Publicado originalmente el 13 de octubre de 2016
El complejo es uno de los rasgos definitorios de los pueblos colonizados. Nada más oportuno que hablar de complejos tras un 12 de octubre, día ideal para reivindicar la autoestima de esos pueblos que sufrieron este proceso histórico. El complejo lleva, entre otras cosas, a engrandecer a los colonizadores con ínfulas de superioridad. Eso pasa aquí, en Canarias. Si no lo creen, lean lo que dice Santiago Calatrava en un libro y que recoge este domingo el Diario de Avisos: “Mira, para que te quede claro, tú me estás hablando desde tu isla, que está en el culo de Europa, y yo te hablo desde Zúrich, que está en su corazón. Tu isla no me merece”, espetaba al por entonces Presidente del Cabildo, Adán Martín, que disculpaba al artista con un lacónico «los artistas son así». Calatrava se llevó 2.000 millones de las antiguas pesetas de Tenerife, a la vez que disparó el coste de dicha obra de 4.444 previstos a 16.000 millones de pesetas finales.
Otro ejemplo es el desprecio con el que algunos se despachan con los símbolos. Un astuariano, el consejero del Cabildo de Fuerteventura Andrés Briansó, se despachó a gusto con la bandera tricolor de las siete estrellas verdes para atacar a Coalición Canaria, un partido que, todo dicho sea de paso, no es representativo del estandarte: «Así que, como CC ha planteado modificar el estatuto de autonomía para que ésta sea la bandera oficial, les invitamos a que como símbolo de su organización política, adopten este nuevo estandarte que proponemos, donde los símbolos del vil metal reflejen su planteamiento de vender las islas de todas mediante la terrible Ley del suelo. Símbolos de euro, pero verdes, eso sí». Por supuesto Briansó no apoyó la moción de NC en el Cabildo de Fuerteventura que contemplaba colocar la bandera canaria en un lugar visible y organizar una exposición. Sus compañeros de partido sí la lucen en mítines, pero para él representa a una organización política.
Si estas cosas suceden delante de nuestras narices, es porque nos vemos pequeñitos y acomplejados. Pero no lo somos. Lean el titular de la fotografía que acompaña al artículo: «Los canarios, motor de la selección». Castellano, Germán, Guedes y Tonono eran a finales de los 60 lo que hoy son Vitolo o Silva, con Roque, Vicente y Jonathan Viera en la recámara. Si el fútbol sirve para algo, debiera ser para hacernos sentir más grandes. Un equipo con más de la mitad de los jugadores nacidos en las islas, asombra por su fútbol en la Liga de las Estrellas. Hace unas semanas Canarias en Hora hacía una selección de futbolistas canarios y muchos, asombrados, hablaban de la calidad que tendría el cuadro. Por supuesto el medio hablaba de «hipotética» Selección Canaria, no fuera a ser que alguien se hiciera ilusiones.
Siguiendo con el ámbito del deporte, 16 canarios se han alzado con medalla olímpica. Han obtenido oro Luis Doreste – Roberto Molina (Vela en Los Ángeles’84), Josele Doreste (Vela en Seúl’88), Luis Doreste – Domingo Manrique (Vela en Barcelona’92) y Fernando León (Vela en Atlanta’96). Plata para Paola Tirados – Thaïs Henríquez (Natación sincronizada por equipos en Pekín’08), Nicolás García (Taekwondo en Londres’12), Sergio Rodríguez (Baloncesto en Londres’12) y Leticia Romero – Astou Ndour – Leonor Rodríguez (Baloncesto en Río de Janeiro’16). Bronce consiguieron Thaïs Henríquez (Natación sincronizada por equipos en Londres’12), Marta Mangué – Eli Chávez (Balonmano en Londres’12) y Sergio Rodríguez (Baloncesto en Río de Janeiro’16). Si hablamos de surf, los canarios cada cierto tiempo son campeones. En otras disciplinas, como el baloncesto, el canario Acoydan McCarthy disputó el partido internacional de jóvenes talentos Jordan Brand Classic.
Hay más fuera del deporte. En astronomía, la palmera Nieves Castro es astrónoma de soporte en el Gran Telescopio de Canarias (Grantecan). La disciplina tiene a Canarias como centro neurálgico irremplazable por su situación, bombos políticos aparte. No obstante, las tres primeras ediciones de Starmus en 2011, 2014 y 2016 se celebraron en Tenerife, con la presencia entre otros de Stephen Hawking. Ahora el Festival viaja a Trondheim (Noruega), no sin polémica por lo invertido y por la falta de desarrollo de una ciencia hecha desde aquí.
Por otro lado, el ingeniero informático y médico canario, Luis Falcón, ideó un software libre sanitario. El GNU solidario se distribuye en 113 idiomas de países de América, África y Asia. En Estados Unidos, una periodista canaria, María Rozman, fue premiada con un premio Emmy por una serie de reportajes en El Salvador. Continuando con premios, el grupo Mapeyé opta a un Grammy por el disco en directo que grabó en el Teatro Cuyás con colaboraciones de Domingo Rodríguez «El Colorao», Javier Cerpa o Yeray Rodríguez. También National Geographic se ha interesado por una de nuestras señas de identidad ancestrales: el salto del pastor. «Conoce esta curiosa forma de desplazarse que se remonta a la época de los ‘Guanches’, y que perdura en el tiempo», indican en su muro de Facebook.
Más campeones: Raquel Alemán Cruz, de 17 años, la mejor en inglés para Cambridge, Óscar Vera, de 11 años, tercero en el Campeonato del Mundo de Cálculo con Ábaco celebrado en Manila (Filipinas) y el luchador Álvaro Déniz «Pollo de Moya» campeón del mundo dos años consecutivos (2013 y 2014) de Lucha Ssireum, un tipo de lucha coreano. Incluso la naturaleza se abre paso en grandes escenarios. La Unesco incluyó las montañas sagradas de Gran Canaria en su portal. En pintura, los artistas canarios Cristóbal Tabares, Daniel de la Guardia, Adassa Santana y Moneiba Lemes consiguieron cuatro premios en la Bienal de Padru ´Isole´ en Cerdeña.
Son solo algunos ejemplos someros y rápidos del talento canario, de las posibilidades de nuestra tierra. En el día a día de la falta de valoración de lo propio, de la manta roja a cualquier canchanchán que llegue a nuestra tierra y en la creencia de que estamos condenados a problemas estructurales por definición de nosotros mismos, no nos cuentan esta parte. Una historia contada al revés, en la que Canarias se postula como un país capaz, valorado y valorable y que tiene todas las posibilidades del mundo de llegar lejos, sin manitas en la espalda que lo corrobore, sin paternalismos y sin pedigrí. El futuro pasa por ser fuertes, sin complejos que nos aten a la mediocridad. Es un proceso mental, de autoestima, ni siquiera tiene que ver con los éxitos antes referidos.