Cuéntenos, Marcia, ¿cómo es una jornada diaria en una camarera de piso?
Si se respeta el convenio trabajamos 8 horas al día, de lunes a domingo. Nos toca librar dos días a la semana. Cada trabajo es distinto. Depende si es un hotel o un apartamento. Si la habitación tiene terraza o no. Yo me organizo el trabajo según las características de la empresa donde esté. Si es un apartamento me gusta empezar limpiando el baño, porque imagino que en cualquier momento llega el cliente y puede necesitar entrar en el baño. O intento que la terraza esté recogida.
En general, ¿cómo son los salarios?
Los salarios varían. En un complejo de bungalows se podría cobrar unos 1.200 euros, en un hotel de 5 estrellas unos 1.600, haciendo 8 horas diarias, cinco días a la semana, cambiando los turnos, la hora del sábado o domingo se paga igual que un día entre semana. Si hay compañeras de baja nos toca trabajar más de cinco días seguidos.
¿Cómo nacieron las kellys?
Las Kellys nacimos en las redes sociales. Empezamos contando en Facebook las cosas que nos pasaban. Una de Lanzarote contaba como la habían engañado con un contrato, otra de Barcelona relataba alguna anécdota de una humillación que había sufrido en un hotel, otra de Gran Canaria se desahogaba porque después de 11 días trabajando seguido a las 10 de la noche le decían que al día siguiente no podía librar, que le tocaba trabajar.
Así fuimos viendo que teníamos muchos problemas en común y decidimos organizarnos. Después de una asamblea Miryam Barros y Ana Marche fueron a inspección de trabajo a pedirles colaboración. Les respondieron: “necesitamos denuncias de casos concretos”. Salieron a una zona turística y empezaron a escuchar casos de abusos laborales a compañeras, al día siguiente se presentaron con más de 40 denuncias en la Inspección de Trabajo, y encontraron mucha receptividad. Ahí empezó la lucha de las kellys. Desde Inspección empezaron a promover muchas multas a empresarios.
Después de las denuncias y las sanciones de las inspecciones laborales se mejoran las condiciones en las empresas denunciadas?
Desgraciadamente muchos de esos empresarios multados siguen incumpliendo la ley. Da la impresión de que les compensa incumplir, lo que ganan con lo que nos roban es superior a las multas. Mi abogado cuando vio la caja de contratos que yo había acumulado durante 17 años, y mis nóminas me dijo: esta empresa ETT lleva 17 años robándote 400 euros de tu nómina, así que imagina lo que han ganado contigo durante todos estos años. Por eso queremos que se cambie la ley, que los empresarios que sigan incumpliendo paguen como delito penal.
El movimiento de las kellys existe a nivel estatal, pero desde el principio tiene fuerza en Canarias
De Canarias yo creo que el movimiento donde está más fuerte es en Lanzarote. Allí los alquileres han disparado sus precios, por eso los jefes si una trabajadora pide que les respeten sus derechos intentan llegar a un acuerdo y no despiden, porque no es tan fácil que venga alguien de afuera, porque no les compensa el trabajo con el precio de los alquileres, por eso en Lanzarote hay menos miedo a denunciar.
Usted es portavoz en Gran Canaria ¿cómo está el movimiento en esta isla?
En Gran Canaria sigue habiendo mucho miedo. No conseguimos que denuncien. Todos los días nos llaman compañeros para contarnos incumplimientos de contratos o de convenio, pero cuando les pedimos sus datos no nos lo dan, no quieren denunciar, aunque les digamos que denuncian las kellys, que protegemos su identidad, ellas tienen miedo, y no nos dan ni el nombre del hotel.
Nosotras les decimos que las Kellys no somos hermanitas de la caridad, ayudamos en los trámites, nos dirigimos a la inspección laboral. Tenemos muy buena relación con Inspección Laboral. Pero en inspección no dicen que si no hay denuncia no pueden actuar.
Las kellys no son un sindicato
Las Kellys en nuestros estatutos pusimos que somos independientes de sindicatos y partidos políticos. Nosotras nacimos porque los dirigentes sindicales firmaron convenios sin tenernos en cuenta, ellos ni son mujeres, ni tienen camareras de piso en las direcciones de los sindicatos. Podemos decir que las kellys nacen porque los sindicatos no hacían su trabajo. A veces hay conflictos en hoteles, y nos llaman a las kellys porque los representantes sindicales en esas empresas no les hacen caso.
¿Hay miedo a denunciar?
