Publicado originalmente el 9 de noviembre de 2017
«El libro del hombre», como llamó la gente sencilla a ese libro azul que habla de las islas. Ese hombre era Don Ismael y la fotografía fue tomada en La Esperanza. En esa obra también destacaba el hombre del bucio, la imagen del hermano de Pedro Hernández Guanir tocando la popular caracola. Qué paradojas tiene la vida, esa imagen, que quedó marcada en el imaginario colectivo de los canarios, contiene un elemento identitario como el bucio, y es en un evento como el Foro Bucio 2017 donde Pedro Hernández Guanir recibirá el galardón del Premio Tamaimos a la defensa y difusión de la cultura e identidad canaria el próximo 25 de noviembre en el Teatro Municipal de Agüimes. Además, un premio de parte del proyecto Tamaimos, por el que el psicólogo confiesa admiración. «Ha aparecido en un momento de sequía de proyectos identitarios», sintetiza.
Pedro Hernández Guanir (San Juan de la Rambla, 1941) califica el «Natura y cultura de las Islas Canarias», cuya primera edición fue en 1977, como el libro de la gente sencilla, el que llega a la mayoría de un pueblo que estaba alejado de los saberes y el que se instala en la mayoría de los hogares. Ese es, a jucio del Catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de La Laguna, el gran logro de aquella obra colectiva que apadrinaron desde San Juan de la Rambla, municipio que le nombró a él Hijo Predilecto y al «Natura y cultura de las Islas Canarias» Medalla de Oro del municipio. El equipo, surgido en el pequeño pueblo del norte de Tenerife, pretendió una obra mucho más humilde que se convirtió en la majestuosa enciclopedia que hoy día conocemos.
El psicoterapeuta reconoce la influencia de su estancia en el País Vasco para la decisión de acometer tan ardua tarea. La época también invitaba. La publicación, concebida como material pedagógico especialmente para docentes, cumplía con las premisas de la Ley educativa de Villar Palasí, que incidía en que había que partir de lo conocido. Explicando la pertinencia, Hernández Guanir cita al antropólogo Ralph Linton: «si alguien viviera en el fondo del mar, de lo último que se daría cuenta es del agua». Y basado en el principio de partir de lo canario, de lo propio, e intentando paliar la minusvaloración del canario, dejan de lado las consignas y se disponen a construir, a explicar.
Todo ello no sin polémica, boicots y críticas. Con una situación política y social de efervescencia, los aplausos intelectuales existieron, destaca a Agustín Millares Carló, pero también los bofetones. Alejandro Cioranescu afirmó al respecto que «hay mucha carcasa en el libro y vivimos un momento de peligro político». En la revista «Triunfo», uno de los semanarios más populosos de la Transición, Pedro Fernaud firmó artículos como «Natura y cultura canarias» o «Sobre la nueva conciencia canaria». En ellos habla del interés de la obra, del incipiente nuevo sentimiento canario, pero también del peligro que supone todo lo que esto envuelve.
La polémica por el libro le llega a sacudir personalmente. Aparte de las llamadas amenazantes, el «Natura y cultura de las Islas Canarias» le costó unas oposiciones. Cuando preguntó el motivo del suspenso, le contestaron: «usted ha escrito un libro muy peligroso». Hablamos de una publicación que disgustó tanto a los sectores más conservadores como a algunos progresistas, que criticaron con encona aquel interés repentino por una identidad que yacía en las cosas más sencillas. «La identidad nos envuelve, lo es todo, es un elemento más básico de lo que creemos», señala.
El proyecto se ha convertido en GEVIC (Gran Enciclopedia Virtual de las Islas Canarias). La web, que recoge la esencia del «Natura y cultura» de toda la vida pero adaptado a las nuevas tecnologías, cuenta con un importante número de visitas de todo el mundo. En el camino iniciado para mejorarlo, ampliarlo, adaptarlo y valorizarlo, se ha encontrado con importantes obstáculos, sobre todo económicos. Como el personaje de Gabriel García Márquez en «El coronel no tiene quien le escriba», el psicólogo espera desde hace años una subvención prometida, concedida y justificada del Gobierno de Canarias. Las trabas no son políticas, asegura que el Presidente apoya la resolución del asunto, sino burocráticas. Los técnicos han paralizado la solución. «¿En qué comunidad existe esto?», le han llegado a cuestionar.
Concluimos hablando de los complejos canarios, que existen y son palpables, según el Catedrático de Psicología, y que se evidencian desde niños. «El niño canario tiende a autocastigarse», sentencia, a la vez que establece diferencias palpables incluso entre los menores de una isla u otra. Pedro Hernández Guanir ha sido profesor de todos los niveles educativos, además de Director del Instituto de Ciencias de la Educación de la ULL y Presidente electo del Consejo Escolar de Canarias durante tres legislaturas. Sobre contenidos canarios en la escuela, asevera: «en la falta de contenidos canarios influye tanto el desinterés de los alumnos como el de los profesores». La falta de autoestima, el déficit a la hora de prestigiar lo canario, se modera, a juicio de Hernández Guanir, cuando el canario sale fuera, donde se convierte en una persona emprendedora. Y un poco volviendo a la rueda, y viendo el reflejo de su propia historia y el de la populosa obra, Pedro Hernández Guanir nos está contando la influencia de su estancia en el País Vasco para decidirse a empujar el «Natura y cultura de las Islas Canarias», que cumple 40 años. El próximo 25 de noviembre será un día especial para el ajado y visionario impulsor de tan magno proyecto.