Si miramos en su totalidad los resultados electorales de la Euskal Herria bajo administración del reino de España, la imagen tiene bastante buena luz: PNV (394.627 votos, 24,10%, 6 diput.); PSOE (347.103, 21,20%, 6); Unidas Podemos (291.718, 17%,82, 5); EHBildu (258.840, 15,81%,4); Navarra Suma -la derecha navarra, UPN + PP + Cs (107.124, 6,54%, 2); PP (94.654, 5,78%, 0); Cs (40.064, 2´45%, 0); VOX (45.789, 2,77%, 0).
De esa mirada general, pueden deducirse dos conclusiones principales en lo que afecta al conflicto nacional vasco. Y es importante recordar, al hacerlo, que las elecciones al parlamento español han sido, tradicionalmente, desfavorables electoralmente para las perspectivas nacionalistas.
La primera, sin duda, la marginación de la derecha que se queda con esas solitarias 2 representaciones para el Parlamento español de las 23 posibles y, además, sin que el trio de Colón (el “trifachito” lo denominaba EHBildu) tenga representación alguna, cero patatero. Puede y debe añadirse una comparación con los porcentajes obtenidos en el conjunto del Estado español por el PP (16´7%), Cs (15´86%) y VOX (10´26%). También en lo electoral, en Euskal Herria soplan vientos políticos mucho más huracanados de los que soplan en España contra la “derecha nacional”.
La segunda, que quienes, al menos como principio, defienden el derecho de autodeterminación (asumido por cada lado en la Comunidad Autonoma Vasca y Nafarroa) y del mutuo establecimiento de relaciones administrativas y políticas (PNV, Unidas Podemos, EHBildu) obtienen un 57,73% de votos y 13 de las 23 representaciones. Y una constatación más a añadir: sin la diferencia que marcan los votos independentistas en Euskal Herria y Catalunya, la derecha de Colón, el “trifachito”, habría obtenido sobrada representación para un pacto de gobierno al estilo de lo que acordaron en Andalucía.
Conclusión: No hay avance democrático posible sin que en la agenda de la política democrática entre el derecho a decidir, mediante referéndum, sobre las relaciones políticas que las distintas naciones administradas bajo el reino de España decidan establecer entre ellas. Lo democrático es que las distintas naciones sometidas al reino de España decidan libre y amistosamente sus relaciones mutuas.
Una luz incluso un poco mejor dan los resultados en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV): PNV (390.984, 6 dip.); PSEE-PSOE (250.339, 4); Unidas Podemos (221.167, 4); EHBildu ((209.845, 4). En la otra parte, el PP pierde 54.661 votos, Cs también pierde 1.151 y VOX obtiene 26.939, un 2,21%.
En la CAV, es una muy buena noticia que PP, Cs y VOX se queden, de una manera clarísima, en la periferia del sistema político. Tres añadidos de cierto interés: Maroto, el tercer personaje en importancia del PP, ha perdido su escaño que se lo ha “arrebatado” el candidato de EHBildu en Araba; Cs, a diferencia de lo ocurrido en el resto del Estado español, pierde votos; el líder de VOX, Abascal, ha obtenido en Laudio, su localidad natal y donde fue concejal en dos legislaturas, 206 votos, frente a 3.226 de PNV, 2.223 de PSE-PSOE, 2010 de EHBildu y 1.887 de Unidas Podemos…¡toda una imagen!
El parlamento vasco tiene por delante, entre otras cuestiones, el compromiso de aprobar una reforma del Estatuto de Autonomía y una ponencia o plan de paz y convivencia (que incluye víctimas, personas encarceladas y exiladas…). Hasta ahora hay un acuerdo inicial entre PNV y EHBildu para desarrolla la ponencia de reforma estatutaria o de autogobierno. El tema del derecho a decidir y la unilateralidad o bilateralidad respecto al gobierno de España está en el centro del asunto. Parece más que probable que el PSE-PSOE (que comparte gobierno con el PNV) siga esgrimiendo la Constitución como las tablas de Moisés, como único camino a la salvación. No es fácil saber la posición de Unidas Podemos, aunque en la campaña han aludido el derecho de autodeterminación hay sombras en su posición ante la ponencia de autogobierno. ¡Veremos! Pero la posibilidad de un acuerdo parlamentario, que establezca una clara mayoría ante lo sociedad y ante o frente al Estado es posible y necesario. Los acuerdos de las izquierdas vascas con el PNV en esos campos pueden y deben trabajarse porque son caminos para avanzar en la democracia, incluso si al final el PNV resuelve poner su lugar en la dependencia del gobierno central y hay que salir a la confrontación contra él.
Pero la izquierda política vasca, nos referimos a EHBildu y Podemos, tiene pendiente establecer acuerdos básicos en políticas sociales. Aunque el gobierno vasco venda, con sólo relativa razón, que sus políticas sociales son mejores que las que campan en el resto del Estado español, es evidente que resultan deficitarias. Por poner sólo dos ejemplos, en derechos sociales y el política migratoria. Han existido encuentros interesantes y fructuosos entre esas corrientes de la izquierda vasca en cuestiones de derechos sociales, pero siguen siendo ocasionales; de hecho se siguen mirando mutuamente desde ciertos estereotipos identitarios, más que desde la necesidad de la actividad social.
Los resultados de la Comunidad Foral de Nafarroa representan, en particular, luces junto a incertidumbres y retos.
Una luminosa luz: la coalición entre la derechona navarra (UPN), el PP y Cs ha ganado, sí (107.124votos, 2 diputados), pero con un 29,32% de votos mientras que en las anteriores elecciones UPN +PP obtuvieron el 31,88%. Pueden fardar de ser quienes representan a la Navarra española, pero les va para abajo.
El PSN-PSOE gana al rebufo del ascenso socialista y obtiene 94.094 votos pasando del 17´29% al 25´75%, 2 diputados, un éxito, sin duda. Podemos baja mucho (posiblemente afectada, además de por la tendencia en el Estado, por sus crisis en Nafarroa); no obstante obtiene un 18,86% y una diputada. EHBildu estuvo en esa situación de obtener y no diputada (la madree de uno de los de Altsasua) que al final se torció para el PSN-PSOE, aunque ha subido del 9,38% al 12´77%. Quien analice Nafarroa no dejará de pensar qué es lo que pasa para que GeroaBai, la organización de la actual presidenta de la comunidad, Uxue Barcos, sólo obtenga el 6,06%.
Más que en ningún punto de Euskal Herria, la elecciones del 26 de mayo próximos serán decisivas para Nafarroa. Lo que se juega, la incertidumbre y el reto, es si podrá reeditarse o no un gobierno progresista frente al navarrismo antisocial y españolista liderado por UPN. La trayectoria del “gobierno del cambio” dirigido por Uxue Barcos e inaugurado hace 4 años, ha tenido una trayectoria con tensiones y unidad. Como ocurre en esos casos, hay quienes miran las insuficiencias más que las suficiencias. Esperemos que la tendencia a la confrontación interna se rebaje a favor de la unitaria. Nafarroa es referencia política no solo en Euskal Herria sino en (ante, frente…) el Estado. Mantener el acuerdo es esencial.
* El autor es Petxo Idoiaga, que es miembro del Consejo Asesor de Viento Sur. Publicado bajo Licencia Creative Commons.