La Estación de San Telmo y el Tren de Gran Canaria: una oportunidad para revalorizar la ciudad y la isla.

La Estación de San Telmo y el Tren de Gran Canaria: una oportunidad para revalorizar la ciudad y la isla.

El artículo que las consejerías de Política Territorial y Paisaje, Turismo, Arquitectura, Obras Públicas-Transportes-Movilidad, y el Consejero-Presidente del Cabildo de Gran Canaria deberían leer.

Volvemos al análisis de la realidad geográfica del Archipiélago después de una temporada sin coger el teclado. Esta vez para poner sobre la mesa apuntes del nuevo de Tren para Gran Canaria que se pretende ejecutar.

Estos días han salido a la luz pública algunos aspectos del nuevo tren que el Cabildo de Gran Canaria tiene ideado realizar en la isla, cuyo proyecto se recoge en el Plan Territorial Especial denominado “Corredor transporte público, infraestructura propia, modo guiado Las Palmas – Maspalomas (PTE-21)”. Con este esperado proyecto el Cabildo pretende poner fin a los graves problemas de movilidad y transporte que presenta la isla en su capital y en su corredor del Este-Sureste-Sur, es decir, desde Las Palmas de Gran Canaria hasta la ciudad turística de Maspalomas. Las colas y la ineficiente movilidad diaria, el gasto excesivo en vehículo privado para las familias, la importación innecesaria de petróleo así como la contaminación derivada son algunos de los aspectos que convierten a Gran Canaria en una de las islas del planeta con peor sistema de transporte y movilidad, dada la alta dependencia impuesta por los poderes públicos y algunos intereses económicos en torno al petróleo y el vehículo privado, tal y como denunciábamos en nuestro artículo La movilidad en la capital grancanaria y la isla: un debate más sobre la forma de la transición que sobre el fondo.¹

El Tren de Gran Canaria, puede poner fin, en parte, a esta dependencia errónea que hemos arrastrado del coche durante el último siglo, obligando a nuestras familias a endeudarse para tener que comprar un vehículo y poder moverse a cualquier lado, incluso al trabajo, con lo perverso que esto tiene en unas economías familiares paupérrimas, las más pobres de todo el Estado español y la Unión Europea.²

Damos pues, la bienvenida a esta idea para modernizar el transporte público en la isla, lo que permitirá acabar con la ineficiente movilidad insular, su contaminación derivada, y reducir el gasto privado en transporte que se hace por los habitantes de Gran Canaria y por el resto de personas que nos visitan (no hay que olvidar el alquiler de coches privado para turistas, otro gran negocio a costa de la movilidad sostenible y pública).

Sin embargo, si analizamos el proyecto que en estos días promociona el Cabildo de Gran Canaria en los medios de comunicación, observamos graves deficiencias que no debemos dejar pasar como Geógrafas/os, máxime cuando hablamos de una obra financiada con dinero público (es decir, de todos, por si alguien lo había olvidado) que espera costar unos 1.650 millones de euros, y que en su redacción ya lleva gastados más de 27 millones en los últimos once años.³

En primer lugar tenemos que hablar de la Estación de San Telmo. El gran centro neurálgico de este proyecto guiado, pues será la estación principal, ubicada en la actual estación del mismo nombre. Qué duda cabe que, de las 11 paradas que presenta el proyecto, la de San Telmo, la del Aeropuerto y la de Playa del Inglés son las 3 paradas más importantes y relevantes de toda la ruta ferroviaria, por varios motivos. En primer lugar porque son las que probablemente moverán más pasajeros: la primera al estar situada en la ciudad y ser además al mismo tiempo estación de tren, de guaguas y de taxis, conectando con el Norte de la isla a través de la empresa de guaguas Global, y con el resto de la capital a través de Guaguas Municipales; la del Aeropuerto por ser la vía de entrada y salida al exterior, con la cantidad de visitantes y turistas que la transitarán, y la última, la de Playa del Inglés, prácticamente por los mismos motivos al estar situada en la principal zona turística de la isla. Es evidente y sobra decir por tanto, que estas 3 paradas deben contar con una obra arquitectónica magnífica, que se salga de lo común y que además brillen por su belleza, que no grandilocuencia, que a veces se confunden los términos por estos lares. Estas tres estaciones ferroviarias deben salirse de la norma y ofrecer al canario y al visitante extranjero una belleza visual y paisajística urbana y arquitectónica sin igual, así como unas comodidades y servicios interiores que las hagan distinguir del resto de las otras 8 estaciones, que igualmente deben seguir unos patrones arquitectónicos esmerados, pero que pueden conllevar un menor gasto al ser estaciones de menor tránsito, y por tanto, la obra no tiene por qué ser tan distinguida. De estas 3 estaciones de tren, (San Telmo, Aeropuerto y Playa del Inglés) hemos conocido en los medios de comunicación una maqueta de la obra de la principal, la de San Telmo, la cual reproducimos a continuación:

