
He usado muchas veces viñetas de Padylla para ilustrar mis textos. Padylla, al igual que otros humoristas gráficos, retratan la realidad muchas veces de manera más certera, directa y sin ambages que buena parte del periodismo en otro formato. De hecho ellos hablaron cuando buena parte del periodismo callaba, se sumía en la desgracia de las malas condiciones o no se movió por temor a perder el codiciado empleo. Ahí los humoristas gráficos tomaron las riendas y retrataron la estafa bancaria, empresarial y política que fue la crisis, que se llevó un montón de personas por delante y cuyas consecuencias y responsabilidades no han sido dirimidas.
En esta ocasión tengo que disentir de Padylla. Une el victimismo y el complejo de inferioridad como rasgos canarios. Primero, son conceptos difícil de asociar, al menos desde la perspectiva que él lo plantea. Victimismo es implícitamente en esta viñeta pedir a Madrid, quejarse por la financiación y por los incumplimientos de Sánchez. Complejo de inferioridad es, se entiende, lo que provoca el victimismo. Sin embargo yo entiendo el complejo de inferioridad de otra forma. Complejo de inferioridad, un rasgo que existe en Canarias y que está definido desde diversas visiones psicosociales, en Canarias remite a plegarse, a no quejarse, por lo tanto limita a la contemplación y a la resignación. No puede ser que lo que en otros lugares son quejas legítimas, en Canarias sean pataletas de ATI o victimismo, esa actitud denota pensamiento colonizado y eso no sale en el dibujo de Padylla.
Dicho esto, se han establecido dos actitudes diferenciadas en cuanto a los Presupuestos Generales del Estado en 2019, las dos interesadas políticamente. Por un lado se colocan los críticos con el gobierno de Pedro Sánchez, que redujo partidas presupuestarias, no cumplió con sus compromisos y que no recibe al presidente canario aunque pase al lado de su casa. En este bloque está Coalición Canaria, claro, con evidente afán electoral, por supuesto, y denunciando los citados incumplimientos del torpe gobierno de cambio. Ahí también está la derecha de PP y Ciudadanos, que critican duramente a Pedro Sánchez con un relato importado desde Madrid y que en el que han cambiado los términos: se acabó el «Madrid nos roba», que es tentación incofensable en Coalición Canaria, y se abre la veda al «Cataluña nos roba». Seguramente a la casta coalicionera también le agrada más esta perspectiva. Realmente si Cataluña nos roba, como afirman con claro afán populista, es que Madrid nos roba, porque es Madrid quien perpetra el robo. Pero claro, eso no interesa que lo pienses.
En el otro ámbito se encuentra el sector vacío de la progresía acrítica. Que se deje de quejar ATI que no sabe gestionar, se recuerdan los incumplimientos del PP y se destacan los presupuestos sociales imposibles de aprobar del PSOE. En ese sector, con discurso importado de Madrid, están PSOE y Podemos. Lo de Ángel Víctor Torres, que tiene que estar de dolores de cabeza para arriba, se explica en su papel de Secretario General, pero es difícil hacer el ridículo tantas veces y con tantos temas distintos. Con lo tranquilo que estaba él en el Cabildo, ahora se plantea incluso dejar su cargo en la institución grancanaria para jugar a ser el muro canario de Pedro Sánchez y su gobierno que no parece interesarle en nada Canarias, al fin y al cabo el voto 175 y 176 ya no vienen de las islas. Más grave aún parece lo de Noemí Santana, en un papel vacío de política de gestos, criticando a ATI y sin ser capaz de exigir para Canarias. No sé qué tiene que pasar para exijan íntegros los compromisos con el Archipiélago, seguramente el dedo de Pablo Iglesias debería bajar desde Galapagar para señalarlo. Triste, muy triste.
Política vacía, dependiente y con nulo compromiso con Canarias. A ambos lados. Luego con señalar a Coalición Canaria, torpe defensor de la obediencia canaria, tienen. Pero la autocrítica a ambos lados es flagrante. Canarias debe exigir lo que es suyo, lo acordado. La política en Canarias no puede supeditarse a tener uno o dos diputados decisivos en Madrid. Por un lado es necesario señalar que a Canarias se le ha recortado casi 300 millones de euros, concretamente unos 275, que Pedro Sánchez ha ninguneado a Canarias, no ha recibido a su presidente, ignora la definitiva aprobación del Estatuto y su equipo no es capaz de ofrecer soluciones, menos desde Canarias. Una vez eso se recupere ya es el momento de exigir al Gobierno de Canarias que los empleen bien, pero tenemos que tener presente que esos representantes de partidos progresistas y conservadores son elegidos como representantes de Canarias y no como correas de transmisión de sus ejecutivas centrales, que es lo que se dedican a hacer. Colonialidad en uno y otro bando, también en el gobierno de Pedro Sánchez. Madrid perpetúa «el robo», si así se quiere llamar, pero se señala a Cataluña. La mentira y la patraña en política a veces es insoportable.