hablarse de nuevos lenguajes ni de dialectos de la lengua nativa, sino más bien de una extensión de la misma. La única diferencia es que las palabras se articulan como silbidos, es decir, «los sonidos no son generados por la vibración de las cuerdas vocales como en el habla con voz, sino por una corriente de aire comprimido en la boca que se moldea con la lengua, la mandíbula, los labios y los dedos». El silbo, por tanto, no es una lengua, sino un lenguaje y una técnica de comunicación para grandes distancias. Quiere decir que serviría para silbarse en cualquier idioma, ya que puede sustituir todos los fonemas hablados, pero cumple exclusivamente funciones prácticas.
El silbo de Canarias es un sistema tonal (el significado de lo silbado varía en función de la altura o tono del sonido emitido) que sustituye a una lengua no tonal, el español. Normalmente, el número de fonemas que se pueden distinguir bien a distancia se reduce considerablemente con respecto a la lengua hablada, lo que provoca frecuentes casos de ambigüedad en la recepción de los mensajes silbados. Los interlocutores resuelven esto gracias al contexto o por medio de preguntas aclaratorias.
En Canarias se ha silbado en dos idiomas: los primeros pobladores, conocidos como guanches, silbaban en las variedades del bereber que hablaban. A partir de los siglos XV y XVI, tras la conquista y colonización del archipiélago, la lengua sustituida fue siempre el español. Las dos son lenguas no tonales, pero cuando son sustituidas por silbos, estos cambian el tono en función de las vocales que representan. Silbadores que manejen ambas lenguas no tienen dificultades en hacerse entender en cualquiera de ellas. En realidad, las personas que dominan la técnica del silbo son capaces de utilizarla en diferentes idiomas, aunque con ciertas limitaciones relacionadas con la proximidad del sistema fonológico que se domine. Esto explica y justifica el cambio de lengua que se silbó en Canarias tras la conquista. Muchos de los antiguos pobladores continuaron trabajando en actividades relacionadas con el pastoreo, donde el silbo les resultaba tremendamente útil. Hoy en día se sigue silbando el bereber en sus variantes tamazight y tachelhit en zonas del Alto Atlas y, probablemente, en otras zonas del norte de África.
Además de lenguas no tonales, el lenguaje silbado es capaz de sustituir lenguas tonales, como en el mazateco, una lengua propia del centro de México. En esos casos, el tono del silbo se ve condicionado por las diferencias tonales necesarias de dichas lenguas, independientemente de las vocales que se estén sustituyendo, ya que se imitan las diferencias de altura que se producen en el habla ordinaria.
En Canarias, el uso de lenguaje silbado relacionado con las actividades económicas tradicionales que justificaron su existencia, empezó a decaer de manera vertiginosa en la década de 1960, de manera desigual en las islas y zonas de cada isla. En aquellos lugares donde el pastoreo, la caza o la agricultura en espacios montañosos aún tenía importancia, sobrevivía, aunque venido a menos. Los principales motivos de ese retroceso en el uso son el abandono de esas prácticas tradicionales de subsistencia y la mejora en las vías de comunicación: carreteras, telefonía, radio, etc.
A finales de los 80 surgen iniciativas de revitalizacion, iniciándose en La Gomera, en donde muchas personas consideraban que era de uso exclusivo.
En 2009 surge la iniciativa que nos ocupa: la de la “Asociación Yo Silbo”, que se ha destacado por la extensión e integración de lenguaje silbado en Canarias y por el número de alumnos que con ella han aprendido.
«Yo silbo»: un ejemplo de recuperación popular del patrimonio inmaterial
La “Asociación Cultural y de Investigación de Lenguajes Silbados Yo Silbo” es una asociación canaria sin ánimo de lucro. Sintetizamos a continuación los principales hitos en su trayectoria:
2009: comienzan las clases de silbo en La Laguna (Tenerife), con dos grupos (adultos y niños) de 2 horas semanales y cinco salidas en el medio natural (barrancos, montañas, valles…) para practicar, fundamentales para contextualizar el uso tradicional. Fueron impartidas por el etnomusicólogo David Díaz Reyes a raíz de sus primeras investigaciones y publicaciones, que complementaban el aprendizaje recibido en La Gomera y El Hierro con quienes heredaron esta manera de comunicarse, y la certeza de su uso tradicional, al menos, en Gran Canaria y Tenerife.
Curso 2010-2011 y 2011-2012: se abren nuevas sedes en Tenerife y algunos de los primeros alumnos avanzados pasan a ser monitores.
2011: se registra oficialmente la asociación.
Curso 2012-2013: comienzan los cursos en Gran Canaria.
Se desarrolla el “I Encuentro Cultural con el Lenguaje Silbado” (en 2025 ya hay 10 ediciones) que sirve para compartir y convivir entre monitores, alumnado nuevo y veterano e interesados en el tema en general. Hay ponencias de carácter divulgativo, científico, histórico, talleres, muestras, juegos y el tradicional concurso de silbo (categorías de nuevos alumnos y de veteranos).