Desde luego, es una obra que el propio César Manrique habría calificado de “fascista”, que afea la zona del Parque de San Telmo, que no aporta ninguna distinción arquitectónica, que no mejora la calidad visual urbana de la ciudad, y que desde luego, no va a suponer un hito arquitectónico para Las Palmas de Gran Canaria, cuando desde nuestro punto de vista, debería ser todo lo contrario. Dado que se trata de la estación principal del nuevo sistema de transporte, debería ser ésta una obra arquitectónica única, esmerada en integrarse en el paisaje urbano de la ciudad, colorida y no gris como plantean, y por supuesto, mucho más verde de lo que nos ofrecen en esta maqueta. Se suponía que la obra iba a contar con espacios verdes y con una plaza para conectar con el mar.⁴ Sin embargo, no vemos nada de eso en la maqueta presentada. Vemos una obra gris, bruta, de cemento, que no aporta absolutamente nada diferente a la ciudad, más bien la hace más banal, y que además, no presenta ni un solo espacio verde. Desde Pleiomeris y como geógrafas y geógrafos canarios, estamos cansados de ver como las obras públicas y de ingeniería civil que últimamente se desarrollan en la isla presentan una arquitectura increíblemente simplista y chabacana. Por poner un ejemplo: las obras de la nueva circunvalación que conectan Arucas con Tamaraceite, y a su vez Arucas con la GC-2, son un despropósito paisajístico, con cortes rasantes en las laderas de 90 grados, sin ni siquiera incluir terrazas para plantar árboles y además recubriendo todas las laderas con cemento de una forma tan absolutamente burra, que no alcanzamos a comprender para una isla que se supone aspira a recibir 3 millones de turistas anuales. Eso sin mentar el arranque completo de más de 10 palmeras canarias de bello porte con nocturnidad y alevosía a la entrada de la ciudad de Arucas, llegando desde la citada nueva circunvalación, en una isla que pretende ser “eco”. Algún día comentaremos en otro artículo los atentados paisajísticos que se han realizado con esta obra.

Volviendo a la estación de San Telmo, creemos que no es de recibo que con dinero público se financie semejante esperpento de estación principal para el nuevo tren, las guaguas y los taxis de la ciudad y de la isla. Esta estación debe ser un reflejo de lo que queremos ser como sociedad y de lo que queremos para nuestra ciudad. Debe contener una belleza única y además, debería poseer referencias arquitectónicas canarias, dado que estamos precisamente en una isla canaria, y no en la Alemania nazi construyendo un búnker. Debe ser nuestro cuadro de recibimiento para todo aquel que llegue en tren a la ciudad, o que se disponga a cogerlo para desplazarse a otros puntos de la isla. Debe ser nuestra carta de presentación arquitectónica. En definitiva, una obra de referencia como lo ha sido y lo es para todos los países del mundo. Una obra de la que sentirnos orgullosos. Al final del artículo les dejamos una pequeña galería de imágenes con diferentes estilos arquitectónicos para las estaciones principales de tren de distintas ciudades. Desde estaciones antiguas a modernas, y desde pequeñas a grandes. Comparen la belleza de esas con la que pretenden construir en Las Palmas y llévense las manos a la cabeza, amigos y amigas lectores.

