
Con motivo del Día de las letras canarias 2025, la Fundación canaria Tamaimos desea sumarse a las celebraciones para reivindicar la figura de Rafael Romero, más conocido como Alonso Quesada, autor que, a pesar de fallecer con tan sólo 38 años, nos dejó un legado que lo convierte hoy en uno de los mayores escritores en español del siglo XX. Poeta de extraordinaria sensibilidad, su obra poética y narrativa huyó del mero intimismo lírico y ensimismado, alejado de la realidad diaria. Antes al contrario, Alonso Quesada puso su arte al servicio de su compromiso con el lugar y el momento en que vivió. Su materia prima fue la canariedad cotidiana, tanto en los temas que lo ocuparon, como en la incorporación a su lenguaje literario de la oralidad canaria, a diferencia de tantos otros autores. Podemos aventurar que la fina ironía tan presente en los textos de Quesada está directamente emparentada con los modos de expresión del común isleño.
Nuestro escritor dirigió sin reservas la mordacidad de su lenguaje y su ácida rebeldía contra la desigualdad social, la miseria moral o la condición subalterna que persistían en la Canarias de principios del siglo XX. Son especialmente conocidas sus invectivas contra el colonialismo inglés en las Islas, que retrata con humor despiadado. Menos divulgados, sin embargo son sus embates contra el colonialismo español, igual de acendrados, pero ya no tan gratos a oídos hispanos. Obras como el Poema truncado de Madrid no dejan lugar a dudas respecto de la posición crítica de Alonso Quesada ante la idea imperante de lo español y el lugar que le reserva al Archipiélago.
Mención aparte merece su potente obra de teatro La Umbría (1922). Aún queda por estudiar en profundidad el más que probable influjo del drama agaetense sobre La casa de Bernarda Alba (1936) de Lorca o sobre Largo viaje del día hacia la noche (1941-1942), del Nobel Eugene O´Neill.
Alonso Quesada fue un poeta, narrador, cronista y dramaturgo absolutamente nuestro. Supo desarrollar una voz literaria profundamente exquisita e irrepetible en el panorama de las letras hispanas, lográndolo además desde una canariedad comprometida, crítica con su entorno. Que Quesada destilara temas hondamente humanos mediante una expresión netamente canaria y desde la realidad más cotidiana de la ciudad de Las Palmas o Agaete es precisamente lo que hace de él un autor verdaderamente universal.