El pasado 30 de noviembre el movimiento social del 20A volvió a sentar un nuevo precedente en la historia de nuestro país. Más de 250 personas de todas las islas se reunieron bajo el lema «Todo el mundo junto» para participar en el encuentro organizado por Canarias Palante -el grupo motor de este movimiento-. Este evento, celebrado en un ambiente de colaboración y esperanza, tenía un objetivo muy claro pero increíblemente complejo de conseguir: redactar medidas concretas para hacer efectivo el cambio de modelo que la sociedad exige.
Sucede, además, en un contexto muy significativo. Tras unas manifestaciones históricas el pasado 20 de abril, el Gobierno se negó a sentarse a hablar y negociar con la misma ciudadanía que dice representar. Posteriormente creó, de forma completamente opaca, una mesa de expertos para generar 51 medidas que ni atacan los problemas ni especifican cómo van a ser llevadas a cabo. Un cínico ejercicio de marketing como solución a su incapacidad de hacer política para el pueblo.
La sociedad canaria, sin embargo, demostró que no va a dejarse pisar. Desde el amanecer la Facultad de Ciencias Políticas y de la Comunicación de la ULL se llenó de una energía palpable. No era para menos. Representantes de todas las islas, desde El Hierro hasta Lanzarote, llegaron para repensar y rediseñar el futuro de Canarias, un futuro que todos parecen querer construir. Se veía claramente en la diversidad de los participantes, que incluía a jóvenes y mayores, profesionales y estudiantes, líderes comunitarios y voluntarios. Un fiel reflejo de la riqueza cultural y social de nuestro archipiélago y una evidente contraposición a la mesa de expertos del gobierno.
A las nueve y cuarto daba comienzo oficial el acto con un espacio pensado para atender a los medios de comunicación. Las portavocías insulares comenzaron leyendo un comunicado donde se explicaba que el evento había sido convocado ante la negativa del gobierno de abrir una mesa de negociación. Posteriormente pasaron a responder las preguntas de los periodistas. Este, quizá, fue el único pero que se puede poner a esta jornada. Sin duda se esperaba, al tratarse de un hito en la historia de Canarias, una mayor afluencia de medios de la que acabó habiendo. Solo dos medios acudieron al evento por lo que cabe preguntarse por qué fue así. Resulta comprensible que los medios de comunicación, dependientes como son de la publicidad institucional, no se conviertan en portavoces voluntarios del movimiento 20A. Sin embargo, el movimiento debe intensificar sus esfuerzos para establecer redes de contacto con los periodistas, pues son quienes pueden desempeñar un papel crucial para ayudarnos a navegar esta situación. No podemos permitirnos el lujo de no contar con los periodistas como aliados estratégicos.
Una vez la prensa fue atendida, el evento continuó con un acto de apertura donde se explicaba que Canarias Palante solo existe para facilitar el proceso de coordinación, pero que las decisiones corresponden a los colectivos que la conforman. A continuación, se explicó cómo iba a discurrir la jornada. Al acabar el acto, los participantes se irían a la mesa de trabajo seleccionado durante el proceso de inscripción. Estas mesas se crearon en torno a las grandes temáticas que engloban las más de 1200 propuestas recibidas por Canarias Palante por parte de la ciudadanía. Fueron 15 en total: Agua, Bienestar, Cultura, Educación, Espacios naturales, Migración, Modelo energético, Movilidad, Población, Residuos, Salud Pública, Sector primario, Turismo, Urbanismo y Vivienda. Todo un gobierno alternativo del pueblo y para el pueblo.
El objetivo de las mesas de trabajo era el de sintetizar y priorizar. Comenzaron leyendo todas las propuestas enviadas sobre su temática tras lo cual se procedió a un pequeño debate para analizar si había propuestas que tenían el mismo espíritu para proceder a unificarlas. A continuación se habló sobre la casuística canaria y qué ejes deberían ser priorizados. Aquí la rabia y la ilusión surgían a partes iguales. Rabia al entender lo verdaderamente perversa que es la situación cuando se analiza desde todos los ángulos. Ilusión al ver la cantidad de soluciones ofrecidas y las ganas de hacer efectivo el cambio. Al finalizar se procedió a una votación para seleccionar las cinco propuestas que facilitan de forma más efectiva el cambio de modelo. Posteriormente también se debatió acerca de cómo deberían ser comunicadas las propuestas y cuál debería ser la hoja de ruta del movimiento.
Una vez que las mesas de trabajo cumplieron estos objetivos los participantes se reunieron nuevamente para asistir al acto de cierre. En el mismo, representantes de cada mesa explicaron las medidas elegidas y por qué fueron priorizadas así como sus ideas para comunicarlas a la sociedad y para la hoja de ruta. Como cierre final, se recordó a los asistentes, que estas medidas debían ser aprobadas por todos los colectivos que conforman Canarias Palante antes de ejecutar los siguientes pasos.
En conclusión, el encuentro «Todo el mundo junto» ha sido un verdadero hito histórico para Canarias. Ha reunido a personas de todas las islas en un esfuerzo conjunto por repensar y rediseñar el futuro del archipiélago. Las propuestas que surgieron de este evento son un testimonio del compromiso, la dignidad y la voluntad de lucha de los canarios. En contraste con el ignominioso proceso de las mesas de expertos del gobierno canario, caracterizado por la exclusión ciudadana y la opacidad en la selección de los expertos, el movimiento 20A ha demostrado una notable madurez y responsabilidad política. El encuentro fue un ejercicio ejemplar de política abierta y cooperativa, ofreciendo un espacio inclusivo y transparente para la participación ciudadana.
Asimismo, evidenció que la alta tasa de abstención en Canarias se debe a que la ciudadanía ya no cree que su opinión pueda ser representada por la política actual. Más todavía si recordamos que frente a las 1200 propuestas que recibió Canarias Palante el Gobierno de Canarias solo recibió 66. Con este espíritu de colaboración y esperanza, Canarias Palante ha demostrado que, juntos, podemos construir un futuro más sostenible, próspero y equitativo para todos. La sociedad, a su vez, ha demostrado que ha empezado a interiorizar el lema tantas veces proclamado: Canarias no se vende, se ama y se defiende.
Lautaro Russo es tamaimo y miembro del comité organizador del 20-A en Gran Canaria