La Fonoteca de Canarias nace en el año 2010. Como el proyecto Tamaimos, nacido dos años antes, tiene la diáspora como un elemento definitorio. Su objetivo principal es la creación de un archivo sonoro de las Islas Canarias, con el que quede latente y patente la identidad sonora del Archipiélago. En la descripción de la iniciativa en su web se apoyan en las teorías de Manuel Alemán, que relaciona paisaje y psicología del pueblo canario, y en Murray Schafer, que expone la teoría de la identidad sonora. Para ello han dividido los sonidos en tres campos; en el primero integran sonidos propios del español de Canarias; el segundo recoge audios de nuestro entorno; finalmente la tercera parte incluye manifestaciones musicales propias de las islas.
La fonoteca agrupa a diferentes profesionales de diversos campos. Uno de ellos es su gran valuarte a día de hoy. Sergio Gómez Brito alterna su profesión dentro de la aviación con el desarrollo de esta longeva iniciativa, cuyo origen fue el proyecto El Cloquido. Acompañado de Valeriano Weyler Ramos, sobre todo en la primera fase, ahora se ha encargado de mantener y modernizar el proyecto con una remozada página web. La Fundación Canaria Tamaimos contribuye a su mantenimiento con un patrocinio procedente de su Área Social.
¿Cómo surge la idea de la Fonoteca de Canarias?
El Catálogo de Voces Hispánicas, del Instituto Cervantes, inspiró la idea inicial de publicar un archivo sonoro en línea que mostrara las diferentes hablas de las Islas. Fue durante el desarrollo inicial de esta idea, de documentación bibliográfica y análisis de recursos, cuando nos dimos cuenta de la conveniencia de incluir también los paisajes sonoros y las manifestaciones musicales en el mismo proyecto al tener como factor común la identidad sonora.
Ustedes estaban en la diáspora cuando nació la iniciativa. ¿Cuánto pesó la magua en la idea?
Estábamos y volvemos a estarlo. La distancia probablemente ayudó a resaltar las diferencias, a tomar perspectiva, a comparar ideas, impresiones, etc. El proyecto en sí mismo se nutre de nuestra exposición a otros lugares, y de hecho podríamos replicarlo en aquellos en los que hemos vivido pues todos tienen su propia identidad sonora.
Los sonidos están divididos en tres partes. La primera contiene sonidos del habla canaria. ¿Es un reivindicación de este patrimonio canario?
Las grabaciones tienen como fin principal normalizar la diversidad en la lengua, considerando las diferencias que incorporan las diferentes modalidades como elementos enriquecedores. Como en otros ámbitos, los proyectos de divulgación ayudan a extender estas perspectivas de apoyo a la diversidad, que en este caso particular de las lenguas ya están plenamente respaldadas por la lingüística moderna.
En este sentido, ¿cómo percibes la salud de nuestro dialecto?
El español de Canarias goza de buena salud “académica”, a juzgar por el número de estudios e investigaciones que ha atraído. Por otro lado, y como comentábamos, la lingüística actual ha adoptado una postura muy abierta en las últimas décadas, en beneficio de las variedades de cualquier lengua. Esto último no siempre fue así, y los efectos se trasladaron a ámbitos tan distintos como la educación o los medios de comunicación. Por eso todavía quedan estereotipos y prejuicios, tanto positivos como negativos, asociados a las diferentes modalidades. La canaria no es menos, y por desgracia muchos de los que arrastra son negativos. Un lugar donde podemos constatar esto último, y sobre el que hablamos en varios textos de la Fonoteca, es en la publicidad y en los medios de comunicación en general.
La segunda parte engloba sonidos de nuestra naturaleza. Tan evidentes y tan poco valorados…
Lo sonoro representa una dimensión del paisaje muchas veces secundaria y es que la percepción de lo visual parece acaparar toda nuestra atención. Incluso los medios con los que solemos capturar y compartir el paisaje, como puede ser un teléfono móvil, están más orientados a obtener imágenes. El paisajismo sonoro busca no sólo realizar grabaciones de campo en entornos naturales, rurales y urbanos sino también promover la escucha atenta y concienciar sobre la importancia de este otro componente del paisaje. Otro aspecto importante de los sonidos naturales es que sirven de indicador del estado de salud de un ecosistema, antes incluso de que podamos percibir el deterioro por medio de la vista.
¿Cuánto pueden definir los sonidos a un lugar concreto?
