El año que ahora comienza celebraremos el décimo aniversario de la Fundación Canaria Tamaimos. Parece momento oportuno para, sin dejarnos llevar por la melancolía, echar la vista atrás y apreciar la travesía recorrida. Tengo para mí que la FCT se ha convertido, poco a poco, con mucho trabajo en muy diversos ámbitos, en un actor imprescindible para los debates sobre nuestra identidad y nuestra cultura, sobre la canariedad, en fin. Y, sobre todo, sostengo que ha valido la pena.
En ningún lado estaba escrito con letras de oro que unos no tan jóvenes representantes de la nueva emigración canaria debían apuntalar su incipiente trabajo en las redes, comenzado allá por el 2008, nada más y nada menos que constituyendo una fundación. Sin embargo, armados de cierta audacia, no pocas convicciones y con el apoyo económico de bastantes entusiastas, decidimos dotarnos de un instrumento que nos permitiera comenzar a desplegar un activismo en el mundo offline que fuera en consonancia con las ideas que ya afianzábamos en cada podcast o en cada entrada de nuestro primitivo blog. Era preciso dotarse de una nave segura para un viaje que ya intuíamos que sería largo por más que provechoso.
Haré aquí una breve parada en el recorrido para explicar algo acerca del nombre elegido para la aventura desde los tiempos prefundacionales. Veníamos de dos experiencias blogueras (Canarias Posible y Canarias Nación) que querían echar a andar juntas. Era preciso contar con un nombre único que nos identificara y, de alguna manera, dijera algo más, que todavía no estaba del todo dicho. A nuestro auxilio acudió la literatura y, más precisamente, uno de los más grandes narradores canarios del siglo XX. Alfonso García-Ramos, que en su magistral Tristeza sobre un caballo blanco, había relatado la historia de los Tamaimos, una tribu de antiguos canarios, que inmediatamente resonó en nuestro corazón: ““pero tú traes raza de Tamaimos, eres un canario sin raíces en los pies, te sientes con alas para volar lejos”.
Poco a poco, el proyecto fue creciendo con gente que nos quiso acompañar y ser tan parte del mismo como sus fundadores. Nuestra voz se fue ampliando con cada libro que editábamos, una parte fundamental de la aventura. Sabíamos que el libro continuaría siendo un actor principal en la vida cultural y entendíamos que las Ediciones Tamaimos debían hacerse realidad, nuevamente con más compañeros de viaje a bordo. Así se sucedieron las colecciones, los lanzamientos, las presentaciones, etc. Nos fuimos haciendo un hueco en las estanterías de la gente preocupada por entender y mejorar Canarias. También hicimos algún documental, videos, programas… pues no éramos ajenos a los nuevos formatos y tendencias. A ellos volveremos en cuanto haya oportunidad.
Conocedores del valor del contacto humano, de la necesidad del reconocernos y encontrarnos, quisimos también echar a andar el Foro Bucio en Agüimes, que en sus cinco ediciones celebradas hasta ahora, homenajeó a cinco figuras clave de la canariedad actual como Manuel Lorenzo Perera, Pedro Hernández-Guanir, Pepa Aurora, Rogelio Botanz y Talio Noda. También, fuera del marco del Foro Bucio, se unió en 2022 a los premiados la Revista Digital Bienmesabe. A todos los sentimos cercanos, como guardando a los Tamaimos desde una distancia prudente. Igual que nos ponemos bajo su protección, cuando les entregamos el premio usamos la fórmula tradicional “¡Que el árbol de Balos, símbolo fecundo de la Patria Canaria, te proteja con su sombra!”. Siempre es bueno cuidar de los demás.
Nos pareció que la metáfora del bucio, que siempre se ha usado para convocar además de para muchas otras funciones, era más que apropiada para una revista, esta vez en papel. En ella aparecerían reflexiones de mayor calado y extensión de las que aparecían en la Revista Digital Tamaimos, transformada primero en semanario y ahora en mensual, más allá de parones y pandemias. Por allí han desgranado sus ideas numerosos nombres de todas las islas atendiendo a las más diversas problemáticas, siempre apuntando a la dirección de una Canarias empoderada, con una reflexión situada como principal herramienta de mejora de su devenir.
Llegamos a este 2024 con renovadas fuerzas e ilusiones, nutridos de incorporaciones donde la gente joven se incorpora al proyecto con protagonismo propio. Resuenan en los mimbres del proyectos las más diversas canariedades y canarismos, como debe ser en un espacio rico y plural como es la Fundación Canaria Tamaimos. Ahondamos en una visión compleja pero desacomplejada sobre nuestro país, siempre fieles a los fines que inspiraron nuestra experiencia. Seguimos navegando, con rumbo independiente de cualquier partido o institución, sin miedo al naufragio. Sabemos que en la travesía seguiremos encontrando tamaimos, aquí y allá. Ya mismo les damos la bienvenida. La próxima década será una década otra, sin duda.