
La filóloga, profesora de español para extranjeros y miembro de la Fundación Tamaimos, Aniaga Afonso, analiza en este texto la impresión que le produjo el visionado de este documental, que esperamos estrenar en breve en la Televisión Canaria.
Todos los días se habla y la manera de hacerlo importa, al fin y al cabo, utilizamos el habla para comunicarnos y cuando de comunicación de trata es importante ser precisos, y también adecuarse a las situaciones de habla (no es lo mismo hablarle a un niño que a un adulto, hablar en público que con nuestra familia, etc.). Todos los días se habla y todos hablamos de la lengua, al fin y al cabo, creemos saber sobre ella porque forma parte de nuestra vida cotidiana, aunque la realidad es que no todos sabemos sobre ella, a pesar de usarla prácticamente desde nuestro nacimiento.
Con respecto al habla, Canarias tiene la suerte de tener un dialecto propio, a falta de una lengua que desgraciadamente desapareció como tal después de la conquista castellana, ésta sí que mutó y ayudó a la formación de nuestra habla tal y como la conocemos, con otros muchos rasgos distintivos, algunos comunes a otras variedades dialectales del español y otros particularmente canarios. Ahí intervienen el léxico, la fonética… junto a la gran influencia portuguesa, también la sudamericana, sin olvidarnos de la guanche, el canario se conformó como algo con identidad propia, tanto que mereció el sobrenombre de dialecto y así está reconocido en el Estatuto de Autonomía de Canarias.
Podemos decir, sin lugar a equivocarnos, que el dialecto canario es de una gran riqueza y debe ser protegido y difundido, dándole el prestigio que le corresponde. Sin embargo, esta no es la percepción que, en general, se tiene de nuestra habla, con frecuencia denostada por propios y ajenos, pero… ¿qué es lo que ha llevado a muchas personas a tener esa impresión? ¿Realmente se habla “mal” español en Canarias? ¿Está el dialecto canario en peligro? ¿Qué hacen las instituciones al respecto de la variedad de español hablada en Canarias? A todas estas y más preguntas trata de responder el documental de Tamaimos: “Canario: prestigio y estigma del español de Canarias” (Canarias, 2024), poniendo sobre la mesa de manera rigurosa y profesional el debate sobre nuestra manera de hablar, su conocimiento, su divulgación y su supervivencia.
Diferentes especialistas, docentes y escritores aportan su visión y su opinión sobre el tema, abriendo para la reflexión, personal y social, una discusión muy necesaria que no se había planteado hasta ahora al gran público. Ojalá el documental sirva como revulsivo en la sociedad canaria para cambiar la marginalización de la que ha sido objeto, ampliando el conocimiento sobre el mismo, mejorar las actividades y acciones que se desarrollan en nuestro territorio y con nuestra gente para garantizar su estudio, su difusión y uso, libre de cualquier tipo de descrédito o ridiculización. Nos debemos muchas cosas, entre ellas, el empezar a querer y valorar nuestro patrimonio, no sólo natural, y empezar a cerrar las heridas de muchos siglos de colonialismo.