Publicado originalmente el 28 de febrero de 2015
Menos nosotros. Causa hartazgo ya denunciar las muestras de endofobia e ignorancia, y perdón por la redundancia, que dan entre otros algunas instituciones canarias. Sin embargo, a pesar del tremendo hastío, peor sería pasar de largo, no hacer nada y dedicarnos a hablar de los saldos bancarios de tal o cual político.
Los canarios tenemos una literatura rica y singular. Como tantas otras cosas en las islas es doble producto de la sensibilidad artística propia de este pueblo y los aportes foráneos tamizados también por esa misma sensibilidad. El resultado: un cuerpo de obras y autores de los que sentirnos orgullosos pero que por desgracia es mucho menos conocido de lo que resultaría normal en una sociedad, digamos, menos dada a la autolesión. Para honrar este patrimonio cultural canario y universal, y perdón otra vez por la redundancia, el Gobierno de Canarias tuvo la brillante y poco acostumbrada buena idea de dedicar un día oficial a estos asuntos: el Día de las Letras Canarias, 21 de febrero, fecha del fallecimiento del insigne polígrafo Viera y Clavijo.
La celebración va cumpliendo años y si bien no puede decirse que el Gobierno de Canarias derroche originalidad ni efectividad a la hora de hacer de esta celebración algo más extendido, ahí está. Las instituciones, no todas, hacen lo justito; algunos abnegados profesores tratan de celebrarlo en sus centros escolares; Tamaimos pone su granito de arena… y poco más. Es lo que hay. Hasta que uno llega a San Bartolomé de Ajei, en Lanzarote.
En San Bartolomé no se celebra el Día de las Letras Canarias, como en tantos otros lugares. Sin embargo, sí se celebra el Día de las Letras Gallegas, la Feria de Abril y el Día de Andalucía. Ignoro si hay dinero público destinado a estas celebraciones. La lógica del mundo en que vivimos parece indicar que sí. No hay nada que se organice sin dinero pero corresponde a otros indagar tales asuntos. También ignoro si en Galicia celebran el Día de las Letras Canarias o en Andalucía el Día de Canarias; si destinan recursos públicos a tales fastos. Me parecería inaudito. A lo que yo voy es a comentar el tremendo dislate que supone tal muestra de endofobia por parte de una institución pública canaria, que se niega a honrar nuestras letras y literatos, pero se arrastra por unos faralaes.
En San Bartolomé gobiernan, es un decir, el PSOE y Coalición Canaria. Corresponde a los primeros el área de Cultura, que suele ser la maría que nadie quiere y que es demasiadas veces entendida como el ejercicio de comprar voladores para la virgencita de turno o sillas para el teleclub. Sin embargo, al parecer, la gestión cultural en este municipio conejero también comprende celebrar festividades ajenas como si nuestra cultura estuviera sobrada de protagonismo y los batateros, que así se llaman los naturales de San Bartolomé, estuvieran saturados de tanta poesía de Arturo Maccanti. En fin, los hombres y mujeres, niños y niñas de San Bartolomé hubieran merecido tener la oportunidad de conocer y reconocer a Maccanti pero a esa fiesta no están invitados porque, de hecho, ni hay tal fiesta. Sin embargo, sí tendrán guirnaldas, sevillanas y manzanilla de sobra. Insisto en que no sé quién paga la cuenta pero está claro que el Ayuntamiento que ellos sostienen con sus impuestos no entiende que merezcan otra cosa. Y así, pasarán los años, y alguien a lo mejor recordará que hubo algo que se llamó Día de las Letras Canarias pero que dejó de celebrarse porque nosotros, en Canarias, lo que celebramos es el Dia de Andalucía, la Feria de Abril y las Letras Gallegas. ¡Infelices!