Si escuchamos un diyeridú, aunque fuera por unos segundos, nuestra mente se traslada rápidamente a Australia. Lo mismo pasa con el sanshin y Japón o el timple y Canarias. La orografía y el clima (geofonía), y la flora y la fauna (biofonía), también generan asociaciones como estas, que en ocasiones son únicas si se trata de endemismos. Un buen ejemplo es el de la graja, cuyos graznidos colorean el paisaje sonoro de los pinares de La Palma. Y por supuesto, las variedades de cualquier idioma, que refieren a aquellos territorios y gentes de las que son propias. Cuando en un lugar se combinan, como en una orquesta, muchos de estos sonidos, tenemos un paisaje sonoro que caracteriza al lugar y a sus habitantes. En este sentido, lo visual también tiene terreno ganado; por ejemplo, la arquitectura, las guaguas y hasta las cabinas, entre otros elementos, definen la identidad visual de Londres. Pero su correlato sonoro, aunque parezca más rebuscado, también existe y define a la ciudad, diferenciándola de cualquier otra.
Aquí entiendo que pesan las teorías de Manuel Alemán y de Murray Schafer…
Manuel Alemán hablaba de la influencia del paisaje y en general del entorno sobre el habitante de las Islas. Murray Schafer, por su parte, desarrolla los conceptos con los que se puede caracterizar a los sonidos de una comunidad acústica: marcas sonoras, tónicas, señales, etc. Muchos de ellos son adaptaciones de la teoría musical al paisajismo sonoro, y con ellos abrió el estudio de la identidad sonora aplicado al paisaje.
La tercera y última son manifestaciones musicales. Qué podemos hablar de nuestra música que no se haya dicho por musicólogos…
La producción musical es la tercera contribución a la identidad sonora de una comunidad, probablemente la más reconocida de las tres. Como decíamos al principio, hay instrumentos cuyo timbre evoca intensamente a un lugar, pero también pueden generar el mismo efecto determinadas composiciones y melodías, independientemente del instrumento. Además, en la música podemos encontrar elementos del paisaje sonoro, y en las letras la modalidad lingüística de los cantantes.
Es la sección con menos contenido. ¿Se actualizará con nuevas aportaciones? ¿Qué nos puedes contar al respecto?
Un proyecto que tenemos en la lista de tareas relacionado con esta sección es la realización de un atlas de instrumentos musicales en las Islas, de manera que cada uno vaya acompañado de una grabación en la que quede caracterizado.
El gran paso al frente del proyecto en los últimos años fue la actualización de la web con un mapa interactivo donde se puede navegar por los sonidos. ¿Qué supuso ese cambio?
Desde el comienzo en 2010 queríamos que el acceso al archivo sonoro fuera a través de un mapa. Aunque mejoramos en varias ocasiones la página web, no fue hasta 2018 cuando contamos con el mapa sonoro. En esa renovación actualizamos también la identidad corporativa del proyecto, la cual está inspirada en la obra artística de César Manrique. Consideramos muy importante la geolocalización para un proyecto cuyo fondo es el paisaje, y ahora el usuario puede realmente navegar a través de los sonidos, pasando de una grabación a otra fácilmente.
¿Qué nos puedes decir del registro de visitas? ¿Son cuantiosas? ¿De dónde proceden principalmente?
Las cifras de tráfico en la web son estables, alrededor de 100 visitas al día de media. Muchas tienen que ver con búsquedas en torno al español de Canarias, provenientes desde las propias Islas, y otras buscando sonidos naturales, ya desde todo el mundo hispánico. El folclore atrae también muchas búsquedas y contactos por correo, especialmente desde América. A ellas habría que sumar las reproducciones acumuladas en los portales Soundcloud y Freesound, donde subimos los audios más representativos del archivo.
Ahora la Fundación Tamaimos hace una aportación a su mantenimiento. ¿Cuáles son los retos renovados del proyecto?
Poder mantener la página activa y actualizada, a lo largo de los años, es ya un reto en sí mismo. La ayuda de la Fundación Tamaimos está permitiendo que el proyecto no se resienta durante la situación actual, y todos en la Fonoteca estamos muy agradecidos. Queremos aprovechar este impulso para comenzar las grabaciones a instrumentos, así como a informantes de islas como La Gomera y Lanzarote, que todavía no tienen sus hablas representadas. Traducir los contenidos al inglés es otro proyecto que llevamos tiempo barajando, sobre todo ahora con la nueva página, pues serviría para divulgar los sonidos de Canarias de manera global.