Publicado originalmente el 30 de septiembre de 2016
Pegado a la pantalla, no sé quién produce, si NETFLIX o la HBO, pero esto solo lo pueden estar montando los americanos. Qué guiones y qué interpretaciones, bendito sea dios. Los actores trabajan con eso que en la jerga de la profesión llaman verdad. Susana parece Susana, Pedro parece Pedro e Iceta, qué actor es Danny de Vito.
La producción no parece cara, todo es en plató, rodado en Canarias, por aquello de los incentivos fiscales al cine, incluso en Granadilla esta semana hicieron una pequeño spin off.
Un público entregado, agarrado al sofá, millones de espectadores, y lo dan en abierto. Ni cable, ni streamcloud, en abierto. Por la mañana, al mediodía, por la tarde, por la noche, oiga, lo ponen más que La que se Avecina.
Uno que gusta de ver la serie es Mariano. Aunque a veces se despista, se pierde, se distrae. Nada preocupante, Mariano solo piensa en Navidad. A Mariano ya solo le vale diciembre, ni gobierno alternativo, ni presidente de consenso, ni abstención del PSOE. Mariano cierra los ojos, y se imagina como antes del sorteo de navidad le caerá un gordo en forma de 160 diputados. Diputados que se los dará uno a uno el votante refugiado, el quilombo del PSOE y el desgaste de su anaranjada marca blanca. Legislatura tranquila, sin mucho control parlamentario, a las órdenes de Bruselas y al son del rico Decreto Ley.
Mientras tanto, ustedes no se muevan del sofá, no se me levanten ni para mear. Son casi las dos, pongan la televisión, en breve comenzará su programa favorito.