Consideramos como iconos o figuras icónicas aquellos símbolos que nos recuerdan a la cosa imaginada. Así, por ejemplo, cuando observamos a alguien que nos recuerda lo que pensamos de una empresa o de un pensamiento religioso o de la esencia de un partido político decimos que esa persona es un icono o símbolo del partido.
Nos viene a la memoria el ejemplo citado, cuando pensamos en algún personaje de la política o partido político. Así, referido a España o Estado español, consideramos a Felipe González un icono del PSOE moderno, o sea de Centro; y a José Mª Aznar, icono del PP más derechoso. De la misma manera, el fundador Pablo Iglesias sería el icono de las esencias socialistas del siglo XIX.
Canarias no podía ser menos. Tiene sus figuras icónicas: Carmelo Artiles representa el PSOE de antaño, finiquitado, y José Manuel Soria, el PP de hogaño, o sea, más de lo mismo en lo que a corrupción se refiere. Refiriéndonos a la política peregrina insularista, podría servir de icono Manuel Hermoso, creador de ATI, esencia de Coalición Canaria; a su vez, Carmelo Ramírez, en la política grancanaria, ha devenido desde Asamblea Canaria. en sus comienzos en la isla de Gran Canaria, hasta Nueva Canarias, aspirante a expandir su espíritu universalista a las Ocho Islas Canarias.
Ahora bien, el icono o figura icónica no debe estar en activo sino que debe ser -en el mejor de los casos- ejemplo para las generaciones venideras. Y en ese sentido, un buen ejemplo como icono de Nueva Canarias sería hoy Camilo Sánchez, nuestro recordado y querido alumno del Instituto de Tafira-Gran Canaria, ejemplo de constancia, claridad de ideas y rigor en el trabajo diario. Más tarde sería -y es hoy en el recuerdo- también un buen ejemplo de Alcalde querido por el pueblo del municipio tirajanero de Santa Lucía, en Gran Canaria.
Es decir, si tenemos un miembro de la sociedad, digno de pasar a la historia como icono para la juventud, nos alegraría que dejara la política activa y se mantuviera como ejemplo para aquella, pero formando parte de un colectivo ejemplar, sin responsabilidades fácticas.
En el caso de Nueva Canarias (NC) cuando aún era Asamblea Canaria, hubo algún miembro digno cuya rememoración puede servirnos de ejemplo; en la mente de todos los integrantes de aquella primera organización municipal una figura de noble recuerdo, al que sus amigos llamaban cariñosamente Pepe Suárez, que se opuso con rara clarividencia a la admisión de José Carlos Mauricio, personaje -éste- habilidoso, excelente orador, quizás el mejor de su época, ladino e inteligente, que no debe ser recordado como icono del progresismo serio de izquierdas, pues maniobró malignamente para compincharse con José Manuel Soria, perjudicando a la non nata Nueva Canarias y a Gran Canaria.
Pues bien, a los nobles personajes citados de Nueva Canarias se podría agregar como icono, con vistas al futuro, al primer Alcalde democrático de Santa Lucía de Tirajana, en Gran Canaria. Me refiero al incombustible Carmelo Ramírez. Este mítico personaje del mundo del trabajo de Vecindario lleva en la política activa (Alcalde, Consejero del Cabildo grancanario, defensor del pueblo saharaui…) algo más de cuarenta años. Creo que va siendo hora de que su pueblo le asigne una tarea más en consonancia con su edad, su experiencia, su capacidad y sus conocimientos para aconsejar a la juventud. No se debe esperar a que vicisitudes políticas o vitales imprevistas den al traste con esta esperanza de sabiduría; que aconseje pero no decida, que esté siempre cerca sin que sufra el natural cansancio de los políticos activos. Pues cuando el sabio razonamiento aconseja, no impone sus conclusiones, no decide. Porque las decisiones terminan desgastando al personaje y Carmelo Ramírez debe mantenerse al margen del desgaste. Comprensible desgaste, por otra parte, el que va unido a la toma de decisiones trascendentales. Es más, si se producen errores o fricciones debe permitirse que la juventud los solucione, pues un sabio, en su senectud, no tiene tiempo para desanudar cuerdas enmohecidas. Eso debe hacerlo la juventud, guiada por la experiencia de los mayores. El sabio debe estar siempre por encima de estas vicisitudes, pues si alguien lo acusa de estar pagando favores de antaño, aun siendo incierto el supuesto, flaco beneficio ejemplarizante está dando a las nuevas generaciones.
Por todo ello, como estimo que Carmelo Ramírez es un buen ejemplo de futuro icono de la política progresista de Gran Canaria y Canarias, pediría a su organización -a la que, como hijo de los llanos de la costa del Sureste grancanario, estimo como si fuera mía- que le rinda el homenaje que se merece y lo ponga como ejemplo de la actuación enérgica y honrada que debe dar un partido con gran proyección de futuro como es Nueva Canarias, pero que puede sufrir el deterioro de los embates del destino y hacer fracasar un hermoso proyecto unido a la honradez, si no se actúa con claridad y en el tiempo justo. Es lo que todos y todas deseamos.
*El autor es Cándido Rodríguez Ruano, Catedrático jubilado de Geografía e Historia en Enseñanzas Medias. El artículo ha sido enviado a Tamaimos.com por correo electrónico para su publicación.