
Publicado originalmente el 9 de abril de 2015
Esas caras de lamento que ustedes ven en la imagen, no son por una ocasión fallada. Aunque estén en el Centro Insular de Deportes de Gran Canaria, no tiene que ver con un triple a última hora del equipo visitante, más que nada porque el equipo local se trasladó al Gran Canaria Arena. Como pista les digo que es un sorteo, pero no, no es un bingo ilegal. Es un sorteo puro y duro, sin mediar criterios, pero estas personas no ven en pantallas gigantes los equipos que se enfrentan en los cuartos de final de la Liga de Campeones. El Gobierno de Canarias está de por medio, pero no, no crearon una lotería canaria. Sorteo, en el Centro Insular de Deportes, el Gobierno canario de por medio, gente expectante, ¿qué se sortea? Se sortea la dignidad, esas personas se están jugando una vivienda, la posibilidad de acceder a una vida que el sistema les niega. Nada menos que 3.416 personas para 113 casas, posibilidades del 3,31% de conseguir la ansiada vivienda. Sin criterios de mayor o menor necesidad, sin condicionamientos de minusvalía, edad, condiciones familiares, etc. Sorteo puro y duro, si tienes fortuna puedes tener una vida, si no, continúa en la miseria.
Las casas llevan construidas desde el año 2012, con tres años de deterioro, con robos y saqueos. Pero claro, en 2012 no había elecciones y en 2015 sí, como en 2011, año en que se realizó el anterior reparto de casas. 58 en Jinámar y 57 en Las Torres, con algunas reservadas para compromisos municipales. Se decidió el pasado viernes 27 de marzo como día para el sorteo y allí se dieron cita 3.416 personas, algunas de ellas llevan unos 30 años esperando por el deseado techo. Aún así, la directora general del Instituto Canario de la Vivienda, Sulbey González, defendió el procedimiento: «Cualquier sistema siempre será injusto para cualquier persona que no sea beneficiaria de la vivienda. Lo que tenemos que hacer es seguir haciendo viviendas y seguir rehabilitándolas para darlas en segunda adjudicación para ir cubriendo poco a poco las necesidades de la población», a la vez que reconoció que “no está previsto que se promuevan más viviendas antes de 2016″. Espera, eso me lo sé. Las harán en 2016 como las hicieron en 2012, pero las sortearán de nuevo en 2019, a las puertas de las nuevas elecciones. Vaya, qué fácil es ver el futuro con esta gente…
Este «bingo preelectoral» que calificó el Coordinador General de Izquierda Unida en Canarias, Ramón Trujillo, fue duramente criticado por la Coordinadora Popular de la Vivienda y los Derechos de la Clase Trabajadora Avance Social y por la Plataforma de Afectados por la falta de vivienda. María Puig, portavoz de la Coordinadora Avance Social, denuncia que no se atendieran los baremos específicos de cada persona. Magec Borges, de la Plataforma de Afectados por la falta de vivienda, destacó que solo cubre el 2% de la demanda. Según Borges y otros representantes de los movimientos por el derecho de la vivienda, existen 20.000 solicitantes de viviendas en toda Canarias a los cuales les correspondería siete casas a cada uno, si se entregaran las casas sin usar que tienen los bancos en el Archipiélago. La suma de casas de las entidades bancarias correspondería a la extensión de dos ciudades como Santa Cruz de Tenerife y Telde juntas. Algo impropio e indigno en épocas de depresión social como la actual.
Con su hijo a hombros
Entre los no agraciados con una casa está Leonor Pérez, vecina del barrio capitalino de Lomo del Chinche. Leonor tiene 60 años y vive en un tercero sin ascensor. Su hijo Manolo, de 40, sufre parálisis cerebral y distrofia muscular, por lo que no puede subir las escaleras. Cada fin de semana debe subir a su hijo a hombros hasta su casa, cuando vuelve del Centro de Día de San José de Las Longueras (Telde), donde está recibiendo cuidados de lunes a viernes. Lleva más de diez años solicitando la permuta de su casa, también de protección oficial, por otra vivienda en planta baja, pero sus reivindicaciones no son atendidas. Acudió al sorteo pero la fortuna le fue esquiva. Un ejemplo del sistema depredador mediante el cual se están entregando las casas. Esta misma semana, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, se comprometió a acabar con el calvario de esta mujer. Confiamos en que no sea solo populismo preelectoral…
Rocío y su familia, en la calle
Hace unas semanas en una entrada sobre desahucios, nos escribió un comentario Rocío, una joven de 24 años con una niña de 14 meses que fue desahuciada de su casa. Su pareja tiene 22 y una discapacidad, ahora rebajada al 41%. Una persona le permitió vivir en su casa de San José, en Las Palmas de Gran Canaria, pero la Trabajadora Social del Ayuntamiento les dijo que abandonaran la casa. Cuando el pasado 13 de marzo nos escribió este mensaje en una entrada sobre los desahucios en Tamaimos, aseguraba que vivía en la calle. Me puse en contacto con ella vía correo electrónico, único dato que dejó en su comentario, para contar su historia, pero debe ser que no lo ha visto. Si vuelve a ver esta entrada, le rogamos que nos deje su número de teléfono o ubicación actual. Sin embargo, deseamos que no haga falta, que la generosidad pretendida y electoral del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria en el caso de Leonor, le ofrezca una solución también a Rocío y su familia. Entonces contaremos la historia con final feliz. Casos como los descritos abundan en la capital grancanaria, donde el nivel de pobreza y precariedad se mantiene en niveles excesivamente altos. Mientras tanto, muchos miran para otro lado y sortean la dignidad, que después sumarán como argumento para pedirte el voto. Incluso a ellos, los de abajo, los que sufren.