Publicado originalmente el 8 de marzo de 2018
Hoy, jueves 8 de marzo, está convocada una huelga internacional de mujeres. Se trata de una huelga que cubre los ámbitos laboral, de consumo, de cuidados y el estudiantil. Tamaimos, como medio social y crítico, no puede ni quiere quedarse al margen de esta convocatoria, a la que damos todo nuestro apoyo y soporte. Pero desde esta misma postura crítica, no podemos obviar lo que nos corresponde en este momento, estando nuestro consejo editorial compuesto en su totalidad por personas socializadas como hombres.
Las protagonistas de esta huelga son y deben de ser exclusivamente las mujeres, pero eso no hace que los hombres no podamos ayudar al mayor éxito de la misma. Y mejor aún, que esta colaboración que para muchos pueda comenzar este día, se extienda a nuestra rutina. Hacer activismo no tiene que significar salir a la calle el 8 de marzo, coger una pancarta o liderar una manifestación. El activismo son esas pequeñas cosas que hacemos en nuestro día a día.
Activismo es ceder espacios y ceder nuestros privilegios para fomentar la diversidad de los mismos. Activismo es no tomar el turno de palabra hasta que algunas compañeras lo hayan hecho en una asamblea o una reunión de trabajo. Activismo es hablar menos y escuchar más. Activismo es no saltar a la defensiva en cuanto se nos señala una actitud machista, sino recoger el comentario, madurarlo y trabajar ese tipo de actitudes, o asertivamente replicar una vez madurado si pensamos que no ha sido justo. Activismo es corresponsabilizarnos de las labores domésticas. Activismo es pedir nosotros la reducción de la jornada para cuidar de nuestros hijos o de esas personas dependientes de nuestro entorno. Activismo es responsabilizarnos de nuestras emociones, hacernos cargo de ellas y apoyarnos en otros hombres, descargando a las mujeres de este trabajo. Activismo es no callar ante los chistes machistas o la cosificación de las mujeres en el grupo de Whatsapp con nuestros amigos. Activismo es cambiarnos de acera cuando vas detrás de una mujer en una calle desierta por la noche. Activismo no es pensar como nos sentimos nosotros al tener que hacer todas estas pequeñas acciones, es como se sienten ellas cuando la mayoría de los hombres ni se plantean hacerlos.
La red está llena de muchos más consejos de este tipo . Están a un clic y una búsqueda de distancia. No pidamos a las mujeres feministas que se responsabilicen de la que es nuestra labor. Aquí estará nuestro verdadero papel, el que trasciende a hoy. Porque hoy ellas son sujeto. Hoy el mundo para porque ellas paran.