2016: comienzan las clases en: El Hierro, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma.
Las investigaciones en El Hierro se intensifican con un fuerte trabajo de campo realizado por la “Asociación Cultural para la Investigación y la Conservación del Silbo Herreño”, nacida a partir del primer curso que impartió “Yo Silbo” allí, e impulsora de cuatro expedientes de Bien de Interés Cultural que la política aún no ha concluido.
Curso 2019-2020: la pandemia no frena el crecimiento de la asociación (sumatorio de 1.500 inscripciones) gracias al formato telepresencial.
Tini Socas Fariña (informático) crea la aplicación Yo Silbo, herramienta fundamental en la enseñanza y aprendizaje, presencial o telemático. La misma posee muchos recursos: ejemplos, grabaciones, una detallada guía didáctica para 32 sesiones de 2 horas cada una, y un conversor de lenguaje, que es muy útil en los primeros meses del curso.
El “I Encuentro Internacional Virtual de Lenguajes Silbados” (abril de 2020), contó con asociaciones, investigadores y silbadores de México, Alaska, Francia, Canarias, Grecia y Marruecos, y dio continuidad a las celebraciones del “Encuentro Cultural con el Lenguaje Silbado”. En este evento (canal de YouTube de “Yo Silbo”) hay representación de gran cantidad de lenguas silbadas. Muchas de ellas investigadas por el lingüista y bioacústico francés Julien Meyer, profesor de la Universidad de Grenoble Alpes y miembro del CNRS, con quien Yo Silbo cuenta y colabora habitualmente en labores de investigación y divulgación.
2022: aparece el documental El lenguaje silbado en la isla de Gran Canaria, basado también en las investigaciones de David Díaz Reyes, financiado por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias, y realizado por la empresa audiovisual Macaronesia; donde se muestra la pervivencia del uso del silbo en Gran Canaria.
El silbo aumenta en los barrancos, en las fiestas… y también en multitud de talleres que cada año solicitan centros educativos, asociaciones, clubes deportivos, etc. En palabras del expresidente de la asociación, Rubén Jiménez Sánchez:
De la mano de un estudio perseverante y exigente de los factores históricos de un bien tan difícil de descifrar en su origen y desarrollo por la ausencia de huellas visibles, tratamos de combinar el respeto del legado que nos trajeron nuestros antepasados con la incorporación a la vida contemporánea en una sociedad radicalmente distinta a la que vivieron quienes nos dejaron esta herencia.
2024: se presenta el documental: El lenguaje silbado en la isla de Tenerife, también sobre las investigaciones de David Díaz Reyes. Los datos históricos y los testimonios etnográficos que contiene son una prueba irrefutable del uso de silbo articulado en Tenerife. Disponible también en la plataforma YouTube.
Curso 2024-2025: XVI curso con 650 inscripciones (casi 4.000 en total desde 2009). Dos sedes telepresenciales y diecinueve sedes presenciales en: Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Palma, que complementan el trabajo de los miembros de la “Asociación por la Conservación del Silbo Herreño” (El Hierro), y la “Asociación Cultural Silbo Gomero” (La Gomera), para que cada vez en mas lugares del archipiélago canario se pueda aprender.


La asociación “Yo Silbo” marca un hito en la popularización y conocimiento sobre el silbo, más allá de una comunicación misteriosa, casi inalcanzable y minoritaria. Tras dieciocho años de investigación y divulgación, hoy es más fácil encontrar personas en Canarias, no sólo que puedan comunicarse mediante el lenguaje silbado, sino que conozcan aspectos históricos, su arraigo en Canarias, las teorías sobre su origen, la mecánica y su puesta en práctica. El interés y la consolidación se palpan en la cantidad creciente de inscripciones a los cursos, de participantes en talleres y muestras, o de asistentes a las decenas de proyecciones de los dos documentales en los que la asociación participó sobre el uso de lenguaje silbado en Gran Canaria y en Tenerife.
Algunas variables han contribuido al éxito en la enseñanza y difusión del lenguaje silbado de esta iniciativa popular:
- Las publicaciones que han ido saliendo desde 2008, que demuestran la extensión pasada y presente de esta manifestación cultural en Canarias, han animado a muchos a acercarse a algo que ahora consideran también suyo. En general, en Canarias se aprecia la cultura popular y muchas personas tienen gran amor por sus raíces.
- Esta forma de comunicación sigue siendo útil actualmente (es uno de los objetivos de la asociación), a pesar de la mejora de las comunicaciones y de la pérdida casi total de las actividades profesionales que antaño la hacían necesaria.
- El éxito de los primeros años donde muchas personas adultas aprendieron a comunicarse con el silbo en pocos meses. “Yo Silbo” fue pionera en la enseñanza de lenguaje silbado para adultos, o al menos, la primera con éxito. Anteriormente era muy popular la idea de que solo si se hacía desde la infancia se aprendía a hablar con el silbo.
- Las aulas de aprendizaje semanal telemático, con una exitosa plataforma de evolución guiada.
- La numerosa y frecuente oferta de charlas, talleres de iniciación y muestras de silbo contribuyen a popularizar el conocimiento y motiva a muchas personas para que realicen el curso anual.
- Los “Encuentros con el Lenguaje Silbado” de final de curso, que permiten el enriquecimiento de conocimientos y la puesta en común.

BIBLIOGRAFÍA
DÍAZ REYES, D. (2008). El lenguaje silbado en la Isla de El Hierro. S/C de Tenerife, España: Excmo. Cabildo Insular de El Hierro.
DÍAZ REYES, D. (2011). «El lenguaje silbado en Canarias». En Medios de trasmisión de información. Las Palmas de Gran Canaria, España: Boletín del Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, vol. 2.
MEYER J, GAUTHERON, B, & RIDOUANE, R. (2015). Whistled Moroccan Tamazight: phonetics and phonology. Glasgow, Reino Unido: Proceedings of the International Congress of Phonetic Sciences 2015.
MEYER, J, & DÍAZ REYES, D. (2017). «Geolingüística de los lenguajes silbados del mundo, con un enfoque en el español silbado». Grenoble, Francia: Géolinguistique, (17), 99-124.
PUCHEU, G. (2015). «Notes sur la parole sifflée en usage dans le Haut-Atlas marocain. Premières observations». Rabat, Marruecos: Asinag – Revue de l’Institut Royal de la Culture Amazighe 10, pp. 51-66.