A toro pasado siempre es más fácil opinar. Lo sé. Pero permitan que exprese mi humilde opinión sobre el nacionalismo canario, sobre su capacidad de unión y, principalmente, sobre su futuro. Humilde opinión, es cierto, de tan solo una simpatizante nacionalista más. Pero espero convendrán conmigo que es un buen momento para reflexionar sobre la situación actual del nacionalismo.
Sabemos que la alianza electoral entre NC y CC se articuló muy, muy deprisa. Casi sin días ni horas suficiente para cerrar el acuerdo. Y creo que a todos nos cogió con la mente puesta aún en las elecciones de mayo. Parece claro que asimilar que dos formaciones que hasta hace tan poco, y aún hoy, están compitiendo por el mismo espacio, provocó algún movimiento de estómago y, por qué negarlo, algo de nerviosismo.
Pero diría que las críticas expuestas por determinados sectores dentro y fuera del nacionalismo canario se han diluido como sacarina. Considero que estuvieron apoyadas en una visión muy cortoplacista para el contexto que se nos avecinaba, que se avecina, en Canarias y en el Estado español. Y si bien en cierta medida podían tener algo de fundamento, no podemos negar que el resultado ha sido satisfactorio.
Aunque quede muy manido, la unión hace la fuerza, y 70.000 votos juntos hacen más que por separado. Y se me hace evidente que contar con la representación en las Cortes españolas de Pedro Quevedo de NC y de Ana Oramas de CC, es un gran logro para Canarias.
La política se ha convertido en una especie de estrella fugaz, donde el más rápido y avispado es el único que puede ver y, al mismo tiempo, pedir el deseo. Y el nacionalismo canario vio la estrella de las elecciones y tuvo claro su deseo: ser fuertes en Madrid. Ésta es la idea fuerza del nacionalismo canario, y ésta es la baza de CC y NC. No deberíamos perder esto de vista. La repetición de elecciones ha servido para que los nacionalistas nos demos cuenta de una vez por todas de que es un sinsentido tener a dos partidos nacionalistas representando a un mismo pueblo.
No obstante, en este escenario no nos podemos permitir el lujo de quedarnos dormirdos en los laureles del éxito logrado. El nacionalismo no se puede permitir un acomodo institucional, tanto si es en el Congreso de los Diputados como en el Gobierno de Canarias. NC, CC y demás formaciones como PNC y AHI, deben abrir espacios de diálogo. Diálogo con la sociedad canaria, isla a isla, pueblo a pueblo, canaria a canaria y canario a canario. Explicando para qué sirven, para qué están y a quiénes representan.
Particularmente entiendo el nacionalismo como algo sentimental. No imagino una idea mejor que el nacionalismo para representar mis intereses y los de mi familia y amigos. Un nacionalismo canario que pelee hasta la extenuación por nuestros derechos, que se implique en mi bienestar y en el de mis hijos. Que articule una sociedad abierta y con oportunidades. Y para ello, la transformación es necesaria.
Entiendo que muchos están cabreados. Que les cuesta digerir la política y que ya ni se molestan en escuchar o en criticar. Lo demuestra la alta abstención electoral, que en el caso de Lanzarote es de extrema gravedad. Esto es un reto para el nacionalismo canario. Volver a ilusionarnos con nuevas ideas y proyectos.
El nacionalismo debe y tiene que ser la voz de su pueblo. Opino que llevan muchos años callados. Apoltronados. Hablando un leguaje rancio, inocuo y vacío. Sí, está bien la defensa de nuestros fueros, del Estatuto de Autonomía y del Régimen Económico y Fiscal. De verdad que sí. Pero si de verdad se quiere ilusionar se deben incorporar nuevas ofertas, ofertas acordes a las demandas actuales. Diré algunas que considero prioritarias:
– Defensa del medio ambiente y territorio. El nacionalismo canario hace tiempo que dejó de ser visto por la sociedad como el defensor de nuestro territorio. Es más, creo que en demasiadas ocasiones han sido los generadores del mayor deterioro sufrido en nuestras islas. La especulación ha campado a sus anchas y el medio ambiente ha sido exclusivamente defendido por sectores de la sociedad civil organizada.
– Sociedad civil que debe ser escuchada. Un nacionalismo fuerte necesita estar apoyado por una sociedad que entienda que el nacionalismo es la herramienta para su bienestar. Dar la espalda a la estructura civil es no entender que la política es cercanía. Es escucha y resolución de problemas.
– Feminismo e igualdad de oportunidades. Estoy segura de que con más mujeres timoneando la política, la brecha entre ésta y la ciudadanía se estrecharía. El nacionalismo debe estar a la altura de la lucha feminista y la igualdad entre hombres y mujeres. Pasar del eslogan a los hechos con candidatas, portavoces y políticas.
– Progresismo. Una sociedad más igualitaria y con oportunidades necesita de ideas progresistas. El nacionalismo en su forma tiene que ser transversal, pero sus políticas han de ser progresistas. Redistribución de la riqueza para permitir la igualdad de oportunidades. Es algo imperativo y urgente.
– Autogobierno. No podemos conformarnos. Si una cosa nos ofrece la estructura de la Comunidad Autónoma, es que la base de la toma de decisiones está aquí. Que es desde aquí desde donde podemos tomar las mejores decisiones para nuestro pueblo. El autogobierno debe extenderse y debe reforzarse, aplicando para ello el nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias. Creo que solo el nacionalismo unido está realmente capacitado para lograr estos objetivos.
Estos son para mí los fundamentos más urgentes que tiene que tratar nuestro nacionalismo. Por supuesto existen otros muchos, como la renovación generacional o la mejora de la comunicación, pero eso no compete a esta humilde simpatizante. Creo que he expuesto todo lo que quería exponer, y me quedaré satisfecha si mis pensamientos han servido para transmitir que somos muchos los nacionalistas que queremos un cambio. Que apostamos por ello, y que estamos deseosos de que se haga con altura de miras.
Y además de opinar, una humilde petición: que estén a la altura de lo que exige el futuro de Canarias.
* La autora es Yrina Cabrera, que se define como «simpatizante nacionalista». El artículo fue remitido a Tamaimos.com para su publicación.