Publicado originalmente el 30 de mayo de 2015
EDITORIAL
Hoy no es 12 de Octubre. Hoy es 30 de Mayo y eso se celebra. Esta fecha de origen controvertido ha ido ganando terreno día a día en la conciencia mayoritaria de nuestro pueblo y en torno a ella tienen lugar innumerables actos de todo tipo, normalmente con lo que se suele entender como canariedad como protagonista. Abunda una visión superficial de nuestro acervo, de acuerdo, pero también nos van naciendo expresiones artísticas, culturales de todo tipo, que nos deben llenar colectivamente de orgullo. Hay actos más o menos oficiales, preñados de políticos que no se quieren perder un día así, pero también populares y comunitarios, alternativos y algún día los habrá hasta subversivos. Así sucede también en otros países. También aquí debe suceder.
En Tamaimos creemos que el 30 de Mayo es un día para la fiesta pero también para la reflexión y para la protesta. Entre música y gastronomía, debemos reflexionar sobre el estado de este país volcánico y archipielágico en que nos tocó nacer y/o vivir. Será nuestro más consciente ejercicio de madurez como pueblo. Hagamos del 30 de Mayo también nuestro propio y popular Debate sobre el Estado de la Nacionalidad, pero esta vez de verdad, no una tramoya. Llevemos en mente y también a la plaza pública lo ocurrido en los trescientos sesenta y cinco días anteriores. Echemos la vista atrás y descubriremos un pueblo unido frente a la agresión petrolera de José Manuel Soria, el Partido Popular y REPSOL ¿Qué lección podemos extraer de esa lucha? ¿Qué bandera debemos enarbolar este 30 de mayo, alejada por ahora tal amenaza? Y si de protesta hablamos, no cabe olvidarse en este Día de Canarias de los altísimos índices de desempleo, tasas de abandono escolar, hogares por debajo de los límites de la pobreza, familias sostenidas por bancos de alimentos, etc. ¿Cómo podríamos olvidarnos en nuestro día de las dos pateras que hoy mismo arribaron a Lanzarote y La Graciosa desde nuestro continente? También todo esto forma parte de la Canarias que hoy celebramos.
La canariedad en torno a la que nos queremos convocar en este siglo XXI será compleja, plural, problemática,… o no será. Más allá de luchadas institucionales, el 30 de Mayo será también nuestro particular día de lucha, de brega por construir un país mejor en esta encrucijada del noroeste africano. Será así como, poco a poco, nos iremos sintiendo orgullosos de esta fecha, de la que brotarán significados nuevos. Y en unos años, tal vez también un 30 de Mayo, los vergonzantes frescos que decoran la sede del Parlamento Canario serán sustituidos por un mural al que se asome el pueblo canario, digno, en pie, recibiendo el futuro, unido y en libertad.