Nos cuesta hacer asambleas, porque sigue habiendo mucho miedo. Invitas a compañeras a reuniones a contar su caso y no se quieren arriesgar, tienen miedo de que luego las fichen y no las llamen. Ellas saben que yo estoy fichada por empresas, he trabajado 17 años como camarera de piso, en muchas empresas. Algunas si me ven por la calle en una zona turística evitan saludarme, por si hay algún empresario que me relaciona con ellas. Hasta ese nivel llega el miedo.
Usted hubo un día en el que decidió no tener miedo y denunciar las condiciones laborales…
Después de 17 años trabajando en una Empresa de Trabajo Temporal como camarera de piso en diferentes hoteles, apartamentos, bungalows, un día entre las hojas de uno de los contratos me dieron un papel donde firmaba mi baja voluntaria. Lo firmé sin darme cuenta y me quedé en la calle sin paro, a partir de ahí decidí no tener miedo, y denunciar todas las injusticias que nos pasan.
Canarias cerró el año con 2017 con casi 16 millones de turistas (15.975.507), llevamos seis años de récords de visitantes, aumentando casi 1 millón cada año. En este tiempo ¿han mejorado las condiciones laborales de ustedes?
En más de 20 años de experiencia he escuchado unas veces la palabra crisis y otra la de récords turísticos. Pero a nosotras siempre nos toca trabajar más. Cuando la ocupación está completa y nos cuentan que hay récords de turistas nos toca hacer más camas, pero no nos reducen el horario ni nos suben los sueldos. Por mi experiencia Canarias nunca ha estado en crisis, nunca han dejado de venir turistas. A pesar de que el turismo ha crecido cara año los últimos años, nuestras condiciones no han mejorado, al contrario, cuanto más turistas, más trabajo por el mismo precio. En Canarias nunca hubo crisis en el sector turístico, porque cuando bajó el turismo peninsular vino de otros países europeos que dejaron de ir a destinos donde había guerras o inestabilidad política.
Hay récords de turistas y record de enfermedades profesionales, aunque no las reconozcan en la ley
Hay muchas enfermedades profesionales que tenemos y no están reconocidas. A mí me han operado 5 veces de las manos. Tenemos el túnel carpiano, el codo del tenista, la bolsitis. Pero también la depresión, la ansiedad, la lumbalgia… Muchos médicos te diagnostican lumbagia crónica, y te dicen que es por la edad, no por tu trabajo. Pedimos que no nos manden al médico de cabecera sino a las mutuas cuando son enfermedades profesionales. Pedimos jubilación anticipada con 25 años cotizados con 15 de camarera de piso. Es un trabajado duro, que provoca muchas enfermedades profesionales.
Usted viajó a Bruselas con una delegación de las Kellys. ¿Qué pidieron y qué lograron?
Fuimos a Bruselas invitadas por la diputada de Izquierda Unida. Fuimos a pedir que se respete y aplique la Ley de Prevención n y Riesgos Laborales que es estatal. Fuimos 16 camareras de piso. En el Parlamento nos respondieron que no podían hacer nada porque era competencia del Gobierno español vigilar el cumplimiento de las leyes.
¿Sus visitas a las instituciones y sus declaraciones en los medios de comunicación como portavoz de las kellys le ha perjudicado laboralmente?
Yo estoy pagando el precio por ser portavoz de las kellys. Desde que empecé a salir en los medios mi nombre aparece en listas de personal de hoteles, apartamentos y etts con una nota señalando que estoy en las kellys y no se me debe contratar.
Uno de los principales problemas además de las enfermedades profesionales es la externalización. En Canarias se han hecho inspecciones y han visto que algunas empresas hoteleras aprovechan la externalización para contratar ETTs que aplican el convenio de oficinas que empeora sus condiciones, además de ser un fraude de ley.
La externalización nos ha perjudicado a todas. Pedimos que se cambie el artículo 42.1, que los empresarios apliquen siempre los convenios colectivos del sector. Todos estos fraudes se los contamos en la Moncloa al entonces presidente Mariano Rajoy. La reunión con Rajoy estaba prevista para 45 minutos y duró tres horas. Le llevamos documentación de incumplimientos, sentencias judiciales, partes de enfermedades, se quedó asombradísimo. Después convocó una reunión de los ministerios afectados para que estudiaran nuestra situación.
¿Y ahora qué?
Estamos preparando una propuesta de ley sobre las Kellys. Queremos recoger todo lo que le he contado en la entrevista. Espero que gracias a la fuerza de nuestro movimiento y a la repercusión que hemos tenido, todos los partidos políticos nos hagan caso y tengamos una ley donde los empresarios que cometan fraudes porque las sanciones les salen rentables tengan consecuencias penales.
* Esta entrevista del periodista Juan García Luján apareció originalmente publicada en la Revista El Bucio número 0, de venta en librerías.