
Los números son insensibles y no hablan de dramas humanos. La niña de 2 años que llegó con parada cardiorrespiratoria es solo una víctima más en la ruta migratoria canaria. Ver a esa niña en el suelo frío del muelle mientras es rescatada por dos héroes con estetoscopio, rompe el corazón de cualquiera, aunque sea en fotos. Sin embargo, murió días después. Pero te indignas más cuando te das cuenta que la madre estuvo retenida en Barranco Seco mientras su hija estaba entre la vida y la muerte. Una de las tantas incongruencias de la crisis migratoria en Canarias.
Ya no son noticia estas historias. Por desgracia no hemos acostumbrado, recuerden el bebé de Lanzarote y otras personas muertas intentando llegar a las costas canarias. En 2020 el 85% de las personas que murieron al intentar llegar al estado español fueron en Canarias. Nada menos que 1.851 personas. Detrás de cada muerto hay una historia, pero solo vemos cifras. Y, en medio, mucha incompetencia y falta de soluciones. A las personas muertas se unen las arbitrariedades y la denuncia de malas condiciones en lugares como Barranco Seco o Las Raíces. Comida pobre, diarreas, frío… Algunos prefieren irse a la calle, porque su proyecto de vida es otra cosa que recibir un plato de comida, mientras el Delegado del Gobierno argumenta que es por voluntad propia, a la vez que anuncia mejoras en la alimentación. Si hace falta mejorar algo, ¿cómo es posible que antes fuera impecable?
La gestión de la crisis migratoria también está siendo timorata y errante. Los ministros siguen ciegos, en Madrid, con la sospecha de que Canarias está asumiendo por sí sola el problema. Ángel Víctor Torres anuncia de manera recurrente que no va a permitir lo que está pasando, pero sigue pasando. Con todo, reclama y reclama, pero el Estado sigue haciendo lo que quiere. Como es su partido, no levanta la voz y en el Debate del Estado de la Nacionalidad Canaria se defiende con lenguaje épico y bienintencionado.
Del energúmeno que suelta mentiras en plena calle Triana mejor no hablamos. Ellos no pertenecen a la raza humana. Muchas aristas de un problema gravísimo. Canarias tiene un problema migratorio serio, siguen llegando personas, seguirán llegando y no se asegura que tengan una buena acogida ni que puedan sobrevivir. Tampoco que continúen su ruta, como sería su deseo. Europa abandona a Canarias y, sobre todo, abandona a gente que ve como sus ilusiones se convierten en pesadilla. A más de uno se le debería la cara de vergüenza. Siguen acumulando muertos e historias.