Si a la Filosofía y el pensamiento le corresponden el teorizar sobre la sociedad y sus problemáticas, es a la Animación Sociocultural a quien interpelan dichas teorías y quien debe aplicarlas, ajustarlas y resolverlas en los estadios más prácticos del trabajo en sociedad. Pero, ¿por qué es necesaria una Animación Sociocultural Canaria?
De mis viajes al país voy sacando, cuando la economía me lo permite, alguna pieza de pensamiento para consumo propio y ajeno. La gran promesa del último viaje fue Psicología del Hombre Canario de Manuel Alemán, después de años de búsqueda. Me sumergí en su lectura tratando de descifrar las razones que llevaban a todo el pensamiento de obediencia canaria a desembocar en este trabajo. Leyendo las claves dadas por el autor, no pude parar de hacer comparaciones con su momento histórico, el actual y las posibilidades futuras.
En medio de la brega actual por la construcción nacional, desatada por el procés catalán y siempre presente en el seno de los territorios bajo administración del Reino de España, Manuel Alemán desde los 80 nos habla de tres posibilidades de futuro para Canarias: el “impuesto”, el “continuista” y el “inédito-viable”. En el futuro “impuesto” nos veríamos en un nuevo exterminio de la cultura canaria, mientras que en el futuro “continuista” la voluntad popular canaria se sitúa en un lugar inferior a las voluntades de su entorno.
Con estas dos vías marcando un camino de desmoronamiento mayor o menor de nuestra identidad, es necesario virar con todas las fuerzas hacia el futuro “inédito-viable”. Sobre esta posibilidad de futuro, Manuel Alemán nos dice que “es un estreno al alcance de nuestras manos en orden a construir por nosotros mismos nuestra futuridad incorporándonos como actores al proceso de cambio”.1 Toma así el pensamiento de Cabral y Freire para trasladarlo a la realidad canaria y ofrecernos aperos para construir conciencia.
Es ahí donde entra la Animación Sociocultural, como disciplina capaz de dar entidad y transformar la comunidad en la que está presente para expandir los horizontes de la misma y de sus individuos. Si a la Filosofía y el pensamiento le corresponden el teorizar sobre la sociedad y sus problemáticas, es a la Animación Sociocultural a quien le interpelan dichas teorías y quien debe aplicarlas, ajustarlas y resolverlas en los estadios más prácticos del trabajo en sociedad. Pero, ¿por qué es necesaria una Animación Sociocultural Canaria?
La sociedad canaria, desahuciada continuamente desde el proceso de conquista, demanda con claridad una revoleada en su situación, un cambio total en sus condiciones. Cabe a esta sociedad, y, sobre todo, al pueblo que le da razón de ser, protagonizar su propio recorrido histórico, siendo partícipe y actor esencial en su porvenir.
Son funciones propias de la Animación Sociocultural, entre otras, crear lazos entre personas y grupos, promover la cobertura de necesidades de colectivos sociales y promover la participación y el desarrollo de aquellos programas escogidos por la comunidad en la que trabajan, siempre teniendo como referencia un marco moral de respeto y tolerancia. Estas funciones son esenciales para facilitar en la sociedad de nuestro país el desarrollo de su protagonismo histórico en su papel como agente y en la rehabilitación de la identidad canaria como un elemento de orgullo.
Por otro lado, dotar a la práctica de esta disciplina de una perspectiva propia crítica significa también apreciar nuestra tradición cultural, aportando referencias conocidas para las personas con las que trabajaremos, acercándonos a su realidad e interviniendo con mayor acierto en las problemáticas surgidas. Es esencial conocer y valorar el tránsito de una comunidad en los diversos ámbitos, siendo esa evolución muy diferente entre espacios del mismo país, cuánto más para espacios ajenos a nuestra idiosincrasia. No podemos aplicar acríticamente los marcos mentales europeos y/o eurocéntricos en nuestra sociedad mesturada, compleja y claramente marcada por los procesos de colonización históricos, incluida la españolización forzada tras la llamada “Segunda Conquista”, de la que hablan estudiosos como Roberto Gil Hernández.
En definitiva, este trabajo debe ser realizado, con la vista en el medio y largo plazo y con la voluntad de hacer cumplir el último de los puntos del Manifiesto del Hierro, en el que en 1976 muchos intelectuales canarios disponían los principios que guiaban para ellos la toma de consciencia del pueblo canario y su realidad. Decían en aquel último punto: “(…) No creemos en una cultura al margen de las luchas sociales del pueblo. Autonomía, democratización de la cultura, libertad de creación y protagonismo popular son las herramientas con las que haremos nuestra propia revolución cultural.”
Estas siguen siendo las herramientas para construir los cimientos de la conciencia canaria. Y nos compete a las personas interesadas en la Animación Sociocultural implicarnos en la vida de nuestras islas para aprender del pueblo, con el pueblo y para el pueblo. El camino está marcado en el mapa. Sólo nos queda andar.
- 1 Psicología del Hombre Canario, pg. 343
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