El canarismo es un espacio socio-político e ideológico, en proceso de articulación, en el que se deben expresar diversas sensibilidades con respecto a Canarias como proyecto (desde el insularismo no fratricida hasta el independentismo estatal, pasando por el autonomismo, federalismo, nacionalismo, autodeterminismo, independentismo nacional, etc.) y que van desde el socioliberalismo hasta la socialdemocracia (defensa del Estado de derecho, libertades individuales, división de poderes y papel protagonista de los poderes públicos en la construcción de igualdad, justicia y solidaridad). Debe asumir además, sin ambages, las demandas por la igualdad de género, la libre expresión de las identidades LGTBIQ+ y la revolución sostenible hacia la que avanza el planeta.
No hay obstáculos insalvables que impidan, en un plazo de tiempo razonable, el que el canarismo se reúna en torno a un programa común y una única organización, presente de manera masiva y hegemónica en todo el país canario.
La canariedad es la identidad cultural de los canarios, aquellos rasgos diacríticos que nos hacen una comunidad humana diferente. En la canariedad se expresa en múltiples planos y de muy diversas maneras la historia de los canarios, desde las primeras arribadas desde el continente africano y nuestro sustrato amazigh hasta la sociedad pluralista y de acogida actual, pasando por nuestra formación colonial, la emigración masiva hacia América, nuestra modernización, etc. Debe ser entendida como un valor de magnitud incalculable, heredado de las generaciones pasadas, a conservar y transmitir. Como cualquier manifestación humana, no es inalterable y recoge influencias y estímulos externos e internos pero, a la vez, otorga a nuestra comunidad un vínculo diacrónico y sincrónico, enriquecedor en términos de felicidad y bienestar. Su presencia en el sistema educativo a todos los niveles, los medios de comunicación, la vida pública e institucional, etc. nunca será suficientemente reivindicada.
La canariedad no es patrimonio exclusivo de los canaristas, por más que deban estar especialmente dedicados a ella e interesados por la misma. Es patrimonio de toda la sociedad canaria y a ella por completo corresponde su defensa.