Gran Canaria merece un proyecto más eficiente

Otras graves deficiencias que observamos desde nuestro punto de vista en el proyecto de transporte guiado entre Las Palmas de Gran Canaria y Maspalomas, tienen que ver con la pertinencia o no de llevar a cabo una estación de tren en los alrededores del casco de Telde, y de realizar una estación en El Carrizal, a sólo dos kilómetros de la estación anterior, la del Aeropuerto. Consideramos ambas obras del todo ineficientes, y un grave error si lo que se prima para la obra es la eficiencia y la sostenibilidad. La primera por su ubicación, en terrenos de cultivo al lado del casco de la ciudad de los Fayacnes, la cual debería seguir la línea “natural” de la costa y ubicarse en torno a Marpequeña, recogiendo desde ahí a los viajeros de Telde en guagua, y no subiendo al casco con la pérdida de tiempo que ello supone para un transporte que debe ser ágil, tal y como proponíamos en su día en este artículo “De la isla del coche a la isla del transporte público” donde elaborábamos un boceto de movilidad integral insular.⁵

2Mapa-5b279ea5 — En blanco futuro trazado del Tren de Gran Canaria. En rojo el trazado más eficiente.

En blanco la propuesta de ruta del Cabildo (con las estaciones en amarillo), en rojo la propuesta de ruta de Pleiomeris (con las estaciones en verde). Elaboración en Google Earth a partir de los planos de ordenación del Cabildo para el PTE-21.

La segunda obra ineficiente, lo es por ubicarse a sólo dos kilómetros de la estación anterior. ¿Qué sentido tiene hacer una estación en El Carrizal, si la del Aeropuerto está al lado? ¿No sería más inteligente conectar a los habitantes de Ingenio y de El Carrizal con guaguas directas hasta la estación del Aeropuerto de Gando, la cual tendrían a sólo un par de kilómetros de distancia? Esta estación para El Carrizal desde nuestro punto de vista sobra, puesto que no se argumenta dada la población que recogería, y porque sería ineficiente ubicar una estación tan cerca de otra sin justificación poblacional que la haga oportuna. Se supone que el tren debería ser lo más rápido posible, y por tanto, presentar las paradas imprescindibles para conectar rápidamente la ciudad con todo el corredor Este-Sureste-Sur. Pero, independientemente de la idoneidad o no de la estación de El Carrizal, lo que sí que nos parece un empecinamiento sin sentido es subir hasta el propio casco de la ciudad teldense, afectando con ello a una de las principales Vegas agrícolas de la isla, que se supone, debería usarse para mejorar las cotas de la tan mentada por el presidente del Cabildo grancanario “soberanía alimentaria”, la cual sigue sin arrancar y sin obtener la suficiente financiación ni los cambios pertinentes que, en materia de fiscalidad, y de acceso al agua, debe llevar a cabo el Gobierno de Canarias para que sea rentable volver a producir nuestros alimentos. Pero esa es otra vaina.

La cuestión es que un proyecto financiado públicamente con miles de millones de euros que pretende ser renovador para la isla, que quiere mejorar la dinamización económica de sus habitantes y sus empresas, y que busca desahogar los maltrechos bolsillos canarios, debe contar con un mejor diseño arquitectónico, tanto en su estación principal como en su recorrido, convirtiendo al trayecto guiado en una referencia del transporte público canario e internacional, no sólo por su eficiencia sino por su belleza arquitectónica y su calidad visual paisajística. Esperemos que los responsables públicos del proyecto reflexionen sobre lo que quieren ofrecer a sus habitantes, y sobre la imagen que quieren dar al exterior: si una imagen chapucera, ineficiente y brutalista, o una imagen de sostenibilidad, eficiencia y excelencia en la movilidad insular y el transporte urbano. Nuestra gente ha viajado, conoce rutas ferroviarias, ha visto estaciones de tren en el mundo. No merecen menos después de lo que cuesta la obra.

Galería: algunas estaciones internacionales que brillan por su belleza, independientemente del estilo: