El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, expresaba el sábado su hartazgo por el maltrato y desprecio del Gobierno de España a nuestro país. También el periodista Raúl Vega opilado señalaba hace unos días el sentimiento que compartimos la mayoría de los canarios ajitos del racismo y xenofobia que se lleva inoculando en Canarias desde hace meses con el objetivo de provocar artificialmente un conflicto inexistente.
Hay que analizar el problema, reflexionar y actuar en consecuencia. Podríamos resumirlo en una sociedad que se encuentra ante una situación sobrevenida en plena crisis sanitaria y económica con uno de los peores indicadores económicos del estado -y ya no digamos de la UE- unido a una arribada repentina de miles de migrantes de la costa vecina que huyen de una situación aún más grave. La actitud de España y Europa ante este drama humanitario es mirar para otro lado y encasquetar el problema a Canarias para convertirla en una cárcel de personas que no quieren llegar a Europa; la nueva Lampedusa. La falta de infraestructuras, la situación deplorable en la que se encuentra estas personas, el oscurantismo y la inacción de las instituciones etc. Han enquistado un matuperio que no tendría que existir si se estuviera gestionando adecuadamente este fenómeno.
Este es el terreno perfecto para que el partido político con nombre de vómito aproveche para engodarnos -nunca mejor dicho-. Durante meses se ha invertido dinerales para inundar las redes sociales y youtube de un rebumbio de fake news alarmistas para atemorizar a nuestro pueblo con el objetivo de infectarnos con un virus peor que el covid19; la xenofobia y la aporofobia. Los youtubers voxenetas godos llegaron a desplazarse desde Murcia y los Madriles al sur de Gran Canaria para intentar intoxicarnos y enfoguetarnos contra nuestros vecinos continentales. Los bots voxenetas, muchos italianos en Canarias y no pocos godos se sumaron privados al pogromo. El desmonte de numerosas fake news de poco está sirviendo ya que salvo aquellos que intentamos contrastar la información, la matraquilla mentirosa cala en una purriada de gente que da más credibilidad a una mecha de whatsApp y un youtuber que a la prensa seria. La mayoría social no comprende la campaña de intoxicación a la que están siendo sometidos con el objetivo de crear un conflicto artificial.
Pero no todo el padecer viene de fuera. En casa también tenemos al bicho ya que no nos faltan racistas colaboracionistas. Por ejemplo, esos empresarios de estirpe caciquil que pagaron estancia a los predicadores voxenetas. Pero, sobre todo, medios de comunicación irresponsables que, con tal de conseguir más reacciones en la red y seguidores, comparten cualquier suceso que llame a la criminalización de los migrantes africanos y pobres. Jugar a sorroballar al más débil sale gratis. ¿Por qué estos medios no suelen hacerse eco de los absolutamente mayoritarios ejemplos de integración de inmigrantes africanos en Canarias? ¿por qué no publican jamás en sus portadas la masiva llegada de inmigrantes europeos a Canarias en las últimas décadas? ¿Por qué no se alerta con noticias sobre las operaciones de la mafia italiana en Canarias? ¿por qué no se habla casi nunca de la gentrificación de nuestros barrios causada por la arribada masiva de migrantes europeos? ¿Por qué nunca aparece en los medios la situación demográfica de Lanzarote y Fuerteventura donde los canarios ya somos minoría frente a los europeos? Etc.
Otro grado de responsabilidad, más grave incluso, es tanto de las instituciones europeas y españolas que quieren convertir Canarias en una Lampedusa, como de la inacción e indolencia de las instituciones canarias y amplios sectores de la sociedad que están mirando hacia otro lado ante la pandemia xenófoba que está criándose en Canarias. Aunque los partidos canarios y Ángel Víctor Torres ya han criticado la gestión del Gobierno de España, no se entiende la pasividad mediática y de acción frente a esta situación.
Para mi gusto Canarias necesita:
-Un discurso propio sobre este problema que haga hincapié en los derechos humanos y la repartición de estas personas en España, así como la solución en los países de origen.
– Una acción directa del Gobierno de Canarias en materia de negociación con los países de origen y tomar todas las medidas posibles para solucionar el problema.
-Una campaña efectiva informativa a la sociedad canaria que permita combatir las fake news y dejar de apoyar los medios irresponsables.
-Una mayor implicación de la ciudadanía consciente.
Si seguimos con pasividad en la brega capaz que se cumple el húmedo sueño de la derecha española en Canarias; convertirnos en la Murcia africana.