Publicado originalmente el 11 de noviembre de 2008
Leo en la revista digital San Borondón que un tercio de la oferta turística de Lanzarote, recuerden, Reserva de la Biosfera, es ilegal. No sé si tal dato resiste la comparación con algún otro destino turístico en el mundo. ¡Hasta dónde han llegado algunos por el vil metal! Resulta increíble que un paraíso como la isla conejera haya sido mancillado hasta el punto de que prácticamente se asocien de manera automática en nuestra mente el nombre de Lanzarote y el fenómeno de la corrupción urbanística. Nuevamente, hace falta volver al poeta y decir con él “ha terminado el tiempo de la indefinición del hombre canario. De este hombre del Sur de Europa, del Norte de África, del Este de América: el hombre de la comarca canaria: el hombre de la Región canaria. Esa es nuestra tarea. Tenemos que arreglar el solar como sea. Se nos está viniendo abajo el paisaje, lo estamos degradando en las costas y en los campos; esta lenta porfía del mundo cultural canario, tan inútil, de querer atajar, con lo que hace cada uno, tanta barbarie ciega, no sabe qué hacer ya, se las ve y se las desea para espantar al fantasma del desastre”. Manuel Padorno en Sobre la indiferencia y el ocultamiento. La indefinición cultural canaria. ¡Qué falta nos hacen algunos!